Vosotros creáis vuestra propia realidad. No hay otra regla.
Seth
Después de celebrar la primera sesión para este capitulo, Jane escribió concentradamente Superalma 7 y trabajó un poco en un proyecto de gran envergadura que ella titula provisionalmente Psicología del aspecto. Después, antes de que pudiéramos reanudar el trabajo con el libro de Seth, tuvo lugar la gran inundación del viernes 23 de junio de 1972.
La peor inundación jamás registrada en esta zona se originó por la tormenta tropical Agnes, la cual había perdido su condición de huracán cuando emprendió su curso errático subiendo por la Costa Este desde Florida. La tormenta cambió de rumbo inesperadamente, y cuando se instaló sobre Nueva York y Pensilvania las inundaciones se hicieron inevitables.
Jane y yo decidimos quedarnos cuando, poco antes del amanecer, se nos pidió urgentemente que evacuáramos nuestra zona de Elmira. Nuestra decisión, naturalmente, tenía un significado profundamente simbólico que sólo comprendíamos en parte. El río Chemung pasa a menos de una manzana de nuestro bloque de pisos en su curso hacia el centro de la ciudad, pero, como vivimos en un segundo piso, creímos , que estaríamos a salvo. El edificio era sólido, pensamos. El vecindario se fue y sólo quedamos nosotros, estaba completamente tranquilo.
El agua, espesada por una capa superficial de escombros, rezumaba un hedor casi sofocante de residuos de petróleo, y pronto alcanzó treinta centímetros de profundidad en el patio, luego casi un metro, luego metro y medio... Jane y yo experimentábamos un drástico nuevo mundo, y, aunque Seth no lo ha dicho aún, creo que ésa fue una de las razones por las que nos quedamos. Bebíamos vino a sorbos y empleamos una autohipnosis suave para rebajar la tensión; pero, cuando el agua avanzó lentamente por el extremo de la vieja casa de ladrillo rojo junto a nuestro edificio, nuestra nueva realidad amenazó con convertirse en algo realmente aterrador. ¿Habíamos tomado la decisión correcta?
Para entonces ya era imposible escapar. Sugerí que Jane se «sintonizara» psíquicamente para ver qué podía sacar en claro de nuestra situación. «Es difícil serenarse cuando uno está aterrado», dijo, pero empezó a calmarse. Gradualmente, fue adquiriendo un estado muy relajado. Me dijo que el agua alcanzaría su nivel más alto esa misma tarde; increíblemente, se alzaría casi a tres metros desde el suelo y llegaría a estar a medio camino de las ventanas del primer piso en la casa contigua a la nuestra. Estaríamos a salvo siempre que nos quedáramos donde estábamos. Aun así, la voz de Jane sonó atemorizada cuando dijo que el puente de la calle Walnut se «derrumbaría». Yo también me sobrecogí, ya que el viejo puente de acero cruzaba el río Chemung a menos de media manzana de distancia de donde estábamos, si bien no podíamos verlo por las casas situadas al otro lado de la calle.
Tan pronto como Jane hubo «captado» esta información empezamos a sentirnos mejor. Pasaron varias horas, y al final el agua alcanzó el nivel pronosticado por Jane y en el plazo que había indicado. Esa noche dormimos sabiendo que el agua iba a descender con rapidez. A la mañana siguiente anduve hasta el puente de la calle Walnut. Estaba destruido; algunos arcos se habían derrumbado por la fuerza del agua.
Tuvimos suerte en comparación con muchas otras personas de la ciudad. Perdimos nuestro coche, pero teníamos un lugar donde vivir y conservábamos intactos todos nuestros cuadros, manuscritos y grabaciones, incluyendo los cincuenta y tres volúmenes del material de Seth. Ya que habitamos dos apartamentos a fin de tener suficiente espacio para vivir y trabajar, hicimos un hueco para acomodar a una pareja que se había quedado sin casa. El tiempo era frío y lluvioso. Nuestros días se volvieron una rutina de acciones dedicadas a la supervivencia, aunque Jane acabó Superalma 7 a principios de julio, y reemprendió sus clases. Este libro quedó relegado durante mucho tiempo.
En agosto Jane tuvo una sesión sobre la inundación -durante la cual Seth explicó someramente las razones por las que nos habíamos implicado en ella- y a finales de ese mismo mes y en septiembre tuvimos varios invitados en casa relacionados con el trabajo psíquico. Uno de ellos fue Richard Bach, autor del conocido libro Juan Salvador Gaviota.
Vuestra experiencia en el mundo de la materia física fluye hacia afuera desde el centro de vuestra psique interior. Entonces percibís esta experiencia. Los sucesos, las circunstancias y condiciones exteriores constituyen una especie de retroalimentación activa. Al alterar el estado de la psique se alteran automáticamente las circunstancias físicas.
No hay ninguna otra forma válida de cambiar los acontecimientos físicos. A modo de ayuda podéis imaginar una dimensión interna viva dentro de vosotros en la cual creáis -en forma psíquica y en miniatura- todas las condiciones exteriores que conocéis. Expresado en términos sencillos, esto es lo que hacéis. Vuestros pensamientos, sentimientos e imágenes mentales pueden llamarse acontecimientos exteriores incipientes, ya que de una u otra manera cada uno de ellos se materializa en la realidad física.
Cambiáis incluso las condiciones que parecen más permanentes de vuestra vida siempre a través de las diferentes actitudes que adoptáis hacia ellas.
No hay nada en vuestra experiencia exterior que no se haya originado dentro de vosotros.
Por supuesto, hay interacciones con los demás, pero no hay ninguna que no aceptéis o no hayáis atraído con vuestros pensamientos, actitudes o emociones. Esto ocurre en cada faceta de la vida. En términos vuestros, ocurre tanto antes de la vida como después de ella. De la forma más milagrosa, se os da el regalo de crear vuestra experiencia.
En esta existencia estáis aprendiendo a manejar la energía inagotable que tenéis a vuestra disposición. La condición del mundo en conjunto y la situación de cada individuo en él es la materialización del progreso del hombre a medida que forma su mundo.
La alegría de la creatividad fluye a través de vosotros de forma tan natural como la respiración. De ella surgen las facetas más minúsculas de vuestra experiencia externa. Vuestros sentimientos poseen realidades electromagnéticas que se expanden hacia afuera, y afectan el entorno. Se agrupan por atracción, y van conformando áreas de sucesos y circunstancias que finalmente se fusionan, por decirlo así, como objetos en la materia o como acontecimientos en el «tiempo».
Algunos sentimientos y pensamientos se traducen en estructuras que denomináis objetos y que, en vuestras palabras, existen en un medio que llamáis espacio. Otros se traducen en estructuras psicológicas llamadas sucesos, que parecen existir en un medio al que llamáis tiempo.
El espacio y el tiempo son suposiciones arraigadas, lo cual sólo significa que el hombre las acepta y presupone que su realidad está arraigada en una serie de momentos y en una dimensión espacial. De este modo vuestra experiencia interna se traduce en esos términos.
Incluso la duración de un suceso o de un objeto en el espacio o el tiempo está determinada por la intensidad de los pensamientos o emociones que lo originaron. La duración en el espacio no es la misma que la duración en el tiempo, a pesar de que así pueda parecerlo. Ahora hablo según vuestros términos. Un suceso u objeto que exista brevemente en el espacio quizás tenga una duración mucho mayor en el tiempo. Puede tener mucha más importancia e intensidad y persistir en la memoria, por ejemplo, mucho después de que haya desaparecido en el espacio. Este suceso u objeto no existe de una forma meramente simbólica en la mente o la memoria sino que, tal como lo entendéis, su verdadera realidad continúa como un suceso temporal. Tampoco se aniquila su realidad en el espacio mientras exista dentro de la mente. Pongamos un ejemplo muy sencillo. Se le dice a un niño que no juegue con una muñeca. Desobedece la orden. El niño, a sabiendas o no, rompe la muñeca, y al final la tira.
La muñeca existe vitalmente en el tiempo mientras el niño o el futuro adulto la recuerda.
Si la muñeca reposaba sobre un escritorio y esto también se recuerda vivamente, el espacion que ocupaba la muñeca todavía contiene la impresión de la muñeca, aunque ahora se hayan colocado otros objetos en ese lugar. Así pues, no sólo reaccionáis a lo que es visible a los ojos físicos en el espacio, o a lo que está directamente frente a vosotros en el tiempo, sino también a objetos y sucesos cuya realidad está todavía en vosotros, aunque pueda parecer que han desaparecido.
Básicamente creáis vuestra experiencia a través de vuestras creencias sobre vosotros y sobre la naturaleza de la realidad. Dicho de otra manera, creáis vuestras experiencias a través de vuestras expectativas.
Vuestro tono emocional lo conforman vuestras actitudes emocionales hacia vosotros mismos y hacia la vida en general, las cuales rigen los grandes campos de experiencia.
Estas actitudes proporcionan el color emocional general que caracteriza lo que os ocurre. Sois lo que os ocurre. Vuestros sentimientos emocionales son a menudo transitorios, pero por debajo de ellos existen ciertas cualidades de sentimiento únicamente vuestras, y que son como profundos acordes musicales. Mientras que vuestros sentimientos diarios pueden subir o bajar, este tono emocional característico permanece oculto.
En ocasiones emerge a la superficie, pero en ritmos muy largos. No puede decirse que sea negativo o positivo. Es el tono del ser, y representa la parte más íntima de vuestra experiencia. Esto no significa que sea desconocido, o que tenga que serlo; simplemente quiere decir que representa el núcleo desde donde formáis vuestra experiencia.
Si os asusta la acción o la expresión del sentimiento, o si os han enseñado que el ser interior no es más que un depósito de impulsos incivilizados, tal vez tengáis la costumbre de negar este profundo ritmo. Podéis tratar de vivir como si no existiera, o incluso tratar de refutarlo, pero representa vuestros impulsos más profundos y creativos; combatirlo es como intentar nadar a contracorriente.
Este tono emocional, pues, impregna vuestro ser. Es la forma que adopta vuestro espíritu cuando se une a la carne. A partir de él, de su núcleo, se erige la carne.
Todo lo que experimentáis posee conciencia, y cada conciencia está dotada de su propio tono emocional. Hay una estrecha cooperación en la formación de la tierra tal como la entendéis, y de este modo las estructuras vivas individuales del planeta crecen a partir del tono emocional de cada átomo y molécula.
La carne surge como respuesta a estos acordes internos del ser, y los árboles, rocas, mares y montañas surgen como el cuerpo de la tierra desde los profundos acordes internos de los átomos y las moléculas, que también viven. Debido a la cooperación creativa que existe, el milagro de la materialización física se lleva a cabo con tanta facilidad y de manera tan automática, que conscientemente no os dais cuenta de vuestra participación en ella.
El tono emocional, pues, es el movimiento y la fibra -la madera-, la parte de vuestra energía consagrada a vuestra experiencia física. Desemboca en lo que sois como seres físicos y os materializa en el mundo de las estaciones, del espacio, de la carne y del tiempo. Su origen, no obstante, es bastante independiente del mundo que conocéis.
Cuando aprendéis a sentir vuestro propio tono, entonces sois conscientes de su poder, fuerza y durabilidad, y hasta cierto punto podéis internaros con él en realidades más profundas de experiencia.
La increíble riqueza, variedad y esplendor emocionales de la experiencia física es el reflejo material de este tono emocional interno. Impregna los sucesos de vuestra vida, la dirección interna general, la cualidad de percepción. Llena e ilumina los aspectos individuales de vuestra vida, y determina en gran medida el clima subjetivo persuasivo en el que moráis.
Es vuestra esencia, pero a la vez es de amplio alcance. No determina, por ejemplo, sucesos específicos. Pinta los colores en el extenso «paisaje» de vuestra experiencia. Es el sentimiento de vosotros mismos, inagotable.
Dicho en otras palabras, representa la expresión de vosotros mismos en energía pura, aquello desde donde surge la individualidad, el Tú de ti, la inconfundible identidad que no tiene igual.
Esta energía procede del centro del SER (en mayúsculas), de «Todo Lo Que Es» (con nuestras habituales mayúsculas), y representa la fuente de la vitalidad interminable. Es Ser, Ser en cada uno. Como tal, toda la energía y el poder del Ser se enfoca y se refleja a través de vosotros hacia vuestra existencia tridimensional.
Aunque cada uno tiene su propio tono emocional, éste se expresa de una cierta manera compartida por todas las conciencias enfocadas en la realidad física. Así pues, por lo que a esto respecta, nacéis de la tierra al igual que el resto de las criaturas y estructuras vivas naturales. En cuanto sois físicos, sois parte de la naturaleza, no ajenos a ella.
Los árboles y las rocas poseen su propia conciencia, y también comparten una conciencia grupal, al igual que las partes vivas de vuestro cuerpo. Las células y órganos tienen sus propias conciencias, y una grupal. Igualmente, la raza del hombre posee una conciencia individual y una grupal, o conciencia de grupo, de la cual apenas sois conscientes como individuos.
La conciencia de grupo de la raza posee una identidad. Cada uno de vosotros es una parte de esa identidad a la vez que sigue siendo único, individual e independiente. Sólo estáis limitados en la medida en que habéis elegido la realidad física, y por tanto os habéis colocado dentro de su contexto de experiencia. En cuanto físicos, seguís leyes físicas, o supuestos, que conforman el marco para la expresión corporal.
Dentro de este marco gozáis de total libertad para crear vuestra experiencia, vuestra vida personal en todos sus aspectos, la imagen viva del mundo. Vuestra vida personal, y en cierta medida vuestra experiencia individual de la vida, contribuyen a crear el mundo tal como se conoce en vuestra época.
En este libro hablaremos del mundo subjetivo propio, y del papel de cada uno de vosotros en la creación de sucesos tanto privados como compartidos. Es importante antes de continuar que os deis cuenta de que la conciencia se encuentra en el interior de todos los fenómenos físicos, y es fundamental que comprendáis vuestro lugar dentro de la naturaleza. La naturaleza se crea desde dentro. La vida personal que conocéis surge desde vuestro interior, aunque os es dada. Puesto que sois parte del SER, en cierta manera os dais la vida que es vivida a través de vosotros.
Vosotros creáis vuestra propia realidad. No hay otra regla. Conocerla es el secreto de la creatividad.
He hablado de «vosotros», aunque esto no debe confundirse con el «vosotros» que a menudo creéis ser, es decir, sólo el ego, ya que el ego es únicamente una parte del Yo; es esa parte experta de la personalidad que trata directamente con los contenidos de la mente consciente, y se ocupa más directamente de los fragmentos materiales de la experiencia.
El ego es una parte muy especializada de vuestra identidad superior, una parte que emerge para tratar directamente con la vida que el Yo mayor está viviendo. No obstante, el ego puede sentirse aislado, solo y asustado, si la mente consciente deja que se escape a su control. El ego y la mente consciente no son lo mismo. El ego está compuesto de varios fragmentos de la personalidad; es una combinación de características siempre cambiantes que actúan como una unidad, y constituye la parte de la personalidad que trata más directamente con el mundo.
La mente consciente es un excelente atributo perceptor, una función que pertenece a la conciencia interna, pero en este caso se vuelve hacia afuera, al mundo de los sucesos. A través de la mente consciente el alma mira hacia el exterior. Si se la deja en paz, percibe con claridad.
En cierta manera, el ego es el ojo por el que la mente consciente percibe, el foco a través del cual observa la realidad física. Pero la mente consciente cambia automáticamente su foco a lo largo de la vida. El ego, aunque parezca igual, siempre cambia. Las dificultades surgen cuando la mente consciente adopta una dirección fija, o permite que el ego asuma algunas de sus funciones. En ese momento el ego permite a la mente consciente trabajar en ciertas direcciones y bloquea su conciencia en otras.
Así pues, desde vuestra identidad superior formáis la realidad que conocéis. Depende de vosotros hacerlo con alegría y vigor, despejando la mente consciente de modo que el conocimiento profundo de vuestra identidad superior pueda crear expresiones jubilosas en el mundo de la carne.
Fin del dictado.
El libro permitirá a los lectores educarse a sí mismos, y llegará a un público mucho más numeroso y ayudará a más personas de las que Ruburt podría reunir por sí solo, o más de las que yo podría ayudar con sesiones individuales.
Si tenéis preguntas, podéis hacerlas.
Pregunté a Seth su opinión acerca de la visita reciente de un joven científico de un estado de la Costa Oeste. Jane (como Seth y como ella misma) empezó con buen pie al sintonizar con cierta información técnica. Yo creía, no obstante, que Jane necesitaría una gran cantidad de tiempo y esfuerzo, regular y durante varios años posiblemente, hasta que hiciera pleno uso de sus facultades en un campo tan especializado.
El efecto de la visita fue bueno, particularmente para Ruburt. Llegaremos a sus preguntas científicas. Para la seguridad de Ruburt, quise que este libro empezara apropiadamente. En algunas sesiones prescindiremos del dictado de vez en cuando, pero el proyecto principal será el libro.
Más adelante, cuando comentemos los desastres naturales tomaremos como ejemplo el material sobre la inundación; de este modo otras personas podrán emplear y utilizar este material.
SESIÓN 613, II DE SEPTIEMBRE DE I972; 2I.IO LUNES
Extracto de Habla Seth III
A través de Jane Roberts
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