La alimentación animal.

Varios/Otros


El mundo elemental de nuestra naturaleza no se registra en nuestra mente, si somos impuros en pensamiento y en acción. Este mundo de belleza nos enseña que, el servicio es la senda a la fuente del mismo; pero nosotros no percibimos, fácilmente, esas formas elevadas, hasta que, como ellas, buscamos nuestro Intimo.

Tales Seres, con frecuencia, nos envuelven en su fascinación, y nos enseñan mediante su religión de sabiduría de la naturaleza, habría menos sufrimiento y menos tristeza en nuestro mundo; porque subsisten por su sola energía y, de esta manera, sus cuerpos están libres de enfermedad y de tormento; mientras que nosotros atormentamos, sin cesar, a nuestros átomos obreros con preocupaciones y privaciones innecesarias, y no respondemos a su demanda de nutrimiento adecuado, sino que corrompemos nuestros cuerpos con apetitos y deseos antinaturales.

Cuando se sacrifican animales para alimento, se debiera procurar, en lo posible, que no sintieran miedo a la muerte. El animal sabe, instintivamente, cuando va a ser sacrificado, y el sufrimiento y tortura que experimenta impregna la carne que comemos. Esto entorpece el crecimiento de los átomos Constructores de nuestra sangre; y pierden mucho tiempo en su obra constructiva, mientras tratan de eliminar los átomos animales que destruyen su creación.

En algunas de las razas más antiguas existe la costumbre de cortar ciertas venas para eliminar la sangre impura. La sangre arterial es pura; pero la venosa es impura.

El alimento animal se mantendrá, mientras los anhelos del hombre sean animales. Cuando aspire, dará a la vida animal plena oportunidad para su desenvolvimiento. Si imponemos nuestra fuerza a esos animales, que han sido creados para nosotros, para que los amemos, y los cuales trabajan incesantemente, para nosotros, ello pesará en nuestro karma futuro.

En el estado presente de la humanidad, la vida animal es necesaria para apresurar el desenvolvimiento de ciertas estructuras del cuerpo físico; los átomos animales predominan en los de naturaleza fuertemente animal; pero, mediante la práctica de yoga, el cuerpo queda libre de tales formas de vida atómica, y el estudiante adquiere, naturalmente, el gusto por alimento no animal. Además, debiéramos regirnos por las impresiones que nos envía nuestro átomo Nous.

El estudiante ha de tener en cuenta que no ha de mostrar repugnancia por ningún alimento, que le den quienes lo sostienen. Esto ya lo hemos dicho en otra parte. Sin embargo, y como es natural, si tal alimento es de naturaleza dañina para su sistema, debe manifestarlo, con tacto, a su huésped.

¿Qué dicen los elementales superiores acerca de la destrucción de la vida animal? Estos responden: “Estas criaturas inferiores han sido creadas para servir los fines de su creación y no para ser sacrificadas tontamente”. Aunque en el pasado los animales eran sacrificados a los dioses, hemos ya explicado la razón de ello en otra parte.

Los cereales son el alimento adecuado; las frutas y los vegetales constituirán, algún día, la dieta universal. En lo futuro, la ciencia ayudará a la humanidad a nutrir el cuerpo; pues descubrirá una substancia germinadora singular, que proveerá todo cuanto necesita el cuerpo, así como varios líquidos similares.

De estos mundos elementales es que empezamos a percibir las causas de las cosas; se nos dice que no nos preocupemos por los efectos sobre la tierra; porque los elementales consideran que la causa de las cosas es de mayor importancia que el efecto.

Existen hordas de átomos migratorios, que infestan nuestra envoltura atmosférica, y tratan de desarrollar en ellas colonias que la perturban. Esta es la causa de muchas de las dificultades del hombre; pues presionan sobre los centros de nuestra envoltura atmosférica con sus demandas y deseos. Es para hacerse inmune a estas condiciones parasitarias, que el yogui ayuna, con frecuencia, durante varios días. Esto mata y desaloja a tales átomos migratorios. El yogui ayuna hasta que limpia su atmósfera. Ayunar no quiere decir abstenerse de tomar agua; en realidad, se debiera beber bastante agua para limpiar y purificar.

El ayuno nunca se debe intentar, cuando las condiciones son desfavorables; además, es mucho mejor practicarlo bajo la observación de un Instructor.

Los que comen carne encuentran difícil ayunar, porque la carne da a estos átomos migratorios más firme agarre; por esta razón, los que comen carne sufren, al ayunar, más que los vegetarianos.

El ayuno proporciona a los átomos Obreros de la sangre gran gozo, porque no se ven recargados con estructuras animales que se oponen a ellos.


Extracto de DIOSES ATOMICOS (LA AURORA DE LA JUVENTUD)

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