El dinero y la espiritualidad...
El Ser UNO
jueves 1 de octubre de 2009
¿Cuándo se está en el camino espiritual, cómo debemos lidiar con el dinero? (Alberto - Chile)
Esta es la gran pregunta que todos los seres-humanos de bien nos hacemos… ¿Cómo llevar nuestras vidas, el trabajo, nuevas ideas de la mejor manera sin que esta energía nos domine y seamos esclavos de ella? Debemos partir de varios puntos, conceptos y observaciones para entenderlo, si los tenemos muy claros dentro de nosotros, podremos sentirnos muy tranquilos con respecto a la energía dinero, ella no nos dominará haciéndonos caer en la Ambición, porque seremos nosotros y no ella, la que manejará nuestra vida y nuestras necesidades.
“El dinero es una necesidad pero no es un fin”. Por lo menos sabiendo este concepto ya habremos dado el primer paso y el más importante. Si tenemos el equilibrio para colmar nuestras necesidades y sabemos sopesar en una balanza la importancia de ellas, entonces trabajaremos adecuadamente para conseguirlo, porque ganaremos el sustento midiéndolo en la proporción a la necesidad requerida. En pocas palabras, lo que deseo expresar, no es que debemos ser conformistas, si no que tengamos el equilibrio adecuado a la necesidad dentro del sistema donde vivimos. Ustedes se preguntarán…
¿Pero la necesidad es diferente en los seres humanos? ¿Cómo sabemos cuál es la necesidad equilibrada y correcta?
El gran problema de este planeta es el desequilibrio, vemos por un lado mucha necesidad, hambre y miseria y por otro lado demasiada exuberancia y despilfarro, lo cual nos hace pensar, que infinidad de necesidades son vanas y superfluas. Lo ideal sería que todos los seres humanos tuviéramos abundancia, mejor dicho, que todas nuestras necesidades básicas estén cubiertas, así viviríamos en equilibrio y si vivimos con esta cualidad, podemos decir que estamos conviviendo lado a lado con la energía espiritual. No podemos tampoco pensar o afirmar que el verdadero equilibrio se basa en que todos los seres humanos tengamos nuestras necesidades básicas cubiertas y que sea para todos igual. El ser humano no puede uniformizarse, no es de su naturaleza, puesto que él es emprendedor, inteligente, capaz y trabajador. Por estas cualidades el ser humano merece cubrir sus necesidades básicas y si es competente, capacitado y hábil, merece obtener ciertas compensaciones que lo harían vivir confortablemente. El problema no consiste en que el ser humano tenga más o menos que los otros, el verdadero problema es cómo lo obtiene.
Imaginémonos que todos los seres humanos de este planeta tengan sus necesidades básicas cubiertas y que a nadie le falta nada. Pensemos que todos tengan vivienda, comida, educación, salud, profesión, trabajo etc. A partir de aquí podemos afirmar que estas necesidades fueron legítimamente ganadas por trabajo, esfuerzo, responsabilidad etc. Ahora si entre estos seres humanos surgen aquellos que con inteligencia, trabajo, dedicación ganan más que los otros, tienen todo el derecho de obtenerlo, puesto que no lo han conquistado y logrado a través del robo, mentiras, engaños, abuzando de la buena fe de las personas, estafas, corrupción, falta de moral y ética etc. lo ganaron por merecimiento.
La mayoría de las ideas cuando nacen son buenas, pero conforme avanzan y se alejan de su centro se van distorsionando, porque las necesidades comienzan a apremiar confundiendo las verdades básicas, que muchas veces se convierten en superfluas e inútiles. Es aquí que al perder el equilibrio las necesidades anteriores ya no son suficientes, entonces éstas exigen ciertos parámetros esquemáticos que la sociedad reclama, insta y exhorta para que el individuo o su trabajo sea aceptado en el esquema que las leyes sociales demandan.
El verdadero desafío de todos los seres que estamos despertando, encaminándonos hacia la espiritualidad de nuestras vidas y que queremos ser personas conscientes, responsables, profundas y más, es encontrarnos cara a cara con experiencias y vivencias tan distorsionadas y desequilibradas que terminan confundiéndonos y afectándonos interiormente.
Hoy en día, todos nosotros tenemos que vivir dentro de un sistema y de un planeta que no nos agrada mucho y muchas veces por este motivo, no sabemos cómo confrontarnos con el, ya que queremos ser justos con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea. La mayoría de nosotros no vivimos de acuerdo a lo que pensamos o queremos, muchas veces tenemos que estar en lugares realizando ciertas labores que no concuerdan con el camino espiritual, pero por necesidad tenemos que aceptarlo. En realidad debemos ser muy objetivos, no podemos ser radicales y renunciar a lo que nos da el sustento, a no ser que nos sintamos muy seguros en el cambio y hayamos estudiado todas las posibilidades ya no que sabemos en qué puede resultar.
El planeta Tierra innovará sus conceptos básicos, reemplazará lo viejo y obsoleto por modificaciones útiles, sus objetivos serán claros y productivos. Habrán muchos cambios, donde los seres trabajarán en lo que les gusta, estudiarán según sus facultades e inclinaciones, los trabajos se darán por derecho, valía y mérito; pero tenemos que pensar que las transformaciones toman su tiempo y éstas mudanzas se harán poco a poco.
Hoy en día nos tocó vivir en este tiempo y en esta realidad. Cada uno de nosotros tendrá que discernir, escoger y vivir, de acuerdo a habilidades psíquicas e intuitivas hechas con nuestro propio discernimiento e inteligencia, deberemos tomar cuidado con lo que escojamos o en qué dirección nos encaminamos. Por esta razón estamos recibiendo tanta información, porque nos encontramos en el límite de la razón y será nuestro Libre Albedrío que nos ayudará a seleccionar lo correcto o incorrecto de nuestra vida. Si debemos lidiar con la energía dinero, hagámoslo lo más justo, razonable, equilibrado, íntegro, honesto, incorruptible y decente que podamos, ésta sería una forma de ir transformando nuestra realidad, de los otros y finalmente del planeta.
Esta será nuestra fuerza espiritual, porque es el verdadero desafío que hoy nos pide el camino del espíritu, saber vencer las vicisitudes de una sociedad corrupta y distorsionada como la nuestra. El verdadero reto espiritual consiste en que sabiendo donde nos encontramos y confrontándonos todos los días con experiencias que van en contra de nuestras creencias, de nuestra realidad interior, tengamos que vivir con ellas de la mejor manera que podamos, aprendiendo y transmitiendo para adquirir nuestras experiencias de vida y con este trabajo interior nos podamos enrumbar en el camino de la elevación.
La mayoría de las personas dicen que es EL AMOR lo que nos hará ser mejores personas, lo que nos ayudará a transmutar lo negativo en positivo, lo que nos conducirá al camino espiritual, no lo dudo, pero yo les pregunto:
¿Cómo podemos AMAR lo que no conocemos ni entendemos? Primero debemos conocerlo, luego entenderlo y cuando lo conozcamos y entendamos, recién ahí comenzaremos a amarlo. Por esta razón debemos conocer los parámetros y reglas de lo que es cierto o errado; tenemos que saber que cuándo movilizamos una causa, ésta redundará en los efectos posteriores. Tenemos que saber que el dinero es una fuerza enorme, espantosa, temible y escalofriante, que si no nos cuidamos de el o NO SABEMOS MANEJARLO CON EQUILIBRIO nos llevará, nos arrastrará sin que nos demos cuenta al infinito de la oscuridad.
La energía dinero es un torrente muy fuerte y muy sutil, está ligado a nuestra naturaleza Reptiliana-enferma que nos legaron llamada: Ambición, cuya enfermedad virulenta nos va envolviendo poco a poco, proliferándose en miles de caras que muchas veces es tan perspicaz, que nuestra mente no las reconoce ni las capta. Es una energía que va estimulando la necesidad del consumismo, egoísmo, avaricia, mezquindad, codicia, usura, envidia, miseria, tacañería, poder, ruindad e interés, tan sutilmente, que si no la conocemos y entendemos, nos envolverá en un sinfín de ilimitadas exigencias que al final, cuando nos damos cuenta, nos encontraremos presionados y esclavisados por los esquemas materialistas de vanidad, superficialidad, futilidad y frivolidad… enemigos mortales de la espiritualidad.
Tomemos mucho cuidado, la energía dinero muchas veces es: el lobo disfrazado de oveja, la mezquindad disfrazada de altruismo, la codicia disfrazada de bondad, la avaricia disfrazada de conocimiento, la energía Reptiliana disfrazada de sabiduría…Solo el Conocimiento, Entendimiento, Amor, Equilibrio, Cordura, Sentido Común y Madurez, nos mantendrá atentos y despiertos para no caer en sus redes…Recuerdo estas palabras que mi madre decía: “El diablo está en los detalles”
Conversando con una amiga mía muy querida me dijo una gran verdad: “La vida me ha enseñado que hoy en día tener nuestras necesidades cubiertas lo podemos llamar… Abundancia… todo lo demás es exceso”.
Un saludo...Franca. (1/10/09)
http://fra66-elseruno-cartasabiertas.blogspot.com/
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