Sexualidad y Chakras.

Varios/Otros


La sexualidad humana es una forma de manifestación y un espejo del acto perpetuo de la creación que se consuma ininterrumpidamente en todos los planos del universo. Cuando en el instante de la creación surgió la multiplicidad a partir de la unidad, el ser amorfo se dividió primeramente en dos formas fundamentales de energía: una masculina fertilizadora y una fuerza femenina engendradora. Ya hace algunos miles de años, los chinos dieron a estas fuerzas originales la denominación de yin y yang. Del juego de estas energías surge la creación. El yin femenino es fertilizado continuamente por la semilla masculina del yang y engendra la vida en sus formas infinitamente variadas.

A nivel físico del hombre, este juego de fuerzas se manifiesta como sexualidad. Mediante ella, el hombre está unido en su totalidad con el perpetuo acto de la creación de la vida, y el éxtasis que puede experimentar en ella refleja la bendición de la creación.

Las fuerzas del yin y el yang se manifiestan en todo el universo como polaridad. Para poder existir, todo tiene un polo opuesto. Cada uno de los polos sólo existe por el otro polo; si desaparece una polaridad, tampoco existe la otra. Esta regla fundamental puede aplicarse a todo. Por ejemplo, sólo podemos espirar si también inspiramos; si dejamos uno de ellos, también se nos priva de lo otro; lo interior condiciona lo exterior; el día condiciona la noche; la luz condiciona la sombra; el nacimiento, la muerte; la mujer, el hombre, etc., siendo en todos los casos ambas polaridades mutuamente intercambiables. Cada polo necesita complementarse con un opuesto.

El yin y el yang simbolizan de forma muy intuitiva el movimiento rítmico de toda la vida. El yin representa una cara de la totalidad, la femenina, extensiva, intuitiva, pasiva e inconsciente; el yang la masculina, concentradora, intelectual, activa y consciente. Sin embargo, aquí no se incluye ninguna valoración en el sentido de «tener más valor que el otro».





El equilibrio existente en el universo que nos rodea es el resultado de las relaciones entre las parejas contrarias. Como en este universo todo se encuentra en un perpetuo flujo de movimiento, tanto el yin como el yang están ya presentes en forma latente en el correspondiente polo opuesto. Esto se simboliza mediante el punto blanco dentro del yin oscuro, y por el punto oscuro dentro del yang blanco. Cada uno de ambos polos oculta en sí mismo en forma de semilla el polo opuesto, y sólo es una cuestión de tiempo cuándo una de las polaridades se transformará en la otra correspondiente.

En algunos ámbitos, esta inversión se consuma en fracciones de segundo, como, por ejemplo, en el plano atómico. En el ser humano, este cambio de polaridad, de masculino a femenino, o viceversa, sólo es posible a través de diversas encarnaciones.

El día y la noche necesitan en promedio doce horas para efectuar un cambio semejante, y la inspiración y espiración sólo unos segundos.




Extracto de: EL GRAN LIBRO DE LOS CHAKRAS
Conocimiento y técnicas para despertar la energía interior
SHALIIA SHAR&DOM Y BODO J. BAGINSKI

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2 Comentarios de lectores

25/08/2021

El drama del sexo se repite tres veces en la vida de toda personalidad:
La relación de las polaridades, hombre-mujer, en la procreación de la especie: sexualidad.
La unión de las energías superiores con las inferiores da por resultado la creatividad.
La unión de los campos eléctrico y magnético, alma-personalidad, para la identidad.


Jorge Ariel desde Colombia

17/10/2009

Bendiciones!
Muy interesante este artículo. Quería comentarles algo, una especie de duda que tengo sobre la dualidad de las energías...

Siempre me he preguntado qué pasa, en el caso de los seres humanos, por ejemplo, con los hermafroditas o intersexuales? Actualmente por nuestra cultura se tiende a "definir" su género, o masculino o Femenino, forzando la naturaleza misma, pero en el caso de las energías, qué sucede? Los seres humanos no somos los únicos seres vivos, hay otras especies y estas no podríamos calificarlas de femeninas o masculinas, sino como un todo, como en realidad podría interpretarse el símbolo del yin y el yang.

Existe SIEMPRE la dualidad? Será necesario siempre buscar nuestro complemento Fuera de nosotros? Si somos yin entonces necesitaríamos un yang para crear? Y si mi alma en realidad siente que le complementa otro yin?

Son esas mis dudas sobre la dualidad, yo prefiero pensar que el universo es el TODO y la Nada en una misma cosa, más allá de las clasificaciones humanas. En los textos antiguos de algunas religiones siempre se dice que el "pecado original" fue comer del árbol del conocimiento del bien o el mal, creo que en realidad se refiere a la dualidad, el pretender separar las cosas como buenas o malas, ¿no se pierde con ello la unidad, y con ello el equilibrio? No podría haber una dualidad dentro de un todo sin separar sus partes?

Bendiciones y agradecería alguien me ilustrara sobre este tema.

Yordan Rey desde Espania

-.-.-
Hola Yordan.

Lee "El Ser Uno"
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Abrazo de Oso de Luz