Cuento ~ Criticar.

Varios/Otros


Espero que os guste este cuento, nos puede enseñar mucho si queremos comprender. Un abrazo.

Érase una vez, un anciano que tenía un grave problema de miopía. Él se jactaba un experto en evaluación de obras de arte.

Un día visitó un museo con algunos amigos, pero al entrar tropezó y se le rompieron las gafas. No podía ver los cuadros con claridad, pero eso no le frenó en manifestar sus fuertes opiniones.

Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: -"El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa.
En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".

El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, estás mirando un espejo".

Tardamos en reconocer y admitir nuestras propias faltas, que parecen muy grandes cuando las vemos en los demás.

HEMOS OBSERVADO QUE:
  • Cuando otro actúa de mal manera, decimos que tiene mal genio; pero cuando lo haces nosotos, son los nervios.
  • Cuando otro se apega a sus métodos, es obstinado; pero cuando lo hacemos nosotros, es firmeza.
  • Cuando a otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; pero cuando a nosotros no nos gusta su amigo, aparentamos ser un buen juez de la naturaleza humana.
  • Cuando otro hace las cosas con calma, es una tortuga; pero cuando lo hacemos nosotros es porque nos gusta pensar bien las cosas.
  • Cuando otro gasta mucho, es un despilfarro; pero cuando lo hacemos nosotros, somos generosos.
  • Cuando otro encuentra defectos en las cosas, es maniático; pero cuando lo hacemos nosotros, es porque sabemos discernir.
  • Cuando otro tiene buenos modales, es débil; cuando lo hacemos nosotros, somos corteses.
  • Cuando el otro rompe algo, es torpe; cuando nosotros lo hacemos, somos enérgicos.

    ¿Por qué nos fijamos en la paja que tiene nuestro hermano en el ojo y no nos fijamos en la viga que tenemos en el nuestro?

    Veamos las virtudes de los demás, y dejemos de juzgar, pues de la misma forma que juzgamos seremos juzgados.

    Es parte de nuestra naturaleza ayudar al prójimo.
    Practiquémosla diariamente. No critiquemos ni prejuzguemos, ni discriminemos a nuestro prójimo, él al igual que nosotros está en la búsqueda de la felicidad.

    Un abrazo
    Anohac - www.escritosofia.com

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