Dos aspectos de la realidad histórica.
Varios/Otros
La realidad histórica puede ser considerada bajo dos aspectos. Un aspecto, concerniente a la opinión general, es lo que más tarde se convertirá en historia gracias a las personas que colocan por escrito las informaciones que denominamos opinión pública, divulgada para cada ciudadano por los medios de comunicación. Por el contrario, el otro trata de los acontecimientos que no se vuelven públicos. Es el mundo del comportamiento de las logias secretas, que mezclan capital, política, economía y religión. Es en este nivel que nacen las naciones, se traman guerras, se nombran presidentes, o se eliminan si no funcionan.
Para el ciudadano que principalmente forma su opinión y su concepción del mundo a partir de lo que ve en los medios de comunicación (diario, televisión, radio), o de los conocimientos adquiridos en la escuela o en la literatura, pocas cosas de las que hablo en las páginas siguientes le resultarán familiares.
Es fácil comprender pensamientos tales como: “Yo nunca oí hablar de eso”.
Evidentemente, los trabajos de una logia secreta solo alcanzan su finalidad si permanecen secretos. Por sí sola, la existencia de una logia secreta muestra que ahí existen cosas de una importancia tan grande a los ojos de los hermanos de la logia, que éstos desean esconderlas de los ojos de los otros seres humanos.
¿Qué puede ser eso? Tal como mostraré, muchos hermanos de las diferentes logias de sociedades secretas ocupan cargos que no podemos siquiera imaginar.
Aquello que ocultan es justamente lo que les llevó a la posición que ocupan.
Como pequeño ejemplo, una de las organizaciones principales que maneja los hilos en EEUU es el Council of Foreign Relations (CFR - Consejo de Relaciones Exteriores). Esta organización medio secreta está bajo el dominio del sindicato Rockefeller y de una sociedad secreta europea que tiene el nombre de “Comité de los 300” (la explicación será dada más adelante. Ver a P. 138 227).
Entre otros nombres de la lista de miembros del “Comité de los 300” que encontré en el libro del Dr. John Coleman, titulado Conspirators Hierarchy: The Commitee of 300 (Jerarquía de los Conspiradores), leí el siguiente nombre: Sir John J.Louden.
Es el representante del N. M. Rothschild Bank en Londres. Sus otros cargos son los siguientes: presidente del comité del consejo internacional del Chase Manhattan Bank (Rockefeller); presidente de la Royal Dutch Petroleum; director de la Shell Petroleum Company Ltd. y administrador de la Ford Foundation.
Esto muestra que este hombre reúne en sí mismo un poder y una influencia extraordinarios. ¿Cómo lo consiguió?
Justamente por ser miembro de sociedades y órdenes secretas, y debido al “Comité de los 300”. En el “Comité de los 300” se encuentran 300 personas de ese calibre, y Sir Louden no es ciertamente el más poderoso. ¿Podéis imaginar que las decisiones tomadas por esas personas en reunión puedan tener una influencia considerable sobre nuestra historia mundial?
Esas personas tienen secretos que ocultan al público. Saben lo que nosotros no sabemos, y es por esta razón que se denominan Illuminati (los aclarados, los que saben). ¿No quieren saber cuáles son los secretos de los Illuminati?
Sus secretos son casi todos relativos al pasado de nuestro planeta, a la génesis y origen del ser humano - cuándo y cómo -, a la razón de su presencia en la Tierra, a los Ovnis y a las consecuencias que se derivan. Supongo que muchos entre vosotros no leéis con placer la palabra OVNI (objeto volador no identificado).
Tal es la designación corriente para los ingenios voladores, los más comunes en forma de plato o de cigarro, que poseen dos campos magnéticos inversamente rotativos y son de origen extraterrestre o terrestre. Por eso es importante abrirnos a la novedad de que el asunto de los Ovnis no es algo reciente, más bien al contrario. Cuando se trata de Ovnis, tanto a los europeos como a la mayoría de las personas sobre la Tierra se les dan, voluntariamente informaciones falsas. Eso se lo debemos a los Illuminati, que controlan justamente los medios de comunicación. Especialmente en Alemania. Para que el lector comprenda, le daré un pequeño ejemplo de que el tema de los Ovnis tiene un fundamento muy real y muy terrestre.
Además de la “Sociedad Thule”, que será descrita en detalle más adelante, existía otra orden secreta en el tercer Reich: la “Sociedad Vril”.
Esta última se ocupaba casi exclusivamente de aquello que comúnmente denominamos Ovnis y de su construcción. Para eso trabajaron Victor Schauberger y el Dr. W.O.Schumann, Schriever Habermohl, Miethe, Epp y Belluzo. La mayor parte de pilotos ingleses y americanos que aún viven probablemente recuerden realizaciones suyas tales como las de los foofighters. (bolas de fuego)
Los trabajos se aceleraron enormemente cuando, según ellos dijeron, una nave extraterrestre cayó en 1936 en la Selva Negra, sin apenas sufrir deterioros.
Después de estudiar con atención la propulsión y encendido, aunaron aquel saber junto al ya enorme de la “Sociedad Vril” sobre implosión y antigravitación, e iniciaron la construcción de prototipos.
Inventos tales como el Vril 7, un helicóptero supersónico en forma de disco (no confundir con las V I y V 2, bombas autopropulsadas con gran radio de acción) ya eran tan estupendos que el actual Stealth-Bomber de la US Air Force más parece un juguete. Citamos el ejemplo del Vril 7, creado por Richard Miethe, el cual, equipado con doce turbopropulsores BMW 028, alcanzó con ocasión de un ensayo de vuelo en febrero de 1944, en Peenemünde, después del despegue vertical, una altitud de 24.200 m y, en vuelo horizontal, la velocidad de 2.200 Km./h. Desde finales de 1942 se fabricaron muchos ejemplares del avión circular RFZ 6, denominado Haunebu II. Su diámetro era de casi 32 m, su altura en el centro era de 11 m, y su velocidad de 6.000 Km./h en la proximidad de la Tierra. Tenía una autonomía de vuelo de 55 horas, despegaba en vertical, podía volar tanto en horizontal como en vertical y principalmente en ángulo recto (lo que caracteriza la forma de volar de los Ovnis, percibida por las personas que los avistaron).
Posteriormente, otros Vrils más perfeccionados permitieron a principios de 1945, dar la vuelta a la Tierra en algunas horas. Un Haunebu II construido más tarde, en versión gran modelo, tenía un diámetro de 120 m, con dormitorios integrados. ¿Para qué hacer dormitorios, si tan solo se necesitaban algunas horas para dar la vuelta a la Tierra?
Muchos lectores preguntarán ahora: “¿Por qué Hitler no ganó la guerra, si tenía a su disposición semejante tecnología?” Una de las razones es que un número muy grande de discos voladores alcanzaba desempeños fantásticos en vuelo, pero su utilización para fines militares era casi imposible. La causa era el consiguiente campo magnético creado por el mecanismo de levitación, que generaba una especie de escudo de protección en torno a los discos voladores que les tornaba casi invencibles. Este campo magnético tenía el inconveniente de no permitir la utilización de armas convencionales, ya que los proyectiles no podían atravesar “sin fricción” la cortina magnética.
Los proyectos dependían de la Sociedad Vril y de las SSE IV (Secretaría de Estudios Secretos para Energía Alternativa de los SS). (En el cap.29, p.172, el lector encontrará más explicaciones sobre la Sociedad Vril y sus realizaciones).
Esto significa que no estaban directamente a las órdenes de Hitler y del partido nazi. De hecho, no se habían creado con fines propiamente bélicos. Sólo más tarde, cuando la situación de Alemania en la guerra empeoró, fue cuando se trató de hacer entrar en acción a los discos voladores. La mayor parte de las personas no tuvo la menor premonición de los verdaderos objetivos de Hitler, de su formación, de las logias a que pertenecía, de la ideología que aportó. Se preguntaban quién le había colocado en aquella posición, quién lo financiaba, pero ignoraban los motivos ocultos que respaldaban la Segunda Guerra Mundial.
La ideología de Hitler no tiene nada a ver con aquello que designamos bajo el nombre de “realidad general”, tal como se explica en los libros escolares sobre el tercer Reich. Hitler era un místico, un ocultista hasta la punta de los pies, y es necesario situarlo en esa óptica para comprender lo que ocurrió durante el tercer Reich. Para la mayoría de historiadores ‘materialistas”, los procesos por crímenes de guerra de Nuremberg eran un mejunje de cuentos de Grimm y de cuentos aburridos. No podían colocarse en la piel de los acusados ni tenían conocimientos previos para comprender lo que aquellos hombres relataban.
Dieter Rüggerberg expone esto con justicia, diciendo: “Sólo un ocultista puede reconocer a otro”.
En los capítulos sobre las sociedades Thule y Vril, nos detendremos más sobre las ideologías que los sostenían. Hitler y esas sociedades secretas sabían mucho más sobre el origen del ser humano, sobre la constitución de la Tierra, sobre la antigravitación, sobre la “energía libre”, de lo que en nuestros días se nos ha enseñado a nosotros.
Por eso, temiendo que pudiésemos descubrir esos secretos, los Aliados escondieron los libros y escritos relativos a esos asuntos e incluso prohibieron que fuesen leídos. Se aseguraban así la posibilidad de continuar manejando a la humanidad.
Los Aliados tenían un interés capital por la tecnología de la Sociedad Vril. Sus descubrimientos habían sido mantenidos en secreto por el tercer Reich. Fueron los rusos quiénes primero tuvieron acceso a los planes de construcción. Los científicos alemanes, tales como Victor Schauberger y Werner von Braun, cayeron en las manos de los americanos con ocasión de la operación Paperclip.
Hoy en día, el mayor secreto ligado con la seguridad de EEUU concierne a la construcción de ingenios voladores desarrollados según esos planes. Ése fue, entre otros, uno de los motivos que provocó la muerte de J.F.Kennedy (Ver cap.39 El atentado contra Kennedy).
Pero hubo aún diferentes experiencias hechas durante el tercer Reich.
Revelarlas ahora desorientaría completamente a la mayor parte de lectores, apegados a su concepción del mundo. Forman parte de otro capítulo en este libro (Ver cap.29, p). ¿Por qué la mayoría de nosotros no ha oído nada a este respecto? Citemos, por ejemplo, la construcción en la Antártida del estado alemán Neuschwabenland (Nueva Suabia), durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Por qué el almirante Richard E. Byrd necesitó 4.000 soldados americanos armados, un portaaviones y un gran auxilio militar cuando en 1947 partió para explorar la Antártida? ¿Qué motivó que regresase solamente con algunos cientos de hombres vivos? He ahí preguntas sin respuesta.
¿Por qué tan pocas personas han oído hablar de los acontecimientos y de los desarrollos relativos a Nikola Tesla, entre los que figuran “las máquinas de energía libre”, “la transmisión de energía inalámbrica”, “la antigravitación” así como “alteraciones metereológicas por medio de ondas estacionarias”?
¿Cuáles serían las consecuencias si tuviésemos acceso al conocimiento de las formas de energía libre, al de la utilización de las naves voladoras, que no necesitan más que un campo electromagnético como fuente de energía? ¿Y si pudiésemos utilizarlas para nuestro propio uso, por ejemplo como combustible?
Esto significaría que ya no necesitaríamos utilizar gasolina. No habría más deshechos, y por tanto, no habría más polución. No tendríamos necesidad de centrales nucleares, los seres humanos ya no podrían ser encerrados tras las fronteras de un país. Y, por encima de todo, tendríamos mucho más tiempo libre a nuestra disposición, no necesitaríamos trabajar tanto para pagar el coste del calentador, de la red eléctrica, del combustible, etc. Podríamos aprovechar ese tiempo para meditar, por ejemplo, sobre el sentido de la vida.
Esas formas de energía existen. Existen por lo menos desde hace 90 años y han sido ocultadas (Ver literatura Complementaria).
¿Por qué se han mantenido ocultas?
Porque con el secuestro de la energía libre, el apropiamiento de la alimentación y ocultando los conocimientos, es posible ejercer el control sobre los seres humanos de nuestra Tierra. Si alguien descubriera y pusiera en utilización estos conocimientos, los Illuminati y demás egoístas perderían su control todopoderoso.
Igualmente perderían importancia las iglesias, las sectas, las drogas... Para los Illuminati es imprescindible que estas cosas permanezcan ocultas al resto del mundo. Así su control les permite continuar alimentando un ego ávido de poder.
Ésta es solamente una pincelada para mostrar que el tema Ovnis es más explosivo y real de lo que muchos quieren admitir.
Hasta ahora la “estrategia adormecedora” del Establishment angloamericano ha costado varios miles de millones de dólares para lograr que el asunto de los Ovnis sea ridiculizado con mucho éxito por los grandes medios de comunicación.
El primer mandamiento de una logia secreta es no citar nunca el nombre de la logia en público. Incluso mencionar el nombre de un hermano de logia es a veces castigado con la muerte (por ejemplo, en la 99ª Logia). Cualquiera que pronunciase, por ejemplo, el último teorema de Pitágoras, “el octágono”, era reo de muerte en la escuela secreta de Pitágoras. El octágono es una clave importante para comprender el Merkabah (Mer-ka-bah = dos campos luminosos, inversamente rotativos, que transportan cuerpo y espíritu = desmaterialización y tele transportación del cuerpo físico) - designación del campo magnético del ser humano – y lleva, pues, “a la iluminación”, esto es, a una solución de los problemas que tenemos.
Saber guardar un secreto es una fuerza interna. Permite desarrollar eficazmente las operaciones sin encontrar obstáculos, complicaciones legales o un adversario potencial. También propicia una ligazón, la de un gran saber entre aquéllos que saben.
Llegados a este punto, es interesante revisar con conciencia la escena principal de "El Nombre de la Rosa”, de Umberto Eco. Cuando el abad ciego pregunta al investigador William de Baskerville: “¿Qué anheláis verdaderamente?”
Baskerville contesta: “Quiero el libro griego, aquél que, según vosotros, jamás fue escrito. Un libro que sólo trata de la comedia, que odiáis tanto como a la risa. Se trata probablemente del único ejemplar conservado de un libro de poesía de Aristóteles. Existen muchos libros que tratan de la comedia. ¿Por qué este libro es precisamente tan peligroso?”
El abad contesta: “Porque es de Aristóteles y va a hacer reír”.
Baskerville replica: “¿Qué hay de inquietante en el hecho de que los hombres puedan reir?”
El abad: “La risa mata el miedo, y sin miedo no puede haber fe. Aquél que no teme al Demonio no necesita más de Dios”.
Esta frase nos aproxima más de lo que podemos imaginar a la solución de muchos problemas que existen en éste planeta. Muchos de entre los lectores lo saben, o espero que lo descubran luego. Que el lector vuelva pues a leer por segunda vez esa cita. Si una logia secreta engaña el público, mintiéndole y manejándolo para alcanzar un poder político y económico, en detrimento de otros, guardar un secreto puede volverse, como el ejemplo precedente, un instrumento de muerte.
Esto no significa que todas las sociedades secretas sean destructoras o malignas. Por ejemplo, una de las numerosas ramas de los francmasones que surgió en 1307 es oriunda de los templarios, que fueron perseguidos por el Vaticano, por orden del rey francés Felipe IV. Aquéllos que pudieron escapar de la prisión y la tortura impuesta por los inquisidores se refugiaron principalmente en Portugal, Inglaterra y Escocia. Allí trabajaron en secreto durante siglos para traer justicia al mundo y para hacer crecer los derechos de los seres humanos. Pero la historia muestra que, por otro lado, sociedades secretas tales como, por ejemplo, “el 33º grado del Rito Escocés de los francmasones”, pueden ser una fuerza peligrosa capaz de elegir gobernantes, derribarlos y servirse de alianzas secretas para provocar conflictos globales.
Han surgido muchísimos libros que tienen como tema a los Illuminati, pero en su mayoría están disponibles tan solo en inglés. Lo que me molesta es que frecuentemente han sido escritos por fanáticos, ya fueran cristianos, mormones, testigos de Jehová, fanáticos de derechas o de izquierdas.
Seguramente percibieron lo que pasa entre nosotros, pero sus argumentos son muy subjetivos, y finalmente echan las culpas sobre otro grupo o sobre Satán.
Por eso, busco concentrar de forma relativamente sumaria y sin prejuicios los hechos que me parecen más importantes, concernientes a los más diferentes sectores de la política, la religión y las finanzas.
Así, toda persona, incluso no religiosa, que se sienta libre y capaz de reflexionar por sí misma, puede aceptar estos hechos y darse cuenta de las causas, cualquiera que sea el color de su piel. El libro debería, pues, permitirnos comprender por qué los Illuminati no desean que cualquiera pueda tener el derecho a saberlo todo.
Toda vez que nuestro mundo material no puede existir sino en la polaridad, podemos partir del principio que también existe un potencial muy importante de fuerzas positivas y constructoras que mantienen el equilibrio.
La mayoría de seres humanos no es consciente de la existencia de tales fuerzas, ni de los efectos provocados por aquéllos que las utilizan con finalidades muy precisas. Eso explica, entre otras cosas, por qué se dejan engañar aún tan fácilmente.
Mi principal finalidad es mostrar los caminos positivos, incluso tratando de este tema tan negativo, para que podamos tener acceso a nuestra libertad por nosotros mismos.
Así, podremos “desarrollar”, de conformidad con los nuevos tiempos, una nueva comprensión de las fuerzas cósmicas (del griego cosmos = orden); de las organizaciones en su conjunto global; de las relaciones persona a persona, y podremos ampliar nuestra conciencia.
Las Sociedades Secretas Y SU PODER EN EL SIGLO XX
JAN VAN HELSIG 1998
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