Descubriendo la matriz divina. Clave 3
Varios/Otros
Clave 3: Para tener acceso a la fuerza del universo mismo, debemos vernos como parte del mundo en vez de separados de él.
A través de la conexión que une todas las cosas, la "materia" de la cual está hecho el universo (ondas y partículas de energía) parece romper las leyes del tiempo y el espacio tal como una vez las conocimos. Aunque los detalles pueden sonar como ciencia-ficción, son muy reales. Se ha observado, por ejemplo, que las partículas de luz (fotones), se han bilocado, es decir, que han estado en dos lugares distintos separados por muchos kilómetros al preciso instante.
Desde el ADN de nuestros cuerpos hasta los átomos de todo lo demás, la naturaleza parece compartir información más rápidamente de lo que Albert Einstein llegó a predecir que cualquier cosa pudiera, más rápido que la velocidad de la luz. En algunos experimentos, los datos han llegado a su destino, ¡antes de salir de su lugar de origen! Históricamente, se supone que era imposible que dicho fenómeno ocurriera, pero en apariencia, no solamente es posible, sino que además podrían estar mostrándonos algo más que unas simples anomalías interesantes de pequeñas unidades de materia. La libertad de movimiento que demuestran las partículas cuánticas, puede revelar cómo funciona el resto del universo cuando vemos más allá de lo que conocemos de física.
Aunque estos resultados pueden sonar como un libreto futurista de un episodio de Viaje a las estrellas, han sido ahora observados bajo el escrutinio de científicos actuales. De forma individual, los experimentos que producen dichos efectos son ciertamente fascinantes y son dignos de más investigaciones. Sin embargo, considerados en conjunto, también sugieren que puede ser que no estemos tan limitados por las leyes de la física como creíamos. Quizá las cosas son capaces de viajar más rápido que a la velocidad de la luz, y quizá pueden estar ¡en dos lugares a la vez! Y si las cosas poseen esta habilidad, ¿qué será en cuanto a nosotros?
Estas son precisamente las posibilidades que estimulan a los innovadores de la actualidad y que activan nuestra propia imaginación. Es cuando se acopla la imaginación (la idea de algo que puede ser) con la emoción, que se le da vida a una posibilidad que se convierte en realidad. La manifestación comienza con la voluntad de hacer espacio en nuestras creencias para algo que presuntamente no existe. Creamos ese "algo" a través de la fuerza de la conciencia y de la percepción.
El poeta William Blake reconoció el poder de la imaginación como la esencia de nuestra existencia, en vez de algo que simplemente experimentamos ocasionalmente en nuestro tiempo libre. "El hombre es pura imaginación," dijo, aclarando: "El Cuerpo Eterno del Hombre es la Imaginación, es decir, Dios mismo."2 El filósofo y poeta John Mackenzie explicó más a fondo nuestra relación con la imaginación sugiriendo: "La distinción entre lo que es real y lo que es imaginario no puede ser sustentada con precisión..., pues todas las cosas son... imaginarias." 3 En ambas descripciones, los eventos concretos de la vida deben ser primero visualizados como posibilidades antes de que puedan convertirse en realidad.
Sin embargo, para que las ideas imaginarias de un momento en el tiempo se conviertan en realidad en otro momento del tiempo, debe haber algo que las una. De alguna manera, en la fábrica del universo, debe haber una conexión entre las imágenes del pasado y las realidades del futuro. Einstein creía firmemente que el pasado y el futuro estaban entrelazados íntimamente como la materia de la cuarta dimensión, una realidad que llamaba espacio-tiempo. "La distinción entre el pasado, el presente y el futuro," dijo, "es solamente una ilusión obstinadamente persistente."
Por consiguiente, de formas que apenas comenzamos a comprender, descubrimos que estamos conectados, no solamente con todo lo que vemos en nuestras vidas hoy, sino también con todo lo que siempre ha sido, así como con todas las cosas que todavía no han ocurrido.
Y lo que estamos experimentando ahora es el resultado de los eventos que han ocurrido (por lo menos en parte) en un dominio del universo que ni siquiera podemos ver.
Las implicaciones de estas relaciones son enormes. En un mundo en donde un campo de energía inteligente lo conecta todo, desde la paz global hasta la sanación personal, lo que solía sonar como fantasías y milagros en el pasado, de repente se convierte en posible en nuestras vidas.
Con estas conexiones en mente, debemos comenzar a pensar desde una nueva y poderosa perspectiva en la forma en que nos relacionamos con la vida, con nuestras familias e incluso con las personas que apenas conocemos. Lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, todo, desde la más leve y la más hermosa experiencia de la vida, hasta las ocasiones más horribles de sufrimiento, nada puede ahora ser descartado como un evento fortuito.
Claramente, la clave para la sanación; la paz, la abundancia y la creación de experiencias, carreras y relaciones que nos brinden alegría, es comprender lo profundamente conectados que estamos con todo en nuestra realidad.
Extracto de La Matriz Divina.
Gregg Braden.
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