Un viaje desde más allá del tiempo.

Varios/Otros


En el poderoso libro de Yitta Halberstam y Judith Leventhal titulado Small Miracles:

Extraordinary Coincidences from Everyday Life, encontramos una fascinante historia sobre el poder del perdón. Aunque he hecho lo posible por capturar la esencia de este inspirador relato, lo animo a que lo experimente en su totalidad en el texto original. Lo que hace tan interesante esta historia, y la razón por la cual la transcribo aquí, es que este caso de perdón es tan poderoso que transciende el tiempo.

+ La noticia de la muerte de su padre conmocionó a Joey. No se hablaban desde que éste había cumplido los 19 años, cuando se había cuestionado las creencias judías tradicionales de su familia. Para el padre de Joey, no podía haber mayor deshonra que sentir dudas de una filosofía honrada por tanto tiempo. Había amenazado a su hijo con terminar la relación entre ellos a menos que él aceptara sus raíces y dejara de cuestionarse. Joey había sentido que no podía aceptar las exigencias de su padre, y abandonó el hogar para explorar el mundo. Él y su padre jamás habían vuelto a hablarse desde entonces.

+ Fue en un pequeño café en la India en donde un amigo encontró a Joey y le transmitió las noticias sobre la muerte de su padre. Regresó de inmediato a su hogar y comenzó a explorar su legado judío. Profundamente emocionado por las nuevas revelaciones respecto a su procedencia y a la de su padre, Joey se encontró haciendo planes para realizar una peregrinación personal a la tierra en donde comenzaron las tradiciones de su familia, entonces, inició su camino hacia Israel.

En este momento la historia da un giro profundo y místico que nos ofrece revelaciones sobre el poder de la Matriz Divina.

+ Joey se encontraba en el Muro de los Lamentos en Jerusalén, parte de una antigua muralla que permaneció en pie después de la destrucción del templo hace casi 2,000 años. Ahí es donde los judíos ortodoxos acuden todos los días a venerar a Dios, repitiendo las palabras de las mismas oraciones que han sido declamadas por siglos.

+ Joey le había escrito a su padre una nota, declarándole su amor y pidiéndole perdón por el dolor que le había causado a su familia. Siguiendo la costumbre, había planificado dejar una su nota en una de las muchas hendiduras y grietas que se han ido formando con la caída del cemento entre las piedras. Fue entonces cuando Joey encontró el lugar justo para dejar su nota que algo increíble ocurrió, algo que no tiene explicación racional ante los ojos de la ciencia occidental tradicional.

+ Tan pronto Joey colocó su nota en el muro, otro papel cayó de repente de entre las piedras aterrizando justo a sus pies. Era una oración que otra persona había escrito y colocado en el muro, semanas o quizás meses antes. Cuando Joey se agachó a recoger el papel enrollado, lo embargó una extraña sensación.

+ Cuando abrió la nota y comenzó a leer su contenido, reconoció la escritura, ¡era la de su padre! La nota que Joey sostenía en sus manos había sido escrita por su padre y había sido depositada en el muro antes de su muerte.

+ En ella, él declaraba clamor por su hijo y le pedia perdón a Dios. En algún momento de un pasado no muy lejano, el padre de Joey había viajado exactamente al mismo lugar en donde su hijo se encontraba en ese preciso momento.

+ En un giro irónico de sincronismo, su padre había colocado su oración exactamente en el mismo lugar del muro, en donde había permanecido hasta el momento en que Joey llegó ahí.

¡Que historia tan poderosa! ¿Cómo pudo haber ocurrido algo tan extraordinario?

Obviamente, debe haber algún tipo de comunicación entre las realidades y los mundos. Joey vive en el dominio del presente que llamamos "nuestro mundo." Aunque su padre ya no estaba vivo, el judaismo cree que sigue existiendo en otro dominio, en el hashamayim o cielo, el cual reside más allá de nuestro mundo. Se cree que ambos dominios coexisten en el presente y están en comunicación mutua.

Aunque los mecanismos exactos de cómo llegó el mensaje del padre de Joey a sus manos siguen siendo un misterio, una cosa es cierta: para que Joey haya recibido una indicación de que su padre seguía en contacto con él, debe haber algo que los conecta, un medio que provee el contenedor de ambos dominios de experiencia. La Matriz Divina es ese medio, se ajusta a la descripción del lugar que los antiguos llamaron cielo: el hogar del alma que contiene el pasado, el presente y el futuro.

A través del puente de la Matriz Divina, algo hermoso y precioso transpiró entre Joey y su padre. Trascendiendo el tiempo, el espacio y (en esta historia) incluso la vida y la muerte, ocurrió una comunicación que permitió que se sanaran un padre y un hijo, y que dieran por terminado un asunto doloroso. Debemos ver incluso con mayor profundidad nuestra relación con el espacio que crea el aquí y el allá, y con el tiempo que permite el entonces y el ahora, para comprender cómo ocurre esto y por qué.


CUANDO AQUÍ ES ALLÁ

Si nuestro universo y todo en él están verdaderamente contenidos en la Matriz Divina, como lo sugiere el experimento, entonces pronto podríamos descubrirnos redefiniendo nuestras ideas sobre el espacio así como sobre el tiempo. Incluso, podríamos descubrir que las distancias que parecen separarnos de los demás y de nuestros seres queridos, solamente separan nuestros cuerpos. Como vimos en la historia de Joey y su padre, algo en nuestro interior no está limitado por las distancias ni está sujeto a las leyes tradicionales de la física.

Aunque estas posibilidades pueden sonar como materia de ciencia-ficción, también son el tema de estudios serios de investigaciones científicas, tan serios, de hecho, que durante los últimos años de la Guerra Fría, tanto los Estados Unidos como la Unión Soviética dedicaron tremendas cantidades de dinero y de investigaciones para comprender precisamente qué tan real es la Matriz que todo lo conecta. Específicamente, las potencias deseaban saber si era posible navegar grandes distancias a través de la Matriz usando la visión interna de la mente, las habilidades psíquicas de cierto tipo de telepatía llamada visión remota. Los resultados pueden sonar sorprendentemente similares a algunas películas populares de años recientes, y pueden ser muy fácilmente la base idéntica de sus tramas. Los experimentos también hacen que la línea ya borrosa entre la realidad y la ficción, sea todavía más confusa.

En 1970 los Estados Unidos comenzaron oficialmente a investigar la posibilidad de usar métodos psíquicos para "navegar" en la Matriz y ver tierras distantes y objetivos enemigos.

Entonces la CÍA subvencionó los primeros experimentos usando personas psíquicamente sensibles, como los empáticos (individuos capaces de percibir las experiencias de otros sin recibir señales verbales ni visuales), para enfocar sus mentes en lugares confidenciales.Una vez que lograron hacerlo, fueron entrenados para describir lo que encontraban con detalles cada vez mayores. Bajo la sigla de SCANATE, según la frase del inglés correspondiente a "escáner por coordenadas," este programa fue uno de los precursores, que condujo a los estudios ahora famosos sobre visión remota en el Instituto de Investigaciones en Stanford (SRI por sus siglas en inglés).

Aunque en algunos aspectos, la visión remota puede parecer un poco "estrambótica," en realidad está basada en los principios cuánticos del sonido, algunos de los cuales ya han sido explorados en este libro. Incluso los expertos reconocen que nadie sabe exactamente cómo funciona la visión remota. En general, su éxito se atribuye a la idea de la física cuántica, de que aunque las cosas pueden lucir sólidas y separadas ante nosotros, existen y están conectadas a todo lo demás como un campo universal de energía. Por ejemplo, cuando sostenemos una hermosa concha de mar en nuestra mano, desde una perspectiva cuántica, hay una parte energética de la concha que está en todas partes. Puesto que nuestra concha existe más allá del lugar local en donde la tenemos en nuestra mano, se dice de ésta que es "no local."

Un número cada vez mayor de científicos acepta la evidencia experimental de que el universo, el planeta e incluso nuestros cuerpos, son no locales. Estamos en todas partes y siempre. Como afirmaba Russell Targ, aunque podamos estar físicamente separados unos de los otros, aún así podemos estar en comunicación instantánea, y de eso es de lo que se trata la visión remota.

En efecto, se les enseñó a los espectadores del programa SCANATE a estar concientes en sus sueños, o sea a tener sueños "lúcidos". En este estado alterado, le dieron a su conciencia la libertad de enfocarse en lugares precisos. Estos lugares podían estar en otra habitación del mismo edificio o del otro lado del mundo. Aclarando la conexión de nuestro universo en el dominio cuántico, Targ enuncia: "No es más difícil describir lo que ocurre en las lejanías de la Unión Soviética, que lo que ocurre al otro lado de la calle."4 Los aprendices pasaban por hasta tres años de enseñanzas antes de ponerlos al frente de misiones secretas.

Los detalles de los proyectos de visión remota del ejército de los Estados Unidos, los cuales han sido puestos a disposición del público solamente hace poco, describen por lo menos dos tipos de sesiones. La primera, llamada visión remota coordinada, involucra las descripciones de los espectadores sobre lo que encontraban en coordinadas geográficas específicas, identificadas por latitud y longitud. La segunda, llamada visión remota extendida, está basada en una serie de técnicas de relajación y meditación.

Aunque los detalles varían según el método, en general, los procedimientos de visión remota comienzan con las personas entrando en un estado apacible de relajación, puesto que en este estado, están más abiertos a recibir impresiones sensoriales de lugares distantes.

Durante las sesiones, por lo común hay otra persona como guía, cuyo papel es ayudar al que visualiza pidiéndole que observe detalles específicos. A través de una serie de protocolos que permiten que la persona que visualiza distinga las impresiones que son importantes para la "misión" en particular, es capaz de describir lo que ve con niveles cada vez más intensos de profundidad en los detalles. Las indicaciones del guía parecen separar esta forma de visión remota controlada de los sueños lúcidos, que a menudo ocurren espontáneamente durante el sueño.

Las implicaciones respecto a la confidencialidad fueron enormes y abrieron las puertas a una nueva era de reuniones de servicios secretos con menos riesgos para las personas involucradas; con menos riesgos, es decir, hasta que los programas de visión remota fueron cancelados a mediados de la década de los noventa. Con nombres intrigantes, como Proyecto Stargate, el último fue "oficialmente" terminado en 1995. Aunque el proceso fue considerado por algunos como ciencia "marginal" e incluso fue descartado por completo por escépticos militares, se comprobó un número de sesiones de visión remota exitosas que no podían ser atribuidas a coincidencias. Algunas de ellas incluso salvaron vidas.

Durante la primera Guerra del Golfo en 1991, se les pidió a practicantes de visión remota que buscaran misiles enemigos escondidos en los desiertos del occidente de Irak.5 El proyecto señaló con éxito lugares de misiles específicos y eliminó otras áreas para que no fueran consideradas. La ventaja de dichas búsquedas psíquicas es obvia. Al limitarse a unos cuantos lugares posibles en donde podrían estar las armas, puede ahorrarse desde tiempo hasta gasolina y dinero. Sin embargo, el mayor beneficio eran las vidas de los soldados. La búsqueda remota de misiles letales reducía el riesgo de los soldados, quienes tradicionalmente habrían tenido que realizar dicha misión desde tierra.

La razón por la cual menciono estos proyectos y técnicas aquí es porque demostraron con éxito dos cosas que son claves en nuestra comprensión de la Matriz Divina. Primero que todo, indican de nuevo que la Matriz existe. Para que una parte de nosotros viaje a lugares distantes y vea los detalles de cosas que son muy reales sin levantarnos de la silla en donde estamos, debe haber algo por donde pueda viajar nuestra percepción. Mi punto clave aquí es que la persona que visualiza tiene acceso a su destino, sin importar en donde esté.

Segundo, la propia naturaleza de la energía que hace posible la visión remota, muestra la conexión holográfica que parece ser parte de nuestra identidad. En la presencia de la evidencia de la Matriz Divina, comienzan a desquebrajarse las viejas ideas de quiénes somos y cómo funcionamos en el espacio y el tiempo.



Extracto de La Matriz Divina.
Gregg Braden

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