El Hombre y el Descubrimiento del Mundo Oculto. IV
V.B. Anglada
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Leonor.- Estaba pensando en que ciertas cosas que nos parecen un poco pesadas en el mundo de los deseos al que nadie se atreve a aludir, que es el que provoca retraso quizás de encontrar nuestro fin, pero es que quizás, empezando por abajo, en un aspecto muy sencillo, una educación diferente de la que hemos recibido hasta ahora que nos enseñara a manipular nuestra…, y que quizás nos enseñara a utilizar ciertos aspectos de nuestra personalidad que hasta ahora hemos utilizado solamente para satisfacciones personales. Cuando se nos enseñe el verdadero uso de estas cualidades físicas y emocionales a través una generación o dos, les será facilísimo a estos niños o jóvenes, entonces inmaduros, les será más fácil llevar el mundo de los deseos al de una conciencia superior, pero ahora hemos vivido unas generaciones en las que sólo se ha estimulado, digamos, de peso, el aspecto que pesa más. Se ha estimulado todo, se ha hecho comercio de todo lo que debemos de apartar de nosotros, entonces el mundo vive sumergido en estos aspectos, y sólo somos unos cuantos que queremos avanzar, pero vivimos inmersos en esta sociedad todavía, por eso espero que habrá una educación salida de personas que tengan la mente sana y ocasión de utilizar unos conocimientos nuevos para educar a las nuevas generaciones, que creo que el equilibrio de carácter será lo primero que tendrán que conseguir, la emoción, o sea, los aspectos sensoriales tendrán otros fines porque serán ya educados para otros fines distintos para los que se ha educado hasta ahora. Es dificilísimo que ahora entre la humanidad se encuentre equilibrio. Ha vivido sumergida durante siglos en un caos erótico, en un caos solamente de sensaciones, de egoísmo, por eso la gente tiene en cuenta si hay más vicio o menos vicio, no habrá nada de esto, sucederá que se utilizarán las cosas de un modo normal, y esta normalidad llevará a una más fácil elevación. Entonces, por eso, cuando Krishnamurti decía que hay que perder la voluntad, muchas personas creían que había de ser que la persona debía dejarse llevar continuamente sin pensar que antes tenía que llegar a esta perfección antes de perder esta voluntad. O sea, que me gustaría que explicaras un poco mejor este aspecto de la voluntad, porque muchos no creían aquello que escuchaban a Krishnamurti en Suiza, que tú sabes bien, muchos decían que no había que tener voluntad, que había que dejarlo todo porque entonces es cuando hablaría la divinidad, ¿y cómo puede hablar la divinidad si tenemos un cuerpo que no está educado?
Vicente.- Bueno, la educación depende también de la capacidad de los educandos. Los educadores son otro cantar, hay que educar a los educadores para las nuevas técnicas y para las nuevas humanidades que surgirán en el futuro, que exigirán más de la vida de lo que hemos exigido nosotros y también serán más responsables en razón de sus exigencias. Pero, la voluntad en sí, como el poder de realizar las cosas, no es naturalmente la pasividad ni la quietud. Antes la persona santa, la persona mística o reputada como mística, era aquella que estaba en silencio y se pasaba el día en oración, pero esta oración sin un concepto no intelectivo pero sí lógico de la vida, le da una fruición a ese sentimiento de la divinidad en sí, es decir, que el silencio, esta capacidad de síntesis en la cual el intelecto se convierte solamente en un instrumento de la voluntad y no en la meta de la humanidad, entonces, existe una característica realmente bien definida, yo diría de síntesis, que permite saber lo que es la voluntad aliada al intelecto o lo que es la voluntad de Dios actuando cuando la mente está realmente vulnerable, no pasiva, vulnerable, vacía, eternamente vacía, creadoramente vacía. ¿Por qué?, porque una mente vacía puede ser llenada de la gloria de Dios, en tanto que una mente intelectual solamente puede estar llena de ideas ¿Se dan cuenta de lo que es la idea y de lo que es la santificación arquetípica de la vida? El proceso está aquí, en este punto, pero estamos aferrados al intelecto como a los conceptos tradicionales y a los sistemas educativos, porque somos responsables de los sistemas educativos ya que es nuestra necesidad absoluta la que crea la civilización. La cultura de un pueblo es esto, la capacidad que tiene el individuo de exigirle a la vida aquello que precisa, no mendigando sino exigiendo. No podemos saber el poder de la voluntad dinámica o fuego de la divinidad si no conocemos el fruto del sacrificio, porque naturalmente les he hablado a ustedes de la pérdida total del libre albedrío, pero no les he hablado a ustedes del sacrificio que presupone llegar a este punto, ¡cuántos años de lucha para perder la personalidad, para hallar el arquetipo, constantemente inmersos en un mundo en conflicto, estando en el mundo pero sin pertenecer al mundo!. El proceso es éste, lo sabemos porque en los Evangelios y en el Bhagavad Gîta, y en la Biblia está todo, lo que pasa con el diablo es que se apoya incluso en versículos de la Biblia si conviene ¿Por qué?, porque está hecho de manera intelectual, y si la persona no tiene intuición se le escapará la verdad como se escapa la verdad en una pequeña noticia de prensa, porque leemos la letra pero hay que vivir del espíritu que anima la letra. No hay ningún político real, ningún diplomático que lea solamente la letra, sino que busca el trasfondo, y me pregunto por qué no podemos ser políticos del entendimiento superior, verdaderos diplomáticos del carácter para entendernos con las gentes. Y cuando hablemos de educación, como decía la señora, ¿somos nosotros responsables de la educación de nuestros hijos? Porque no hemos sido responsables de la propia educación y hemos hecho un sacrifico para auto-educarnos cuando todo nuestro mundo que nos rodea estaba yendo contra nosotros, no hemos tenido estudios necesarios y no obstante podemos establecer diálogos en todos los niveles con toda clase de gentes ¿Por qué?, porque por encima de la educación técnica existe la educación espiritual, esta aristocracia a la que se refería Platón, precisamente esta aristocracia es la que hay que buscar en todas las cosas, esta elegancia en el vivir, en el moverse, en el establecer contactos con las gentes. De no ser así, toda educación basada únicamente en conceptos descriptivos, en instrucciones e informaciones será falsa, porque esto lo puede hacer una computadora electrónica. La nueva educación empezará con la computadora electrónica y terminará dándole al hombre la capacidad de síntesis, o, es decir, la informática, ya que la computadora es un aparato registrador de intelectos, la suma del intelecto crea el conocimiento, y el conocimiento variado, profuso, es lo que constituye una computadora, pero la computadora no hará otra cosa que suministrar conocimientos. Entonces sí, aprovechemos las computadoras para que tengamos tiempo de preparar una buena informática, suministrando datos nuevos, esta novedad informática es el sacrificio de nuestra civilización. ¿Seremos capaces de informar a las computadoras o seremos un elemento más de la computadora? Porque como hemos dicho antes, todo el sistema competitivo de la educación se haya centrado en la memoria y en el intelecto, y en tanto no existan fulgores de creación la educación será falsa, fallará por su base, porque crearemos solamente memoriones, personas con gran capacidad intelectiva pero no con capacidad creadora o de síntesis.
Interlocutor.- Démonos cuenta del conocimiento que se nos está dando hoy aquí en la escuela y, claro está, debo de manifestar mi alegría y mi gratitud a los que van viniendo a expresar su conocimiento con esta humildad, con esta nobleza para con nosotros; pero, ahora bien, dentro de lo que se ha manifestado como para el día de mañana será la cultura y cómo el hombre trabaja para ser, como una computadora para que vaya dando conocimientos, yo debo de deciros que el conocimiento del mañana esta escuela lo tiene preparado para que cuando vengan hermanos dando lo que es a ver la luz del conocimiento se pueda empezar aproximadamente un día de fiesta a las diez de la mañana y terminar al cabo de cuatro o cinco horas y después habrá una continuación. Eso quiere decir, que tal como dice, hay que preparar, si ya voy preparando pero no llega el momento de esta preparación si no es que vengan hermanos como él dando la luz para poder dar luz al mundo, para que el mundo siga con luz, para este conocimiento de la Nueva Era, la cual nos lleva a que todos podamos tener conocimientos. Porque ahora parece que tenemos conocimiento pero ignoramos el verdadero conocimiento, porque solamente lo recogemos por etapas, y es preciso en relación con lo que se ha manifestado que lo recojamos a caudales, porque claro, se ha manifestado también la cuarta, tercera, segunda y quinta dimensión, y yo debo decir que podría manifestar cuando dentro de estas manifestaciones cuando he dicho que junto a un hermano así la sexta y séptima dimensión, porque para mi he de decir que el espíritu y el alma dentro de su quinta dimensión llevan la sexta y la séptima. No puedo deciros nada más sino que esperar, tal como ya os he dicho, que pueda juntarme con hermanos así de luz para empezar a las diez de la mañana y entonces entre la dualidad veréis como sale la luz a raudales porque no hay contrariedad dentro de la unidad, sino que todo es armonía y hemos de buscar esta armonía para que todos a una vayamos acordes a la luz.
Vicente.- ¿Hay alguna otra pregunta?
Interlocutor.- Quería preguntar. Esta Nueva Era ¿qué es para nosotros, un perdón a nuestra ignorancia pasada o un premio por el sufrimiento de haber sufrido ignorancia?
Vicente.- Yo diría que es una oportunidad, simplemente, una oportunidad. Las eras no vienen por la voluntad de los hombres sino por la voluntad de Dios. Una era viene por la progresión de los universos. Cuando determinados planetas inciden en una franja del cielo por donde debe atravesar la Tierra, se crea lo que llamamos el dinamismo de los espacios interestelares, y a aquella fuerza dinamizada por ciertas entidades psicológicas de elevada trascendencia se le llama simplemente, una Era. Conocemos las eras del pasado y vamos delante hacia el futuro; estamos terminando una era, que es la de Piscis, de una manera astrológicamente enunciada, y estamos penetrando ya en la era de Acuario, entonces, ¿qué nos dará Acuario, me pregunto? ¿Qué es lo que podemos ofrecer de Acuario nosotros? Es decir, que preguntamos siempre qué es lo que trae Acuario, pero yo preguntaría qué es lo que podemos ofrecer. Fíjense bien, que incluso el Padrenuestro, que ha sido la plegaria universal por excelencia durante dos mil años, está perdiendo su sentido por el hecho de que solamente se le está pidiendo al Padre, entonces tiene que haber una reorientación absoluta de actitudes cuando en la oración al Padre le digamos ¿qué es lo que podemos ofrecerte? Entonces, una era es una oportunidad, pero más que por lo que trae para nosotros como perdón o como castigo, como decía la señora, más por el sentido de la responsabilidad, que es lo que podemos ofrecerle a Dios a través del contacto con nuestros hermanos. Ya volvemos al principio, las eras vienen por el impulso cíclico de los espacios siderales ocupados por universos, pero ¿qué dice el principio astrológico cuando se refiere a la parte oculta de las estrellas? Que las estrellas influyen pero no obligan. Las estrellas como son entidades como nosotros, pero dentro de una elevada complacencia imposible de describir, es lógico que también inunden los éteres con sus pensamientos y emociones que están más allá y por encima de nuestro entendimiento, y aquello es crear en el éter ciertas sustancias que podemos aprovechar o despreciar, ya no dependerá de la era, dependerá de nosotros, porque todo lo tenemos ya en lo que nos rodea, sólo nos falta adquirir la capacidad de recibirlo. Es decir, que yo creo que toda pregunta inteligente, contiene en sí la respuesta inteligente, así que yo creo precisamente, que estamos forjando ahora mismo una nueva era; estamos de acuerdo y durante el tiempo en que estamos juntos parece ser que se ha ido creando una unificación de propósitos y voluntades que es, precisamente, lo que se nos dice que va a traer la Nueva Era. Luego, para qué hablar de la Nueva Era, si ya estamos viviendo aquello, es cuando no estamos viviendo aquello que hablamos de las oportunidades de la Nueva Era, porque el santo es santo en la era que sea, y ha habido altos iniciados en todas las eras, con más esfuerzo y más virtudes de su parte que ahora que parece ser que la evolución del tiempo, la evolución de la técnica facilita enormemente nuestro trabajo. Pero, por otra parte, podemos caer en el vicio de la comodidad de todas las conquistas materiales que hemos ido adquiriendo y consiguiendo a través del tiempo, luego una era como la de Acuario nos va a traer una gran flexibilidad mental que muchos empezamos ya a tener ahora. Yo podría decir que las eras dependen más de los hombres que de las propias eras, la evolución, ¿quién crea una sociedad? ¿Quién crea un tipo de civilización en marcha? No es algo que está flotando en el éter; sí, existen fuerzas en el éter, pero ¿quién las manipula?, ¿quién tiene el deber de manipular las fuerzas en el éter? El hombre, el rey de la creación, el 4º Reino de la Naturaleza buscando al quinto, de aproximación a Dios. Por lo tanto, estamos en un punto, y repito muy sinceramente, muy honradamente, en el cual debemos definir una actitud ante la vida, esta actitud debe ser individualmente la realización de nuestro objetivo inmediato, que es la liberación de nuestra individualidad, como grupo es el establecimiento de un plan jerárquico de relaciones humanas correctas. En el plan de la educación no podemos aspirar a una educación sana, certera y profunda si nuestra mente está todavía presa del intelecto y del razonamiento frío y calculador. En el mundo social, en el mundo político —la política de las naciones, me refiero— no podemos aspirar a buenos gobiernos si no somos buenos ciudadanos, porque en definitiva es el ciudadano el que crea al gobierno. Yo me pregunto, ¿por qué estamos criticando a los gobiernos y no nos autocriticamos? Hay la tendencia a querer poner el peso de la vida sobre los demás y no sobre nosotros, por lo tanto, otro punto de atención y de responsabilidad, en vez de criticar, autoexaminémonos. Reflexionemos y busquemos una seguridad espiritual y proyectemos esta seguridad a nuestro alrededor, que es la única manera de crear relaciones humanas de simpatía, correctas, lo cual todavía no sucede, porque ahí estamos bien, en silencio, y todos estamos de acuerdo en que somos hermanos y que la única ley que impera en el Universo es la fraternidad, y cuando salimos a la calle si nos pisotea alguien ya estamos reaccionando de nuevo, entonces eso significa que sólo era un barniz, nos hemos pintado por encima, nos hemos empolvado simplemente de eternidad, pero en contacto con el mundo caemos en el error de siempre. Entonces, me pregunto, y les pregunto a todos ustedes, si es posible que podamos organizar la vida de una manera tan equitativa, salvo los fallos que tenemos todos, vacíos que parecen insalvables, para establecer cordialidad de relaciones. No se nos pide que seamos sabios, solamente que seamos humanos, no se nos pide que entremos todos por este camino estrecho que conduce al Adeptado. Los propios adeptos dicen: "Sed buenos ciudadanos", porque ¿cómo podemos ser buenos discípulos y buenos maestros si no somos buenos ciudadanos? Ese es el problema, siempre estamos con este problema, to be or not to be, that is the question. Siempre estamos en el mismo punto, que todo lo que pasa somos nosotros, que todo está en nosotros y que la única manera de salvación para la humanidad es galvanizar los éteres que nos circundan con el dinamismo de la acción correcta. Solamente esto.
Interlocutor.- Parece que hay alguna opinión que dice que ya ha empezado, o sea, que el descenso de la materia ya ha sido y que ahora ya se va subiendo. Me hago esta pregunta, a mi parecer no, me parece que todavía la humanidad no está en subida ¿verdad?
Vicente.- Pues mire, la humanidad está aquí, es una evolución. La evolución es un árbol, en tanto el árbol exista, habrá esto, ¿es que nosotros podemos criticar a las raíces? En las raíces está toda la ciencia del árbol. La involución está aquí, ¿qué haríamos sin involución? Tenía que haber un estado de permanente involución para que nosotros podamos acercarnos a la vida material donde realizamos la evolución. Ahora bien, fíjense bien, que estoy hablando de energía, entonces la energía de la involución que está constantemente en la humanidad, está ascendiendo en forma de savia o de corriente hasta que da los frutos de la humanidad que son los Maestros de Sabiduría. Tenemos el ser más involucionado, digamos, o en un plano de reino, el reino mineral, el vegetal, el animal, ascendiendo hasta el ser humano…, es decir que la evolución y la involución se complementan. ¿O es que podemos nosotros hacer medio círculo de la vida solamente? El círculo es completo, una línea que desciende y otra que asciende, pero constantemente.
Interlocutor.- Me refiero a la humanidad entera.
Vicente.- Sí, sí. Pero yo te decía, sobre todo para los esoteristas, el criticar por ejemplo a las personas más involucionadas que están, según categorías, en las partes más bajas del árbol de la humanidad, pero es que resulta que todo el gigantesco árbol de la evolución se apoya en las raíces. Fíjense bien, cuando nacemos estamos creando un círculo que conduce a la muerte, salimos al misterio, damos una vuelta infinita y volvemos al misterio, y el misterio es la muerte pero al mismo tiempo es el nacimiento, y a ustedes cuando a la rueda del nacimiento le llaman involución y a esta corriente que asciende evolución. Es igual, pero el círculo nunca deja de funcionar, como nunca deja de funcionar la Rueda de Samsâra de Muerte y Nacimiento, en tanto exista necesidad de la creación de manifestarse en cosas creadas existirá la ley de muerte y nacimiento. Ahora, ustedes le llaman involución al nacimiento…, es una forma de evolución la involución.
Conversaciones Esotéricas.
Barcelona, 8 de Marzo 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) 19 Diciembre 2006
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