El Despertar en Villa Ciruelo.
Varios/Otros
Nuestros trabajadores necesitan no sólo un día a la semana, sino también un mes al año. Estoy seguro que recuerdas la carta que escribí a Thai Chau Toan hablando del proyecto de Villa Ciruelo que iba a ser la casa espiritual para los trabajadores sociales tal y como Phuong Boi lo fue para nosotros en el pasado.
Necesitamos una Villa Ciruelo a la que regresar después de meses de trabajo, un lugar en el que plantar verduras, hierbas, pasear, jugar con los niños que vivan en el pueblo y practicar meditación y atención mental. Thai Chau Toan me escribió hablando de este proyecto, sugiriendo el nombre de “escuela de jóvenes del Servicio Social”. Me decía que esperaba encontrar un terreno en las montañas para construirlo, donde el clima también fuera adecuado para plantar ciruelos. Entonces yo le sugerí el nombre de Villa Ciruelo, nombre más bonito y alegre para esta tierra espiritual que el de la Escuela de Jóvenes del Servicio Social.
Y porque Thai Chau Toan era un artista, le anticipé la belleza del pueblo que quería planear y construir. Le pedí que dejara todas las rocas que encontrase en el lugar, ya fuera en los riachuelos o en las montañas y que tratara de conservar tantos árboles, grandes o pequeños como pudiera. El pueblo tendría un edificio comunal, bosquecillos y senderos para pasear. Y tendría que haber jardines de ciruelos, de los cuales tomaría el nombre.
Debes estar riéndote de mí, Quang, por vivir en el futuro. Y lo estoy, pero también vivo el presente. Aquí en Francia, también cultivo diversos tipos de hierbas. (Tuyet me envió recientemente más semillas pero no puedo plantarlas hasta que vuelva el buen tiempo). As”I que ya tengo una especie de Villa Ciruelo y s”e que Villa Ciruelo ha comenzado a existir en ti.
Quang, tú y nuestros amigos debemos continuar con el proyecto de construir Villa Ciruelo. Villa Ciruelo, también una realidad física, será una imagen vívida, refrescante y cálida en nuestros corazones. Todos los trabajadores que se casen y tengan hijos deben seguir volviendo a Villa Ciruelo todos los años con sus familias. Villa Ciruelo nos unirá. Cuidaremos de nuestro pueblo, organizaremos actividades para los niños y crearemos una atmósfera de amor y renovación para cada persona. Cada trabajador, él o ella, cuando vuelva al pueblo se sentirá inmediatamente bienvenido. Durante el mes de retiro en Villa Ciruelo, un trabajador podrá jugar con los niños, (estoy seguro de que el número de Hai Trieu Ams será considerable leer, sentarse al sol, cultivar verduras, meditar, liberarse de las cargas de preocupaciones y ansiedades que ha construido y reemplazarlas por comprensión y amor.
* El Guijarro
¿Por qué debe meditar un trabajador? En primer lugar para lograr un total descanso. Tú sabes, Quang, que incluso una noche de sueño no proporciona descanso total. Las vueltas y revueltas, la tensión de los músculos faciales, los constantes sueños..., a duras penas puede, todo esto ser considerado descanso.. Ni estar tumbado es descansar; puesto que sigues dándote vueltas es, por lo menos, porque aún te sientes desasosegado. El estar tumbado sobre la espalda, con los brazos y las piernas extendidas pero no rígidas y la cabeza sin el soporte de la almohada, es una buena posición para practicar respiración y descansar todos los músculos, pero es también una posición en la que es más fácil quedarse dormido. No es posible profundizar tanto en la meditación estando tumbado como estando sentado, en cambio es posible descansar totalmente en posición sentada y en cambio profundizar más en la meditación para resolver las dudas y preocupaciones que interfieren o bloquean tu conciencia.
Sé que entre nuestros trabajadores hay muchos que pueden sentarse en la posición del loto, pié izquierdo colocado sobre el muslo derecho y el pié derecho colocado sobre el muslo izquierdo. Otros pueden sentarse en medio loto: el pié izquierdo colocado sobre el muslo derecho o el pié derecho colocado sobre el muslo izquierdo. En nuestra clase de meditación en París, hay gente que no se siente cómoda en ninguna de las dos posiciones y les he enseñado a colocarse a la manera japonesa, con las dos rodillas dobladas y descansando sobre las dos piernas. Si se coloca un almohadón bajo los pies, es posible permanecer sentado así durante más de una hora y media. Sin embargo, cualquiera puede aprender a sentarse en la posición de medio loto, aunque al principio resulte algo doloroso; pero tras algunas semanas de prácticas, gradualmente la postura se irá haciendo más cómoda. Durante el periodo inicial, cuando el dolor puede ser molesto, se puede alternar la posición de las piernas o cambiar a otra posición sedente. Si uno se sienta en la posición del loto o del medio loto se debe utilizar un cojín para que ambas rodillas toquen el suelo. Los tres puntos de contacto con el suelo creados por esta posición proporcionan una gran estabilidad.
Es muy importante mantener la espalda erguida; el cuello y la cabeza deben estar alineados con la columna vertebral que debe estar derecha pero no rígida o amazacotada. Enfoca la mirada a unos dos metros por delante y mantén una semisonrisa...
Ahora comienza a seguir la respiración y relaja todos tus músculos.
Concéntrate en mantener la espalda erguida siguiendo el ritmo respiratorio.
Cualquier otra cosa déjala pasar. Déjalo pasar todo; si quieres relajar los músculos de la cara, tensados por las preocupaciones, el miedo o la tristeza, deja que la media sonrisa emerja a tu cara; en cuanto aparezca la media sonrisa todos los músculos faciales comenzarán a relajarse. Cuanto más tiempo se mantenga esa media sonrisa, mejor. Es la misma sonrisa que se ve en la cara del Buda, Quang.
Coloca la mano izquierda, con la palma hacia arriba, sobre la palma derecha; deja que se relajen todos los músculos de las manos, dedos, brazos, y piernas. Deja pasar todo, como las plantas acuáticas que ondean con la corriente, mientras bajo la superficie del agua el lecho del río permanece tranquilo. No te preocupes de nada excepto de la respiración y la media sonrisa.
Para los principiantes, es mejor no prolongar la posición por más de 20 o 30 minutos. Durante ese tiempo, deben ser capaces de conseguir un descanso total. La técnica para obtener este descanso yace en dos cosas:
vigilar y dejar ir; vigilar la respiración y dejar ir todo lo demás. Suelta cada uno de los músculos del cuerpo y tras unos 15 minutos aproximadamente es posible lograr una profunda quietud llena de paz y alegría interior. Mantén esa tranquilidad.
Algunas personas ven la meditación como un esfuerzo y desean que el tiempo pase r”apidamente para descansar después. Esas personas, no han aprendido todavía a sentarse. Si te sientas correctamente es posible hallar total relajación y paz en la posición de sentado. A menudo sugiero a esas personas que mediten en la imagen de un guijarro arrojado a un río para que puedan encontrar esa paz y descanso en la posición de sentados.
¿Cómo se debe usar la imagen del guijarro? Siéntate en cualquier posición que te resulte confortable, loto o medio loto, la espalda erguida, la media sonrisa en la cara; respira con lentitud y profundidad, siguiendo cada respiración, siendo uno con ella; deja pasar todo e imagínate que eres una piedrecita arrojada a un río. La piedra pasa a través del agua sin esfuerzo.
Desapegada de todo, lentamente se va hundiendo hasta alcanzar el fondo, el punto de descanso perfecto. Y tú, el practicante, eres como un guijarro que se ha arrojado a sí mismo al río, ausente de todo lo demás; todo tu centro es tu respiración, no necesitas saber el tiempo que tardarás antes de alcanzar el punto de perfecto descanso sobre el lecho de fina arena bajo el agua. Y cuando te sientas tan descansado como el guijarro que ha alcanzado el lecho del río, ese será el punto en el que encontrarás tu propio descanso. Ya no te sientes empujado ni atraído por ninguna otra cosa; sabes que si no puedes encontrar alegría y paz en ese preciso instante, el futuro fluirá como fluye el río, no podrás retroceder, serás incapaz de vivir el futuro cuando ese futuro sea ya el presente. La alegría y la paz sólo son posibles en ese preciso instante y si no lo hallas aquí no las encontrarás en ningún otro lugar.
No persigas tus pensamientos como la sombra persigue su objeto; no corras tras tus pensamientos como el alma robada corre tras su amuleto mágico. No lo pospongas, encuentra tu paz y tu alegría en ese preciso instante.
Este tiempo es tu tiempo, este lugar en el que te sientas es tu lugar. Y son este preciso momento y este preciso lugar en los que tú puedes llegar a ser un Buda y no, desde luego, bajo algún árbol Bodhi o en alguna vida lejana. Practica esto durante unos meses y empezarás a comprender lo que es el deleite de la Meditación. El deleite de la Meditación (Dhyana) es la alegría que se experimenta cuando se está sentado en meditación. (Años atrás, cuando todavía teníamos Phuong Boi, Thaiy Thanh Tu construyó una cabaña de meditación sobre la cima de Phuong Boi y la llamó la “Cabaña de la Delicia de la Meditación”.
Sabes que la facilidad para sentarse depende de si uno practica la atención mental poco o mucho cada día, y depende de si uno se sienta o no con regularidad. En la Pagoda de Phap Vann acostumbrábamos a organizar una sesión cada noche, digamos de 10 a 11, para que los trabajadores fueran a sentarse. Quien lo deseaba se sentaba durante media hora y si querían durante una hora completa.
* Reconocimiento
Alguien podría preguntarse: ¿es la relajación la única meta de la meditación? De hecho la meta de la relajación va mucho más allá de todo eso. Aunque la relajación es el necesario punto de partida, una vez que se ha efectuado la relajación, ya es posible realizar un corazón tranquilo y una mente clara. Realizar esto es haber ido lejos en el sendero de la meditación.
Deberíamos recordar siempre que la atención sobre la meditación es un método maravilloso en toda ocasión, no solo para los principiantes. En el siglo tercero, el Maestro Zen Tang Hoi escribí”o en su comentario al Anapanasati Sutra: “La atención sobre la respiración es el gran vehículo del Buda para salvar a todos los seres atrapados en el ciclo de la vida y la muerte”. Medir, seguir y sustentar la respiración son los medios maravillosos para sustentar la propia mente.
Por descontado que para sustentar nuestra mente y calmar nuestro pensamiento, debemos también practicar la atención mental sobre nuestros sentimientos y percepciones. Para sujetar la mente, hay que practicar la atención sobre la mente. Hay que aprender a observar y reconocer la presencia de cada sentimiento y pensamiento que surja en nosotros. El Maestro Zen Thuong Chieu, casi al final de la dinastía Ly, escribió: “Si el practicante conoce bien su propia mente obtendrá resultados con poco esfuerzo. Pero si no sabe nada acerca de su propia mente, todos sus esfuerzos serán en vano”. Si quieres conocer tu propia mente, solo hay un camino: observar y reconocer todo lo que se relacione con ella. Esto debe hacerse en todo momento, no sólo durante la hora de meditación sino también en la vida diaria.
Durante la meditación pueden surgir varios sentimientos y pensamientos. Si no practicamos la atención sobre la respiración, estos pensamientos pronto nos apartarán de la atención mental. Pero la respiración no sólo es un medio para ahuyentar tales pensamientos y sentimientos. La respiración es el vehículo que une el cuerpo a la mente y abre las puertas de la sabiduría. Cuando surge un pensamiento o sentimiento, nuestra intención no debe ser ahuyentarlo, pues si continuamos concentrándonos en la respiración el sentimiento o pensamiento se aleja naturalmente de la mente.
Y si nuestro comportamiento no debe ser ahuyentar, odiar, preocuparse o asustarse, ¿qué es exactamente lo que debemos hacer al respecto?
Sencillamente, acusar su presencia. Por ejemplo, si surge un sentimiento de tristeza reconocer inmediatamente: “Acaba de surgir en mí un sentimiento de tristeza”. Si ese sentimiento continúa, seguir reconociendo “todavía hay en mí un sentimiento de tristeza. Si, por ejemplo, surge un pensamiento tal como “es tarde pero los vecinos están haciendo mucho ruido”, admitir que el pensamiento de que es tarde y los vecinos están haciendo mucho ruido ha aparecido. Y si el pensamiento se mantiene, seguir reconociéndolo. Y reconocer de la misma manera cualquier sentimiento o pensamiento que pueda surgir. Lo esencial es no permitir que surja algún sentimiento o pensamiento sin reconocerlo con atención mental, como el guardián de un palacio que se da cuenta de cada cara que pasa por el corredor.
Si no hay ningún sentimiento ni pensamiento, reconocerlo así. Esta práctica significa estar atento a los propios pensamientos y sentimientos.
Practicando de esta manera pronto llegarás a sujetar tu mente. Se puede unir el método de la atención en la respiración con el de la atención en los sentimientos y pensamientos.
Thich Naht Hanh
Extracto de: Como lograr el milagro de vivir despierto
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