Ley de Fractapeiron.

Varios/Otros


Los fenómenos infinitos que acontecen en su verdadera magnitud como una unidad primordial, suelen ser apreciados de forma relativa por un marco de referencia particular, como el nuestro por ejemplo, así, la naturaleza se rige en estos casos mediante una Ley de Dualidad, que determina que un único acontecimiento primordial se desdoble o dualice, ante el registro de un marco de referencia particular, como dos factores que son opuestos, complementarios, e interdependientes entre sí; de modo que ambos factores se encuentran en un estado dinámico de tensión y equilibrio, donde el aumento de uno determina la disminución proporcional del otro.

Un marco de referencia particular como el nuestro siempre contextualiza la realidad que experimenta, en función de la posición localizada que ocupa dentro del Universo; producto de lo cual este marco de referencia particular queda siempre relegado a experimentar de forma relativa el gran Cosmofractal, y a registrar así su sistema continuo de forma dualizada como dos polos opuestos y complementarios entre sí, que corresponden específicamente al horizonte macrocosmos y el horizonte microcosmos.

En consecuencia, tanto el punto donde culmina la fuga infinita hacia el horizonte macrocosmos, como el punto donde culmina la fuga infinita hacia el horizonte microcosmos, son inherentes a cada punto que conforma el sistema continuo del gran Cosmofractal; de este modo si el marco de referencia particular cambia su posición o escala de referencia, consecuentemente dentro de su registro cambian de posición los puntos de fuga de los horizontes macrocosmos y microcosmos.

A modo de ejemplo, cuando el hombre experimenta de forma relativa la morfología continua del gran Cosmofractal, ocurre en cierto grado un fenómeno similar a cuando un hombre experimenta la morfología continua, de la superficie del planeta Tierra. De este modo independiente del país en que nos encontremos, siempre percibiremos que la superficie del planeta se dualiza en dos polos opuestos y complementarios entre sí, llamados Este y Oeste; así desde nuestra ubicación percibiremos siempre que la superficie terrestre, se desdobla hacia un punto de fuga situado en el horizonte Este, y hacia un punto de fuga situado en el horizonte Oeste.

En consecuencia ambos horizontes Este y Oeste son inherentes a cada punto de la superficie del planeta, y así si el marco de referencia particular cambia su posición, consecuentemente dentro de su registro cambian de posición ambos horizontes Este y Oeste.

Los fenómenos infinitos que se configuran específicamente como recursividades infinitas de un determinado patrón, suelen manifestarse en función de un principio fundamental de equivalencia, que se puede definir básicamente como Principio de Homosaptica.

“homos” (igual), “aptos” (abrazar).

De este modo el Principio de Homosáptica ocurre cuando un acontecimiento “A”, se encuentra configurado como un proceso de recursividad infinita de un determinado patrón, de forma tal que en el límite último de la progresión infinita de este mismo patrón, se produce un efecto de transmutación del acontecimiento “A”, que lo convierte en otro acontecimiento “B”, con lo cual se obtiene finalmente que el acontecimiento “A” equivale al acontecimiento “B”.

Por ejemplo el número Cero Coma Nueve Periódico se configura en función del Principio de Homosaptica, ya que este número es una recursividad infinita del decimal “nueve”, que en el límite último de su progresión logra hacer que el número Cero Coma Nueve Periódico,equivalga en definitiva al número uno.

1 = 0,999999999...

La Curva de Hilbert también es un buen ejemplo que se configura en función del Principio de Homosaptica, ya que esta curva se forma cuando en un cuadrado se repite infinitamente el proceso de unir mediante una sola línea continua, los centros de los cuatro cuadrados que van resultando al ir dividiendo progresivamente el cuadrado original.

De este modo la recursividad infinita de esta curva unidimensional la lleva a pasar por el centro de los infinitos cuadrados fraccionarios que se obtienen, con lo cual en el límite último de esta progresión la Curva de Hilbert pasa por todos los puntos del cuadrado original, y logra abarcar completamente el espacio bidimensional que este cuadrado original posee; es decir, una línea unidimensional logra ser finalmente equivalente a un área bidimensional.

ITERACION 1 .. ITERACION infinito.

El último ejemplo que veremos será el Triángulo de Sierpinski, por cuanto, este conocido fractal también se configura en función del Principio de Homosaptica, ya que viene dado básicamente por la recursividad infinita del proceso de recortar de un triángulo equilátero, cada triángulo equilátero más pequeño que va surgiendo de los puntos medios del triángulo más grande que le precede. De tal modo en el límite ultimo de esta progresión infinita, el Triángulo de Sierpinski termina por no poseer área, puesto que los infinitesimales triángulos equiláteros resultantes, abarcan finalmente todo el triángulo original, y con ello le recortan consecuentemente toda su superficie.

A su vez el Triángulo de Sierpinski posee un perímetro infinito, puesto que su contorno viene dado por la suma del perímetro de cada uno de los infinitesimales triángulos equiláteros que se obtienen en el proceso.

Un cuerpo físico es por definición básica un fenómeno corpuscular y material, que ocupa una posición localizada en la naturaleza, y se encuentra constituido por la interacción de un conjunto de otros corpúsculos más pequeños.

Respecto a un marco de referencia particular el gran Cosmofractal se comporta de forma tal que: cuanto más grande es la escala de un cuerpo a medida que se fuga hacia el macrocosmos, cuanto mayor es el volumen que posee, y cuanto mayor cantidad (aparente) de materia es englobada por dicho volumen más grande.

Por ejemplo la Vía Láctea es un cuerpo de escala tan grande respecto a nuestro marco de referencia, que su gran volumen engloba 300 mil millones de estrellas aproximadamente.

En consecuencia por la infinita repetición de este mismo proceso descrito anteriormente, se obtiene que en el límite final del horizonte macrocosmos, el último cuerpo es de una escala infinitamente grande, y posee un volumen infinitamente grande; con lo cual se alcanza el “todo”, y dicho cuerpo engloba en su volumen infinito a todos los corpúsculos que existen en la realidad.

Por lo tanto el último nivel de organización del macrocosmos se manifiesta de forma absolutamente física y material, y se consolida en definitiva como un fenómeno corpuscular puro.

Por contraparte, cuanto más pequeña es la escala de un cuerpo a medida que se fuga hacia el microcosmos, cuanto menor es el volumen que posee, y cuanto menor cantidad (aparente) de materia es englobada por dicho volumen más pequeño.

Por ejemplo un átomo es un cuerpo de escala tan pequeña respecto a nuestro marco de referencia, que su diminuto volumen engloba solo unas pocas partículas subatómicas.

En consecuencia por la infinita repetición de este mismo proceso descrito anteriormente, se obtiene que en el límite final del horizonte microcosmos, el último “cuerpo” es de una escala infinitamente pequeña, y posee un volumen infinitamente pequeño, es decir un punto; con lo cual se alcanza la “nada”, y en un punto no se pueden englobar corpúsculos.

Por lo tanto en el último nivel de organización del microcosmos, los cuerpos se descontituyen propiamente como corpúsculos materiales, y se manifiestan en definitiva de forma inmaterial, únicamente como fenómenos de movimiento-energía-información.

Una onda puede ser definida básicamente como un suceso inmaterial de movimiento vibracional, que contempla energía e información en su constitución. De este modo tal como puede evidenciarse, el fenómeno de las ondas se corresponde plenamente en términos físicos, con el fenómeno de movimiento-energía-información, en el cual queda manifestado el último nivel de organización del microcosmos.

En consecuencia, cuando el último nivel de organización del microcosmos se manifiesta de forma inmaterial, lo que hace en términos físicos es manifestarse básicamente como un fenómeno ondulatorio, es decir como un campo de ondas exóticas y/o potenciales.

Tal como se explicó anteriormente, tanto el punto donde culmina la fuga infinita hacia el horizonte macrocosmos, como el punto donde culmina la fuga infinita hacia el horizonte microcosmos, son inherentes a cada punto que conforma el sistema continuo del gran Cosmofractal.

Por lo tanto en su verdadera magnitud cada uno de los infinitos cuerpos que componen el gran Cosmofractal, se manifiesta de forma absolutamente material, consolidándose como un fenómeno corpuscular puro. Es decir, en su verdadera magnitud la naturaleza se manifiesta de forma absolutamente material, como un fenómeno corpuscular puro.

A su vez, en su verdadera magnitud cada uno de los infinitos cuerpos que componen el gran Cosmofractal, se manifiesta de forma absolutamente inmaterial, consolidándose como un fenómeno ondulatorio puro. Es decir, en su verdadera magnitud la naturaleza se manifiesta de forma absolutamente inmaterial, como un fenómeno ondulatorio puro, es decir como un campo unificado de ondas exóticas y/o potenciales.

En conclusión, “expresión absolutamente material” y “expresión absolutamente ondulatoria” son dos fenómenos opuestos y complementarios entre sí, mediante los cuales se manifiesta simultáneamente el gran Cosmofractal en su verdadera magnitud; producto de lo cual la naturaleza se configura en función de un principio de dualidad fundamental, que se puede definir básicamente como Ley de Fractapeiron. Así la Ley de Fractapeiron determina que ambos fenómenos opuestos y complementarios entre sí, conformen una unidad primordial en la naturaleza, es decir un único gran acontecimiento absoluto.

“Fractapeiron” conjuga los conceptos “fractal”, y “ápeiron” (lo infinito e ilimitado, el principio de todo, del cual se separan las sustancias opuestas)

En síntesis el Modelo de la Cosmofractalidad concibe que el Universo es un fractal infinito, que se encuentra configurado en función de una ley de dualidad fundamental, llamada específicamente Ley de Fractapeiron; la cual determina que la naturaleza se manifieste como un fenómeno material, cuya organización viene dada específicamente por un sistema continuo de infinitos corpúsculos, que se reproducen de forma localizada en infinitas escalas. Y conjuntamente la Ley de Fractapeiron determina también una constitución opuesta y complementaria, en donde la naturaleza se manifiesta como un fenómeno inmaterial, cuya organización viene dada específicamente por un gran campo unificado de ondas exóticas y/o potenciales, que se extienden de forma no-localizada.


LEY DE FRACTAPEIRON

C O S M O F R A C T A L

MANIFESTACION CORPUSCULAR / MANIFESTACION ONDULATORIA

La Mecánica Cuántica es sin duda la más reputada física del último siglo, y dentro de esta ciencia existe una célebre ley conocida como Ley de Dualidad Onda-Corpúsculo, la cual demuestra que el mundo que se encuentra a partir del nivel de organización de las partículas atómicas, puede manifestarse en algunos casos de forma corpuscular, y en otros casos de forma ondulatoria, como un campo de ondas exóticas y/o potenciales. Por lo tanto la Ley de Dualidad Onda-Corpúsculo constituye una valiosa evidencia empírica, que complementa y respalda los postulados del Principio de la Cosmofractalidad.

El holograma es un fractal muy popular en la sociedad contemporánea, que consiste básicamente en una técnica fotográfica que registra un objeto, sin la presencia de un lente que focalice alguna perspectiva particular. De este modo el holograma se compone de una placa holográfica, en la cual se graba un patrón de ondas estacionarias de interferencia (comportamiento ondulatorio), que genera una fotografía tridimensional del objeto fotografiado (comportamiento corpuscular); así esta fotografía tridimensional muestra una imagen completa del objeto, que engloba -dentro de un determinado rango- una cantidad infinita de perspectivas particulares simultáneamente.

El holograma es un fractal que se expresa claramente en función del Principio de Autosemejanza, puesto que si se recorta un pedazo de un holograma, resulta que este pedazo se manifiesta como una réplica más pequeña del holograma original, y puede reproducir la imagen fotográfica completa del holograma original, porque contiene la información total del registro; así este proceso se puede repetir indefinidamente con trozos más pequeños, obteniendo resultados similares.

Tal como puede observarse, el holograma es un fractal que posee un comportamiento bastante correspondiente, con el comportamiento que posee el gran Cosmofractal; ya que el holograma es un fractal físico que posee una compleja expresión infinita, que viene dada por la mancomunión de una forma de manifestación ondulatoria y una forma de manifestación corpuscular.

Por lo tanto el holograma constituye una significativa evidencia empírica que complementa y respalda la Teoría de la Cosmofractalidad, y representa además una excelente analogía para visualizar de forma básica como se expresa el gran Cosmofractal.

Es importante destacar que desde hace algunas décadas se viene gestando una sólida corriente científica, que posee el acérrimo apoyo de una gran cantidad de físicos y otros profesionales relacionados, así, esta corriente científica postula básicamente que el Universo es una especie de súper holograma, y que la unidad subyacente del mundo real produce el mundo físico que experimentamos, de un modo similar a como una placa holográfica produce el holograma.

Por lo tanto el paradigma del Universo Holográfico se corresponde absolutamente con el Principio de la Cosmofractalidad, y constituye una invaluable fuente de información que complementa y respalda los postulados de este Modelo Cósmico.

Cerraremos este capítulo con una última evidencia empírica, que complementa los postulados de este texto con dos fenómenos bastante interesantes, que pertenecen al área de las ciencias biológicas.

En el terreno de los sistemas vivos existen diversos fenómenos que organizan su información de un modo fractal, que se asemeja en cierto grado a la forma fractal en la cual organiza su información el holograma.

Por ejemplo el cerebro guarda toda la información de los recuerdos en cada uno de los segmentos que lo componen, distribuyendo dicha información de forma no-localizada por toda la red neuronal. O también está el caso de la célula, ya que cada célula contiene la información genética total de un organismo, y además cada célula posee la capacidad de activar en un determinado momento, ciertas partes de dicha información genética, en función de un proceso descentralizado que se distribuye por todo el organismo.


Extracto de FRACTAFISIS - EL UNIVERSO INFINITO
DANIEL ANTIANKA

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