¿Qué es el cáncer? II

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La nueva energía muestra, en cambio, un camino de quietud y de percepción en el que la prisa, la celeridad y la impaciencia van a ser cuestionadas por sus nefastos resultados con miras a la consecución de los objetivos deseados y, por tanto, acabarán algún día por ser descartadas como actitudes fiables que garanticen la culminación de dichos potenciales.

El camino de la nueva energía del Amor está apuntando hacia otro lado. La percepción de las emociones y de las partes del cuerpo, que están advirtiendo que hay alguna cuestión en el conjunto de aspectos y comportamientos de la persona que no guarda equilibrio y sí desarmonía, atraerá e implantará una nueva visión que transcurrirá, ineludiblemente, por sentir y permitir la libre expresión y la manifestación total e incondicional de los aspectos mentales y emocionales, y también de los mismos tejidos del cuerpo que presenten algún deterioro o trastorno para que, en ambos niveles, se comience a recibir las energías del amor incondicional que van asociada a esta actitud y a esta atención, que todo componente del ser, que muestra algún desajuste, reclama, necesita y requiere para equilibrarse y encontrar sanación.

Este novedoso cambio debe pasar por la revisión, no en profundo análisis mental, sino con simple percepción, de todas las emociones y pensamientos, de toda clase de rutinas, hábitos, actitudes, conductas y comportamientos adquiridos, y, por supuesto, por soltar, dejar ir, prescindir o no continuar, voluntariamente, con todos los que de esta guisa representen causa de distorsión y alteración, o agudicen desfases o desórdenes de cualquier índole.

En el momento en el que una persona que presenta o padece algún tumor, o cualquier otro tipo de dolencia física:


* Abandona, aparta y libera ciertos enfoques, talantes, inercias y acciones que lo descentren de su estado de mayor equilibrio.

* Mira con el amor que da la verdadera compasión, sin reproches y sin culpas, todo su recorrido por este mundo hasta el momento actual, cuyo periplo, ante todo, es sagrado como experiencia permitida en libertad y para la evolución del alma por parte de Dios, por tanto, sin juicio alguno sobre uno mismo, sean cuales fueren las vivencias acaecidas, que, en definitiva, le han acabado dotando de un entendimiento, una conciencia y un bagaje de vida que son, en verdad, en cualquiera de los casos y sin salvedad, muy valiosos.

* Se da la oportunidad de sentir y escuchar, percibiendo únicamente, sin más esfuerzo, fijación o enfoque, su estado emocional, su cuerpo físico y, en particular, las células de los órganos o músculos afectados, favoreciendo, así, que el desequilibrio acumulado en los cuerpos, físico y energéticos, salga hacia fuera y sea sentido para que, solo con esto, pueda ser liberado, sin represión, censura, rechazo, resistencia o no aceptación sobre estas emociones y las sensaciones y síntomas que muestren las diferentes partes del cuerpo físico.

* Encuentra espacios de tiempo de dedicación diaria en lugares tranquilos que le ofrezcan intimidad y relajación, en los que pueda practicar la oración con el pensamiento, en silencio, y también la meditación que le ayuden a soltar cualquier ritmo o inercia, causa de ajetreo en su vida, y poderse adentrar, así, en estados de abandono en la Luz de Dios y en la nueva energía para que estas penetren el cuerpo y bañen todas sus partes y células, reparando con amor las zonas que son percibidas y sentidas con durezas y resistencias, y adquiriendo, paulatinamente, las dosis de percepción necesaria para la liberación de estos bloqueos.

* Habla en silencio y con el pensamiento a sus células y órganos, sobre todo, con aquellos que presenten desorden o daño, agradeciéndoles cuanto le han aportado y ofrecido en su experiencia de vida, sintiendo el dolor que muestren, comunicándoles, desde ya, que tienen total libertad para expresarse, que se van a atender todas sus manifestaciones con la mayor prontitud, de corazón y con todo amor, e indicándoles que siempre van a ser escuchados y atendidos, plena y totalmente, en cada momento en que así lo necesiten y requieran.


Desde este nivel de conciencia, los procesos de desequilibrio comienzan a detenerse, pudiendo paralizarse y hasta revertirse hacia nuevos estados de estabilización y también de sanación. Lo que es seguro es que, en este nuevo rango de conciencia y vibración energética, los potenciales de curación pueden empezar a manifestarse con mayor facilidad y las vías de acceso de soluciones óptimas pueden llegar a aparecer con mayor celeridad.

Así es como el cuerpo físico puede activar también todos sus recursos innatos, por los cuales todo organismo tiende a alcanzar su mayor y mejor sanación y equilibrio, y él mismo empieza a propiciar su propia cura, o, en su defecto, emprender la atracción de las soluciones externas que otorguen la mejor de las recuperaciones.

Es posible que las curaciones no tengan porque llegar en momento y forma, según se haya dictado desde ciertas expectativas creadas. Puede que los desajustes se paralicen y, simplemente, no vayan a más; puede que tarden un tiempo en desaparecer, o, por el contrario, tal vez pueda persistir algún rastro durante cierto tiempo, que puede ser hasta indefinido, pero sin tener porque presentar mayores complicaciones o tener por qué ir a más, pudiendo coexistir con ello en perfecta normalidad y armonía.

Sobre esto no se puede saber a ciencia cierta hasta que los mismos potenciales van presentándose, pero ya se advierte que tampoco son necesarias estas garantías en este nuevo nivel de conciencia. Estos planteamientos o requisitos no deben ser, ni muchos menos, prioritarios ya que más bien pertenecen al plano de las seguridades y del control por inseguridad y descontrol en dualidad. Lo primordial va a radicar, en verdad, en que todo se ha a permitir y percibir dejando que el equilibrio y sus soluciones lleguen de forma automática por la atracción que ofrece la sincronicidad cósmica y universal.

Estas mismas enseñanzas destacan por su relevancia dentro de las informaciones que recogen los Mensajes Canalizados. En el amor y aceptación de los aspectos internos y de los estados físicos y externos comienzan a generarse los auténticos procesos de equilibrio y sanación.

Estos van a llegar de la forma más rápida y factible en la que sea posible su manifestación. Estas claves de puesta en práctica son las que verdaderamente van a requerir un adiestramiento consciente por parte de los seres humanos encarnados que quieran asumir su poder y su divinidad, y que aspiren a la Automaestría, como medios para comprobar y contrastar la auténtica naturaleza y acción de esta nueva energía del Amor.

No se ha hecho mayor alusión a la temática de la predisposición genética al cáncer como posible causa de la aparición de esta dolencia porque, en parte, esta premisa podría desembocar en un lapso de dejadez y resignación ante un devenir que podría catalogarse como inexorable de cara al desarrollo de los tumores, cuestión que adolece de consistencia en este nuevo paradigma dimensional.

La nueva energía no solo actúa considerando este tipo de consideraciones genéticas, sino que obra procurando que el individuo restablezca su equilibrio, incluso, a nivel de sus genes, reforzando toda debilidad o fragilidad que haya podido contraer por herencia de nacimiento, dejándola saldada para que, a su vez, no sea traspasada a nuevas generaciones, y revirtiendo una valiosa aportación, por este logro y avance, a la conciencia colectiva del planeta, iluminando conciencias en otros seres humanos activos y despiertos, para que estas afecciones acaben, así, desapareciendo del todo en esta dimensión, bien por sí mismas, bien por la concreción de hallazgos o descubrimientos que garanticen medios eficientes y verdaderos para la disolución de estas taras y limitaciones.

La pregunta que muchos pueden estar empezando a hacerse, llegados a esta parte de la exposición, apunta directamente a la ciencia en general, a laboratorios y doctores, que en la actualidad están aplicando una serie de tratamientos, prácticas y pruebas que, por una cuestión de números y simple estadística, parece obvio que están dando resultados nefastos o poco favorables y, aún así, siguen siendo ejercidas y realizadas como si se tuviera total convencimiento acerca de ellas.

Tal vez, en un futuro no muy lejano, un mayor esclarecimiento sobre el fundamento y el ejercicio de estos preceptos, protocolos e intervenciones, que parten, en gran medida, desde un interés, en buena parte económico, de las industrias farmacéuticas y, por tanto, parece que también de los propios gobiernos, pasando por prácticas secretas que se están realizando en laboratorios y por la soltura con la que algunas de ellas son comercializadas y aplicadas a las personas en hospitales y centros de salud, puede acabar confluyendo en una desconfianza sobre estos métodos que hasta ahora han tenido vigencia y reconocimiento, y sobre los profesionales que los han ejercido y los acometen.

Prueba de ello es la controversia que se ha suscitado con relación a otra dolencia de orden y consideración mundial como es el sida. Hay ya médicos que manifiestan abiertamente en los medios públicos de comunicación que el sida no precisa ser combatido con los medicamentos que se están suministrando en los centros médicos convencionales para su curación.

Muy por el contrario, aseveran que el empleo de estos fármacos acaban llevando al paciente, tarde o temprano, estadísticamente, a la muerte, especificando que sin estos tratamientos caros, agresivos y dolorosos, y con un estilo de vida saludable y sin miedos que hagan entrar en severo pánico al paciente que propicie la atracción de potenciales críticos, el virus del sida no tendrá efectos nocivos.

Además, queda cuestionado todo lo que se ha difundido y divulgado acerca de las vías y modos de contagio de este virus, como supuesta información incierta e infundada. Estas informaciones y publicaciones están disponibles con más extensión, desarrollo y detalle, por supuesto, en documentos, reportajes y vídeos publicados en Internet.


Extracto de 21 PREGUNTAS
LIBRO DE LA AUTOMAESTRIA
AUTOR: RAFAEL MONTAÑO CARMONA

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