La reencarnación, los sueños y más... II
Seth
Buenas noches.
(-Buenas noches, Seth.)
Bien. Continuaremos con el dictado.
Las experiencias de las sucesivas reencarnaciones forman parte de la estructura del ser, son una faceta de la realidad multi-dimensional de la psique viviente. Por tanto, estas experiencias se reflejan no sólo durante el sueño, sino también en otros niveles de actividad.
El tejido del que está formado el ser actual está entrelazado con esas reencarnaciones «pasadas», y de ellas toma inconscientemente características, actividades e intuiciones, recurriendo a su propio depósito de personalidades pasadas. A veces afloran recuerdos de vidas anteriores, pero no los reconocéis como tales, ya que aparecen en forma de fantasía o se proyectan como creaciones artísticas.
Muchos escritores de obras históricas, por ejemplo, las escriben porque han vivido la experiencia directa de esos tiempos. Estos casos reflejan una excelente relación de trabajo y comunicación entre el ser actual y el inconsciente que permite que esas memorias salgan a la superficie, de tal manera que la vida actual resulta enriquecida. Con bastante frecuencia, el conocimiento verdadero de la situación llega a hacerse casi consciente, y el individuo sabe a un nivel que se halla justo bajo su conciencia cuál es la verdadera fuente de ese material auténtico.
De igual manera, ese material de otras reencarnaciones se proyecta en los sueños, frecuentemente con un carácter dramático. Bajo todo esto trabajan juntos el ánima y el ánimus y, repito, no como opuestos sino armonizando sus características. Está claro que cuando están juntos son la fuente de la creatividad, tanto psíquica como física.
El ánima representa la «interiorización» inicial necesaria, las características meditativas, amorosas, intuitivas e introspectivas, la focalización en el interior de la que brota la creatividad.
La palabra «pasivo» es pobre para describir las características del ánima ya que sugiere una falta de movimiento, y éste no es el caso en absoluto. Es verdad que el ánima permite que se actúe sobre ella, pero el motivo que hay tras ello es el deseo y la necesidad de sintonizar con otras fuerzas sumamente poderosas. Así pues, el deseo de ser arrastrada por ellas es tan fuerte en el ánima, como el deseo opuesto de descansar. Las características del ánimus dan el necesario empuje agresivo para que la personalidad vuelva a salir afuera, a las actividades físicas, y mantenga triunfalmente el producto de la creatividad que las características del ánima le han asegurado.
El ser total es obviamente la suma de estas características y más. Después de la última reencarnación ocurre sencillamente que el tipo de creatividad física y sexual ya no es necesaria. En otras palabras, ya no necesitáis la reproducción física. En términos simples, el ser total contiene características masculinas y femeninas, sintonizadas juntas, armonizadas de tal manera que la verdadera identidad puede emerger (algo que no puede hacer cuando un grupo de características tiene que resaltar sobre otro, como sucede durante vuestra actual existencia física).
(21.30.) Existen muchas razones por las que se ha adoptado esa separación en vuestra dimensión. Estas razones tienen que ver con la manera particular en que la humanidad ha escogido evolucionar y usar sus capacidades; tengo más que decir respecto a este punto, pero no pertenece a este capítulo.
La proyección del ánima o el ser femenino oculto del hombre sobre [sus] relaciones es bastante natural, y le permite no sólo comprenderlas mejor, sino relacionarse con sus otras existencias femeninas. Lo mismo ocurre con las proyecciones del ánimus de la mujer sobre sus parientes y amigos masculinos. La realidad del ánima y del ánimus es mucho más profunda de lo que imaginó Jung. Hablando simbólicamente, los dos juntos representan al ser total con sus distintas capacidades, deseos y características.
Juntos actúan como un factor inconsciente de estabilización que opera en el seno de vuestra civilización, no sólo de manera individual sino también culturalmente.
No podréis entender la personalidad que vosotros conocéis, a menos que toméis en consideración el verdadero significado del ánima y del ánimus. El patrón de reencarnaciones es abierto, hablando de una manera general, en el sentido de que en su interior tiene cabida la diversidad. Cada ser total tiene sus propias características individuales. Puede vivir sus vidas como le parezca oportuno dentro de ciertas pautas. Puede vivir una serie de existencias femeninas o masculinas seguidas, aunque tal elección tiene ciertas desventajas.
Sin embargo, no hay reglas que dicten el desarrollo sexual en las distintas encarnaciones, a excepción de que la experiencia debe vivirse en los dos sexos y que deben desarrollarse las características de ambos. Esto no quiere decir que deba vivirse un número igual de vidas masculinas y femeninas. Algunos, por ejemplo, encuentran mucho más fácil el desarrollo en un sexo que en otro, y necesitarán más oportunidades para experimentar con el sexo con el que tienen dificultades.
El ánimus y el ánima devienen más importantes cuando se elige una serie de vidas en un mismo sexo. El patrón original para el ánimus y el ánima proviene del ser total anterior a las reencarnaciones. El ánimus y el ánima nacen en el individuo con su primera vida física, y sirven como patrón interno para recordar a la personalidad su unidad básica. He aquí otra razón que explica la fuerte carga psíquica que está tras estos símbolos, y la cualidad divina que pueden transmitir y proyectar.
(21.48.) El macho añora el ánima debido a que ésta representa para el inconsciente profundo aquellas otras características del ser total que por un lado están latentes y por otro luchan por la liberación. La tensión entre las dos lo conduce a templar la agresividad con la creatividad, o a usar la agresividad de una manera creativa.
Bien, existen correlaciones profundas entre estos símbolos y la lucha en la que está envuelta la humanidad. Vuestra conciencia tal como vosotros la conocéis, vuestra particular clase de conciencia actual, es una declaración de conciencia provocada por un tipo de tensión, un tipo específico de enfoque que surge del verdadero inconsciente del ser total.
(Jane, canalizando a Seth, no había hecho ninguna pausa desde que la sesión había comenzado, a las 21.08. Ahora eran las 21.54.)
Ya sé que estás cansado. (-Estoy bien.)
El verdadero inconsciente no es inconsciente. Al contrario, es tan profunda e "indeciblemente" consciente que se desborda. La vida que vosotros conocéis es simplemente una de las muchas áreas "en las que" él es consciente. En cada faceta de su conciencia debe conseguir un poder y un equilibrio inmensos para mantener en alto esta particular experiencia de conciencia entre todas las otras.
(21.58.) Vuestra realidad existe en un área particular de actividad en la cual las cualidades agresivas, las características que empujan hacia afuera, son extremadamente necesarias para prevenir un retroceso a las infinitas posibilidades de las que vosotros sólo acabáis de salir recientemente. Sin embargo, es desde este lecho inconsciente de posibilidades de donde vosotros deriváis vuestra fuerza, vuestra creatividad y la frágil aunque poderosa clase de conciencia individual que os es propia.
La división en dos sexos fue adoptada separando y equilibrando estas dos tendencias tan necesarias, aunque "aparentemente" opuestas. Sólo una conciencia que comienza su andadura necesita este tipo de controles. El ánima y el ánimus, por tanto están profundamente imbuidos de estas tendencias complementarias necesarias y opuestas en apariencia, que son muy importantes para mantener la naturaleza de vuestra conciencia humana.
Descansa un momento.
(22.03. Jane, todavía en trance, permaneció sentada tranquilamente durante un momento. Yo descansé la mano con la que escribía. Continuamos a las 22.04.)
Por supuesto, existe también una tensión natural entre los sexos que está basada en causas mucho más profundas que las meramente físicas. Esta tensión es resultado de la naturaleza de vuestra conciencia, que proviene del ánima pero que depende para su continuidad de la «agresividad» del ánimus. Ya he explicado, hasta cierto punto, la fascinación que sienten el uno por el otro como resultado del conocimiento interno del ser completo, que se esfuerza en conseguir la verdadera identidad y lucha para combinar y completar las tendencias aparentemente opuestas que son parte de él.
Al final del ciclo de reencarnaciones, el ser completo está mucho más desarrollado que en un principio. Se ha realizado y ha tenido experiencias en una dimensión de la realidad desconocida antes para él y, al hacerlo, ha acrecentado su ser. Por lo tanto, no es simplemente cuestión de que el ser completo se divide en dos y luego se reconstituye.
(Larga pausa a las 22.12.) Bien, hay muchos puntos concernientes a la naturaleza de la concepción que deberíamos tratar aquí. Sin embargo, repito, existe la libertad de acción y también hay muchas variaciones. En el espacio entre vidas normalmente elegís a vuestros hijos antes de que nazcan, y ellos os eligen a vosotros como sus padres.
(22.15.) Si vais a nacer como varones, la madre sirve como estímulo para activar en vosotros el símbolo del ánima, para que el patrón de vuestras vidas femeninas se convierta en parte de vuestra nueva existencia. Si habéis conocido a vuestra madre en el pasado, en el momento de vuestro nacimiento ésta experimentará un aumento de sueños relativos a otras existencias en las que ambos estabais juntos.
Estos sueños pueden incluso no recordarse conscientemente, aunque en muchos casos se recuerdan y luego se olvidan. Sus propias vidas pasadas masculinas la ayudarán a relacionarse con vosotros como hijo suyo. A veces las madres primerizas se sienten enormemente agresivas y nerviosas. Estos sentimientos se deben a veces al hecho de que el hijo varón causa en ella una activación del ánimus, de lo que resulta una carga de sentimientos agresivos.
Ahora podéis tomar vuestro descanso. Quería terminar con esto porque lo estábamos haciendo muy bien.
(-Creo que es muy interesante.)
(22.22. «Vaya, no puedo abrir los ojos», dijo Jane, tratando de abrirlos. Después de varios intentos fútiles se hundió de nuevo en su mecedora. Yo creí que estaba cercana al estado de sueño. La llamé varias veces; luego le sugerí que se levantase e hiciese un poco de ejercicio. Finalmente empezó a mirar a su alrededor; se volvió aponer las gafas, se levantó y empezó a dar vueltas por la habitación.)
(El ritmo de Jane había sido bastante rápido a excepción de cuando lo he señalado. Sólo tenía una vaga idea del contenido del material. Le dije que pensaba que era excelente, todo él, y que las últimas páginas eran incluso mejores.)
(Después resultó que la pausa marcó el final del material del libro de Seth por esa noche. Luego Seth me transmitió cuatro páginas de material para mí. El ritmo de Jane en esta parte también fue bueno. La sesión produjo mucho más material del habitual, y terminó a las 23.11.)
SESIÓN 556, 26 DE OCTUBRE DE I97O 2I.O8 LUNES
Extracto de Habla Seth II
La eterna validez del alma
a través de Jane Roberts
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