¿Existe vida en otros planetas?
Emmanuel
Sí. Y muchísima y abundante.
Todos sois amados y estáis bien protegidos no sólo por nosotros en el plano de la conciencia, en la que yo existo, sino por muchos otros que se encuentran en unos planos de conciencia perfectamente parecidos a los vuestros.
Estos seres han vivido en vuestro mundo y han crecido lo suficiente para vivir en otras esferas en las que la conciencia es superior y está más evolucionada.
Fue su decisión.
Ha habido muchas ocasiones en la historia pretérita de la tierra, en las que la humanidad ha sabido que no está sola.
Ese conocimiento se dispersó pdespués porque el objetivo divino de ese comunicado se había cumplido.
Llegará un día en el que la comunicación intergaláctica constituirá un elemento de la vida cotidiana.
Mas no será así hasta que los corazones de cuantos se han encarnado en vuestro planeta estén dispuestos a admitir esta guía, no de un modo dependiente e infantil, sino de forma fraternal.
¿Adopta la vida en la otras partes misma forma que aquí?
Oh no! En esas «otras partes» hay una conciencia mayor o menor que aquí. Se trata de pasos, de etapas.
Este no es el único planeta creado por Dios para que sea vuestra escuela. De aquí iréis a muchos, a muchísimos otros más bienaventurados, más iluminados, más atractivos, más expandidos, más creativos y más llenos de amor.
Allí comprobaréis que no teníais por qué temer el aprobar o no la selectividad.
¿Cuáles son los vecinos más cercanos en el universo y quiénes serán los primeros con los que entraremos en contacto?
Nosotros; y el contacto ya ha sido establecido.
Bueno, claro, ya sé que habláis de extraterrestres!
El contacto ya ha sido establecido, abstracción hecha de la traducción que queráis hacer de la palabra extraterrestre.
Esto resultará cada vez más claro, a medida que vuestra comunidad humana vaya desarrollando la capacidad de atender a lo que queda más allá de sus expectativas.
Ya hay quienes pretenden estar en contacto con visitantes procedentes de otros planetas.
Hasta hace poco existía rechazo a oír ese tipo de cosas.
Es demasiado misterioso.
En verdad, aún no ha llegado la hora de admitir algo semejante, pues aún estamos atravesando el proceso de despertar en nosotros mismos la capacidad de expandirnos en el reino del espíritu, en el mundo de Dios.
Mi reacción personal ante la visita de unos seres con otra diferente manifestación física sería de momento la de una gran confusión.
Es algo que ha sucedido otras veces y seguirá sucediendo, siempre que, llegan emisarios a través de la ilusión del tiempo y el espacio, porque al fin, queridos míos, todo es uno, todo está aquí, todo está ahora.
Cuando en el futuro penséis en esto, tened presente que la realidad existe más allá del tiempo y el espacio, y veréis que la cuestión tiene sólo sentido mientras permanezcáis en el mundo físico.
Las almas que existen en otras galaxias son muy parecidas a vosotros.
Aunque el mensaje recibido de la conciencia expandida de esos seres evolucionados suponga una enorme sabiduría, a veces podría llevar a error.
La Ley Divina es la Ley Divina.
Todo el mundo está obligado a dar traspiés.
Incluso aquéllos que han progresado trascendiendo la conciencia propia de la tierra.
No exijáis perfección ni de vosotros mismos ni de los demás seres.
Por favor, dinos que aspecto tiene el planeta Tierra visto desde lejos.
Veo Luz.
Veo conciencia.
Veo olas y olas de plegarias y súplicas, de dolor y alegría, que proceden de vuestra tierra.
Hay una constante corriente de la conciencia del propio anhelo por salir de vuestra tierra, y una constante corriente sanadora que se dirige a ella.
Hay una comunicación constante que yo percibo en forma de ondas de Luz.
Palabras de despedida.
Sois Luces.
Estéis donde estéis, hay luz.
Nunca estáis en la oscuridad.
Tan sólo os estáis acercando a la oscuridad.
Nunca estaréis muertos.
Tan sólo estaréis acercándoos a la muerte, pues cuando se entra en la muerte se está vivo.
Y es que estáis vivos.
Así pues, cuando os encontréis a vosotros mismos, estaréis inmensamente a salvo, pues siempre seréis quienes sois.
En definitiva, cuando volváis al Hogar para ser recibidos por Dios, seréis vosotros mismos quienes os deis la bienvenida llenos de amor y comprensión.
Extracto de El libro de Emmanuel
Transmitido por Pat Rodegast
1049 lecturas