Formas creadas en los distintos subplanos del Plano Mental.
V.B. Anglada
* Formas creadas en los distintos subplanos del Plano Mental por las invocaciones o meditaciones de los seres humanos.
Como dato preliminar debemos hacer una distinción entre la meditación propiamente dicha y la oración o plegaria. La meditación es de tipo mental y se realiza por medio del centro AJNA, en tanto que las oraciones y plegarias son de carácter emocional y se realizan utilizando el centro del PLEXO SOLAR o el Chacra CARDÍACO, según sea la evolución espiritual de las personas que las efectúan. Hecha esta aclaración, sólo habrá que añadir que las meditaciones humanas serán tanto más potentes y efectivas cuanto más elevado sea el nivel desde donde son realizadas. Esto nos llevará por analogía a considerar el aspecto jerárquico o evolutivo que encubre esta idea, ya que es la evolución mental de los seres humanos la que les sitúa automáticamente en el nivel requerido de meditación o invocación mental y no la voluntad individual o el llamado libre albedrío.
Deberemos deducir, por tanto, que hay Siete niveles de meditación, correspondiendo cada uno a un subplano determinado del Plano Mental, lo cual quiere significar también que habrá Siete particulares tipos de Formas a ser consideradas desde el ángulo de la observación clarividente, las cuales se extenderán desde las formas kamamanásicas más corrientes a las sutilísimas formas -casi imposible de ser percibidas- del subplano atómico del Plano Mental, en donde se hallan en sus preciosos estuches de esencia espiritual los átomos permanentes mentales de los seres humanos.
Hay que tener en cuenta al respecto que las formas mentales, constituyendo una gama infinita de variedades, son condensadas y construidas en cada subplano por la actividad de ciertos Devas, cuya misión es darles forma y consistencia objetiva a los impulsos mentales de los seres humanos, creando así en los distintos subplanos una serie impresionante de zonas "radiactivas" -si podemos utilizar esta expresión- que influyen poderosamente en la vida mental y social de los seres humanos.
La dificultad de percepción clarividente en el Plano Mental es notoria cuando han de observarse las formas geométricas que corresponden a los niveles superiores y saber determinar al propio tiempo la riqueza infinita de significados que entrañan, teniendo muy presente que a veces la misma forma geométrica tiene un significado distinto cuando se aúna a la percepción clarividente, un muy notable desarrollo de la intuición espiritual. Es obvio que dichas formas deberán ser cuidadosamente observadas y que no deberán ser extraídas consecuencias de inmediato. La observación tendrá que ser realizada muy pacientemente hasta que la luz intuitiva señale de manera absoluta y sin error posible si la forma mental observada es una simple figura geométrica o si es un símbolo mental lleno de espirituales significados.
El símbolo mental y la forma geométrica propiamente dicha son partes consustanciales de un proceso invocativo llevado a cabo por la humanidad desde el principio mismo de su historia. Son el legado de la experiencia de las edades, y la prodigalidad de Formas geométricas -que son símbolos expresivos de la Vida de la Divinidad, por cuanto “Dios Geometriza"- le indicarán siempre al hábil y paciente observador de la vida oculta de la Naturaleza el grado de evolución mental de cualquier ser humano por la calidad, forma y potencialidad magnética del aura mental que le circunda. Como ya dijimos en un capítulo precedente, hay tres figuras geométricas principales de las cuales se derivan todas las demás que pueden ser percibidas en el aura mental de cualquier persona como factores condicionantes de su evolución interna: el cuadrado regular, el triángulo equilátero y el círculo perfecto.
Estas tres figuras constituyen los tres Símbolos máximos de la evolución particular o psicológica de nuestro Logos Solar, el Cual, como sabemos, evoluciona por medio de Tres Universos a fin de cumplimentar los Designios de Su Omniabarcante Voluntad Creadora. En el primer Universo el Logos Solar llegó a la perfección del Cuadrado, es decir, de Su Personalidad Psicológica Inferior. Actualmente, es decir, en este Segundo Universo "en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser", está desarrollando el aspecto AMOR, de Su Naturaleza Divina, y todas las Facultades de Su Alma están centralizadas en la evolución de Su indescriptible TRÍADA ESPIRITUAL, simbolizada en la figura geométrica del Triángulo Equilátero, y según se nos dice esotéricamente en el próximo Universo desarrollará el Aspecto Monádico o Esencial de Su Vida Divina, con lo cual cerrará un Ciclo Cósmico de perfección y realizará en su máxima y eficaz expresión la figura geométrica del Círculo perfecto.
Estas tres figuras geométricas rigen, por tanto, la totalidad del proceso Logoico de Perfección, pudiendo ser deducidas de acuerdo con la analogía estas posibles relaciones:
# VIDA DEL LOGOS - SÍMBOLO GEOMÉTRICO - EXPRESIÓN
Primer Universo - Cuadrado Regular - Personalidad
Segundo Universo - Triángulo Equilátero - Alma
Tercer Universo - Círculo Perfecto - Mónada o Espíritu
# RAYO CUALIFICADOR - FACULTAD CREADORA - ASPECTO
Tercero - Inteligencia - Espíritu Santo
Segundo - Amor - Hijo
Primero - Voluntad - Padre
Tales relaciones pueden ser íntegramente aplicadas al ser humano y a las Entidades angélicas en todas sus posibles jerarquías, habida cuenta que Dios, el Logos Solar, es el Factor indescriptiblemente COHERENTE que todo lo abarca, todo lo incluye y todo lo vivifica. Así, de acuerdo con las explicaciones antecedentes deberemos apreciar en los símbolos geométricos del Cuadrado, del Triángulo y del Círculo una potencialidad realmente magnética y trascendente cuando el hombre pueda utilizarlos en forma inteligente e inspirado por la buena voluntad del corazón.
Bastará decir al respecto que el modo habitual de pensar de cualquier persona es cualificado espiritual y psicológicamente de acuerdo con el poder que emana de las figuras del cuadrado, del triángulo o del círculo, grabadas en su aura mental y que "flotan" etéricamente a su alrededor, siéndole fácil al clarividente entrenado deducir la evolución espiritual de cualquier persona por la cantidad y calidad de los cuadrados, de los triángulos y de los círculos que pueden serle apreciados en su aura magnética. Es lógico pensar, por tanto, que el entrenamiento espiritual, utilizando el proceso científico de la meditación oculta de contacto con el Ser superior o Ángel Solar, se basará en la utilización inteligente de las formas geométricas antes descritas como motivos sustanciales de perfección. La visualización del Cuadrado ofrecerá integración de los vehículos de expresión personal: el cuerpo físico, el vehículo etérico, el cuerpo astral y la mente inferior.
La visualización del Triángulo equilátero ofrecerá la oportunidad de establecer contacto con la mente superior y con el Ángel solar y la visualización del círculo perfecto ayudará a establecer contacto trascendentes con los aspectos monádicos centralizadores de la Presencia Divina en el corazón del hombre. Todo el proceso acompañado naturalmente de un profundo sentido de los valores humanos, de una mente muy perspicaz y un gran amor hacia la humanidad.
Otra idea a tener en cuenta con respecto a la singularidad del proceso invocativo o meditativo es que cada forma geométrica realmente simbólica irradia un color y emite un particular sonido y que la infinita combinación de tales sonidos, colores y formas geométricas dan razón de la increíble cantidad de elementos psicológicos que adornan a la humanidad en cualquier momento cíclico de su evolución planetaria. Buscando las relaciones que existen entre los seres humanos y la Divinidad creadora podríamos establecer las siguientes relaciones:
# VEHÍCULO HUMANO - ASPECTO PSICOLÓGICO - FIGURA GEOMÉTRICA
Cuerpo Físico - Subconciencia - Cuadrado
Cuerpo Emocional - Conciencia - Triángulo
Cuerpo Mental - Supraconciencia - Círculo
# CUALIDAD MEDITATIVA - FACULTAD - EXPRESIÓN SUBJETIVA - FINALIDAD
Concentración - Memoria - Instinto - Integración
Meditación - Entendimiento - Intelecto - Relación
Contemplación - Voluntad - Intuición - Síntesis
En la línea de estas relaciones podríamos extendernos hasta el infinito, pero lo dicho será suficiente para que nos demos cuenta de la importancia de los símbolos y de las figuras geométricas que concurren en el proceso de la evolución de los seres humanos a través de las edades y dan idea de la calidad de los Ángeles que les asisten en tal proceso. Quizá sería de utilidad que estableciésemos una nueva tabulación incluyendo en ella a las Entidades Dévicas relacionadas con los símbolos geométricos principales y a los Elementales Constructores que secundan su labor en el proceso evolutivo. Por ejemplo:
# FIGURA GEOMÉTRICA - MECANISMO - EVOLUCIÓN HUMANA
Cuadrado - Físico - Personalidad
Triángulo - Emocional - Alma
Círculo - Mental Mónada - Espiritual
# EVOLUCIÓN - ÁNGELES - ELEMENTALES CONSTRUCTORES
Cuaternario - AGINSCHAITAS - Espíritus de la Naturaleza
Tríada Espiritual - AGNISURYAS - Los Señores del Deseo
Aspecto Monádico - AGNISHVAITTAS - Los Ángeles de la Mente
Ahora se podrá pasar, de acuerdo con estos datos, a examinar las formas geométricas o símbolos espirituales que surgen de las "deliberadas meditaciones", es decir, científicamente controladas por el individuo y persiguiendo una finalidad de Síntesis.
Quizá antes debemos explicar la sutil distinción que existe entre una forma geométrica aparecida en el plano de la mente y el símbolo arquetípico de una idea. En el primer caso, y debido al escaso poder de atención, observación y calidad mental que posee el ser humano -a pesar de las instrucciones y ayuda de los Ángeles-, las formas geométricas que puede percibir a su alrededor y a través de su aura mental son irregulares, imperfectas y sin apenas color y radiación magnética. Son las formas más corrientes y las principalmente perceptibles en la mente por su irradiación durante el proceso de la meditación. Como dato curioso extraído de nuestras propias observaciones, podemos decir que una persona perfectamente integrada en sus impulsos, tendencias e inclinaciones físicas ve aparecer en su aura mental pequeñas formas geométricas de cuadrados perfectamente regulares y de vivos y variados colores, los cuales dependerán de sus estados de conciencia.
Si se observa a una personalidad humana que añade a esta integración física cualidades morales y un alto refinamiento psicológico, se percibirá en su aura magnética una cantidad increíble de diminutos triángulos equiláteros, los cuales se suman a los cuadrados ya construidos constituyendo una impresionante variedad de formas geométricas de fúlgidos y brillantes colores; pero si a estas cualidades antes descritas se le añade una perfecta integración espiritual, como en el caso de los discípulos avanzados y los Iniciados, entonces el espectáculo del aura magnética será sencillamente impresionante, pues a las figuras anteriormente señaladas se le agregan una serie incalculable de pequeños círculos refulgentes como soles, estableciéndose como consecuencia nuevas y más expresivas combinaciones geométricas.
La sutil distinción entre una figura geométrica, tal como aparece en un espacio tridimensional, y los símbolos espirituales formados por bellas y perfectas combinaciones de formas geométricas, tal como son percibidas en los niveles superiores del Plano Mental, sólo pueden ser establecida por un observador altamente cualificado, capaz de leer en cada uno de los símbolos sus significados esotéricos y mágicos. Es interesante remarcar aquí que cada símbolo verdadero -y no cualquier tipo de figura geométrica- puede descomponerse en una impresionante cantidad de ideas, de la misma manera que una idea puede descomponerse en una multiplicidad de pensamientos.
La forma más fácil de llegar a la perfecta interpretación o íntimo significado de un símbolo sería quizá "reducir la mente a su más simple expresión", dejándola "vacía" de los ordinarios pensamientos e imágenes conocidas, y a partir de esta aparente "nadencia" reflejar en la mente por vía intuitiva el grado de sabiduría o de conocimiento perfecto asignado a aquel símbolo por la propia Divinidad. Esto nos llevaría a analizar por analogía los principios sagrados del lenguaje dévico y el que utilizan los grandes Iniciados, que emplean preferentemente símbolos en vez del lenguaje corriente, teniendo en cuenta que el símbolo posee el valor inapreciable de la Intención y que la Idea representa sólo la cualidad de esa Intención, aunque reflejada o expresada en la prodigalidad de pensamientos que puede surgir de cada una de las Ideas.
Llegados a este punto, y habida cuenta de que nuestro propósito en este Tratado es clarificar lo mejor que nos sea posible la espiritual vinculación del Reino humano y del Mundo de los Ángeles, tenemos que expresar que una de nuestras grandes sorpresas al tratar de averiguar el significado esotérico de los símbolos que los Ángeles introducían por vía del éter en la mente humana fue el descubrir que las raíces del lenguaje articulado de la humanidad se hallaban precisamente en aquellos símbolos. Dichos símbolos eran precisamente los medios de comunicación de los Ángeles entre sí, cuyo lenguaje -contemplado en distintos niveles de expresión- es esencialmente geométrico y simbólico, aunque dotado de una profusión de formas y colores de cada vez más rara e incomprensible belleza, a medida que la percepción del observador clarividente va ascendiendo internamente y alcanzando más altos niveles de integración espiritual.
Quizá esta idea puede aclararnos las sutiles motivaciones de la mente humana que ha llegado a un punto en que, "desgastada por la acción de las edades", reduce su volumen y paradójicamente "extiende su dimensión", llegando a un estado perfectamente NEUTRO, a ese punto CERO infinito perdido en la inmensidad del Cosmos, a partir del cual los pensamientos ordinarios y superficiales han desaparecido de la mente, siendo reemplazados, tras el espontáneo proceso de una maravillosa ALQUIMIA espiritual, por la comprensión esotérica del significado de los símbolos. Ello presupone la introducción en un nuevo mundo de altas y secretas concepciones en donde el SÍMBOLO tiene perfecta identidad y es reconocido sin dudas como la base mística de la Creación, por cuanto DIOS es el GRAN GEÓMETRA DEL ESPACIO y el SÍMBOLO será siempre una figura geométrica encarnando los Propósitos y las Ideas que surgen de la Mente de la Divinidad.
Y, naturalmente, la comprensión exacta e intuitiva de los SÍMBOLOS nos llevará indefectiblemente y por analogía a la comprensión y reconocimiento de las Entidades que encarnan dichos Símbolos, es decir, los Ángeles, los Devas, los Moradores del Espacio, con los cuales, si nuestro grado de integración espiritual lo permite, podríamos establecer profundas e íntimas relaciones de fraternal amistad y descubrir progresivamente el secreto místico de su universal lenguaje. La aclaración de este punto nos ayudará a comprender la importancia de las meditaciones humanas cuando son realizadas con pureza de intención y elevado sentido espiritual, es decir, sin pretender beneficios de tipo personal, ya que la MEDITACIÓN, considerada desde el nivel angélico, es un Acto de Ofrenda, de Servicio y de Sacrificio, habida cuenta de que los Devas mentales utilizan los impulsos creadores de la mente para construir las adecuadas formas geométricas.
Estas formas, "suspendidas sobre los ambientes sociales del mundo", promueven el desarrollo social o comunitario de la Raza y establecen las bases de su futuro bienestar. Este es realmente el significado esotérico de la Meditación Oculta -tal como es enseñada y practicada en las verdaderas Escuelas Esotéricas- y esta es la enseñanza mística que los Ángeles están tratando de llevar al mundo en los inicios de esta Nueva Era que ya hemos empezado a vivir. Puede decirse con toda seguridad que los individuos que "meditan" pensando únicamente en los beneficios individuales que la misma puede aportarles sólo manipularán formas geométricas llenas de cuadrados irregulares, es decir, formas negativas de pensamiento agrupadas en torno al interés egoísta de la personalidad.
Sin embargo, a medida que prosiga la tarea meditativa y el alma espiritual va siendo contactada, el interés meditativo se desplazará lentamente hacia el “interés comunitario", hacia el grupo mayor constituido por la humanidad con toda su infinita proyección de necesidades...
Más adelante, el alma del aspirante espiritual recibirá las inspiraciones e instrucciones que le enviará su Ángel Regente en el Plano Causal y su visión de las cosas, así como los verdaderos motivos de la Meditación aparecerán ante su atenta visión como un Mandato supremo al cual inexorablemente habrá de adaptarse y conformarse, para llegar finalmente a un punto en el que puede enfrentar "cara a cara" -tal como esotéricamente se dice- a su ÁNGEL SOLAR, Señor de su vida y de su destino, y ya desde aquel momento sabrá el alma humana por visión directa y sin deformaciones mentales el valor infinito de los SÍMBOLOS, la CUALIDAD de las IDEAS y el sentido real de todos y cada uno de los pensamientos suscitados o evocados por la potencialidad de las Ideas. El esfuerzo de la meditación, en un intento de integrar perfectamente el cuaternario inferior, dará como resultado la creación de cuadrados regulares en el aura magnética.
El contacto espiritual con el Ángel Solar permitirá la construcción dévica de una profusión infinita de triángulos equiláteros surgiendo como chispas de fuego del aura mental y la entrada en "la corriente iniciática", que el contacto con el Ángel Solar habrá propiciado, deparará la aparición de refulgentes y diminutos soles en toda la extensión de su campo magnético... Así, aun dentro de los límites que le son impuestos al hombre en la vida de la Naturaleza, podremos decir que él, al igual que la propia Divinidad, también GEOMETRIZA, también crea e idealiza dentro de su diminuto universo.
Vicente Beltran Anglada
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