La paz se consigue solamente desde una aceptación...
Varios/Otros
LA PAZ SE CONSIGUE SOLAMENTE DESDE UNA ACEPTACIÓN SUSTENTADA EN UNA COMPRENSIÓN DE AMOR DEL ORDEN DEL UNIVERSO Y DE LO NECESARIO DE LOS PROCESOS.
La paz tuya, no la de los demás. Tú no puedes conseguir la paz para otra persona; eso es imposible. El ego es el que piensa que puede producir paz para otra persona. La paz, como el amor, es un asunto personal. Yo estoy en paz o yo no lo estoy.
Existe una violencia que es mucho más grave y lesiva que la que ustedes ven en los noticieros, y es la violencia que sucede en el interior de las familias. Esa violencia no es tanto noticia como las otras, pero es la que las origina porque todas esas violencias físicas con los niños, entre las parejas... todas esas violencias de nivel verbal que producen daños sociológicos y traumas profundos, y todos esos procesos de violencia en el pensamiento cuando yo constantemente estoy pensando mal de mí o de los demás, están generando todos los niveles de violencia externa.
Es incoherente hablar de paz si yo no la tengo en mi interior, porque no soy un ser de paz. Soy un ser que maneja violencia verbal y mental cuando menos, y muchas veces física. Entonces, ¿se dan cuenta que para poder ser coherente con la paz, primero necesito generar la paz dentro de mí para ser ejemplo de paz? Antes, no estoy haciendo nada aún.
No se preocupen porque en algún momento la mente rechace una información nueva; eso es absolutamente normal, eso no tiene ningún problema. Poco a poco vamos a ir verificando realidades a través de la experiencia personal y les pido que no me crean nada, porque si me llegan a creer, se llenan de más creencias. Solamente verifiquen el orden del universo a través de sus acciones y de los resultados que obtienen con ellas... Entonces sabrán de qué estamos hablando.
No se preocupen si todavía en sus mentes hay información no digerida.
En el tema Uno aprendimos:
- Que todo resultado es una realidad y por lo tanto el resultado no es algo que yo puedo modificar sino algo de lo que yo puedo aprender, y puedo aprender cómo generar nuevos resultados y nuevas realidades. Las que ya sucedieron no serán cambiables.
- Que no aceptar la realidad es lo que mantiene el sufrimiento en la mente del ser humano. El sufrimiento tiene una sola causa: la no-aceptación de algo.
- Que en el Universo sólo se puede actuar en la realidad, y realidad es donde yo estoy presente en cualquier dimensión en que esté. Ahí yo puedo actuar.
- Aprendimos que imaginario es lo que sucede donde no puedes actuar, entonces tú imaginas algo porque allá no puedes hacer nada.
- Aprendimos que frente a la realidad del universo existen tres clases de individuos: Los que sufren sin éxito, lo que sufren y luchan con éxito para lograr los que sus egos les dicen. Que en ese caso las dos personas están en atraso espiritual porque todo lo que implique lucha, todo lo que implique sufrimiento, y cualquier nivel de insatisfacción, están relacionados con el ego y con la ignorancia pero no con el amor y la sabiduría, porque estoy a un nivel bastante primitivo.
- Que aceptar la realidad es la ciencia de la liberación. Mientras no soy capaz de aceptar algo, no soy capaz de liberarme del sufrimiento. Mientras yo no comprendo el mecanismo del sufrimiento y no comprendo el orden del universo no puedo hacerlo. Son dos cosas sencillas: hay un mecanismo de sufrimiento y hay un orden del universo que llamamos pedagogía. Comprendido esto, podemos liberarnos.
Reflexión:
La ciencia de la aceptología la podemos determinar en tres pasos muy sencillos:
Mantener la paz interior, a pesar de lo que afuera pueda suceder. Eso se llama ser feliz por mí mismo; eso genera una realidad externa.
Actuar dentro de la realidad entrena la firmeza la paz y la serenidad frente al medio externo. Actuar es la herramienta que conecta mi desarrollo espiritual con la materia y me permite prestar un servicio de amor, porque si yo no hago nada, no estoy sirviendo a nadie; entonces no estoy amando. Ocúpate de actuar donde tú estás y donde estés, haz lo mejor que puedas. Lo demás, obsérvalo como parte de los sucesos necesarios en el universo. Siempre te vas a decir esta frase: todo lo que sucede es necesario para quien lo vive y para quien es lo que suceda.
Usar la imaginación: IMAGINA y PIENSA LO MEJOR PARA FECUNDAR TU MENTE CON LA SEMILLA DEL AMOR. Como necesitamos comunicarnos, o sea el verbo, expresa únicamente lo que sea adecuado para quien te escuche para que tengas buenas relaciones y haz solamente lo que es necesario en el lugar donde estés. Lo demás sobra y es un desgaste inútil de la energía tratar de hacer cosas donde no estoy, o sufrir por lo que no puedo cambiar.
Pasemos al segundo tema:
- QUÉ ES LO QUE NO ESTOY ACEPTANDO.
Tenemos tres preguntas para empezar:
¿Sufres, tienes angustia y miedos, así sea en pequeños niveles?
¿Qué es lo que no estás aceptando? Cualquier sufrimiento angustia o nivel de miedo que encuentren en su interior esta originado en una incapacidad de aceptar algo. Vamos a tratar de descubrir que cosa es ese algo.
¿Cómo puedo yo aceptar eso? Conociendo la ley que lo rige y ¿cómo puedo aprender a aceptar eso? Comprendiendo que la limitación está en tu mente y no en ninguna otra parte. Mientras yo no haya comprendido que la limitación es interna, no tengo posibilidad de solucionar el problema, porque el problema del ser humano no está afuera. Está adentro, y la solución también. No vamos a buscar cosas afuera porque afuera solamente es el reflejo de lo que hay adentro. Háganse esta pregunta cuando encuentren cualquier miedo o cualquier sufrimiento...
Por ejemplo, tengo miedo de ir a tal lugar, ¿qué es lo que no estoy aceptando? Que no necesito ir a ese lugar. Tengo miedo de que le suceda algo a una persona que es importante para mí... ¿qué es lo que no estoy aceptando? No estoy aceptando que no soy dueño de las personas y que mi paz y mi felicidad no dependen de otros sino de mí mismo. Tengo miedo de perder algún bien material... ¿qué es lo que no estoy aceptando? Que estoy apegado a algo porque creo que de eso depende mi vida. Eso no es cierto; mi vida no depende de eso. No somos dueños de nada, ¡administramos cosas!
Tengo un sufrimiento porque alguien hizo algo con lo que yo no estoy de acuerdo, ¿qué no estoy aceptando? No estoy aceptando el comportamiento de otra persona... así, sucesivamente...
Todo sufrimiento, y toda angustia, y todo malestar interior, se origina en algo que yo no soy capaz de aceptar.
Digo... “Es que tú eres muy desordenado...” Qué pena, el problema es que yo no acepto la organización que él tiene.
“Es que tú eres muy mal educado...” Ese no es el problema; el problema es que yo no acepto lo modales de él. El problema está dentro de mí. A esto lo llamó el maestro Jesús, la paja en el ojo ajeno y la viga en el tuyo. Que yo me molesto con lo que los demás hacen, y la limitación es mía: quiero cambiarlos a ellos para no sentirme molesto; es decir, quiero mantener mi ego. Esa es la causa del sufrimiento.
Cuando tú te preguntas, ¿qué es lo que no estoy aceptando?, la respuesta aparece instantáneamente, pero luego el ego va a decir: “¡Pero es que esto es inaceptable!” No hay nada inaceptable, lo que pasa es que no soy capaz de comprender la ley que lo rige.
Para poder aceptar algo yo necesito conocer la ley que rige el proceso. Es lo que estamos estudiando en este taller:
Leyes de Evolución, Leyes de Correspondencia, Procesos Pedagógicos del Universo.
Bueno, finalmente yo puedo decir: “Esa es una Ley del Universo necesaria para un proceso Pedagógico de la evolución de la conciencia...” ¡Perfecto! Pero, ¿cómo puedo aceptar eso, como aprendo eso? Entonces ahí necesito comprender algo sencillo: la limitación que origina el sufrimiento está en mi propia mente y no en ninguna otra parte.
Si yo sufro porque en el país hay inseguridad, ¿dónde está la limitación? ¡En mi mente! Yo tengo miedo de perder algo que yo creo que necesito... No puedo perder nada de lo que necesito como tampoco puedo conseguir nada que no necesite. Preocuparme porque voy a perder algo que necesito, es ignorancia. No puede perderse lo que necesito. Estén tranquilos, el ego es quien crea un falso concepto de libertad.
Para ustedes, entre estos dos aspectos, ¿cuál es libertad?:
¿Hacer siempre lo que se me da la gana o asumir las decisiones que yo tomo frente a la vida... ? ¿Se han puesto a pensar que en el mundo externo a mí es imposible hacer lo que se me da la gana? Porque cuando yo quiero hacer algo que va en contra del derecho de otro ser viviente, no digo ni siquiera humano..., de cualquier otro ser viviente, yo ya estoy en contra del Orden del Universo pues no estoy respetando a ese ser. ¿Ustedes creen que tenemos el derecho de irrespetar y pasar por encima de los demás seres? Entonces la libertad externa no existe... Lo que existe es la libertad de pensar y de decidir ser feliz, y la decisión de respetar a los demás para que yo, a mi vez, pueda ser respetado por ellos. Eso sí existe.
Alguien dice: “¡Pero si yo puedo ir a algún lugar! ¿Por qué alguien tiene que decirme que no puedo ir ahí?” ¿Eso es sabiduría o eso es ego? Eso es ego... y es lo que nos lleva a meternos en todos los problemas del mundo. El ego quiere hacer las cosas a su manera y no es capaz de pensar y obedecer la ley del Universo.
Cuando yo quiero hacer las cosas a mi manera, el universo me va a responder de esta manera: “Tienes derecho, tienes libre albedrío, pero, ¡asume el resultado de tu decisión!”
Hemos dicho: “Mira... aquí hay dos caminos: el camino que a ti te corresponde es éste y no este otro...” y tú dices:
“No, es que yo quiero ir por éste... “ Si tú decides ir por ése, eres libre de hacerlo, pero el resultado de ir por ese camino lo recogerás. Tú no vayas a culpar a nadie. Eso es lo que pasa cuando nos dejamos guiar del ego... Yo quiero hacer cosas que no me corresponden, trato de ser libre con una falsa concepción de libertad y me voy en contra o de los derechos de los demás, o del orden pedagógico del universo, y así me hago correspondiente con todos los problemas que ustedes quieran.
Para no tener estos problemas, necesito aprender algo que nos cuesta mucho trabajo en el ego: obedecer las leyes; respetar a los demás, para poder ser nosotros respetados.
Preguntas:
¿Cómo puedes reconocer lo que no estas aceptando?
¿Qué síntomas puedes reconocer ante lo que no estás aceptando?
¿Cómo puedes saber que ya lograste aceptar algunas situaciones?
Definitivamente, cuando tengo ira, tristeza, angustia, estrés, miedo, apego, es porque hay algo que yo no acepto.
Cuando me siento obligado a hacer algo, hay algo que no acepto.
En general, cualquier situación que no sea de paz y armonía está relacionada directamente con una no-aceptación de una realidad de la vida..., ¿se dan cuenta lo lamentable que es no saber aceptar la realidad? ¡Es dramático para el interior!
Cuando una persona tiene cualquier nivel de sufrimiento interior ante algo que no acepta, su ego trata de disfrazar la situación para que no se elimine, porque si se eliminara, se eliminaría el ego mismo. Entonces todo sufrimiento ante algo externo, es una limitación mental que yo tengo, limitación que no me permite aceptar la realidad. Por ejemplo una persona celosa, ¿qué es lo que no está aceptando? No acepta que no es dueño de nadie, no acepta que otra persona pueda encontrar satisfacción o felicidad en otros, tampoco acepta la posibilidad de que la felicidad de esa persona no depende de otra sino de él mismo, no acepta que las personas pueden estar o no estar, y que lo que necesitamos es sentirnos felices con la felicidad de otra persona. Son muchas cosas las que no acepta, y eso lo lleva a generar una reacción interna que se llama limitación mental. Igual va a pasar con cualquier cosa: Si yo tengo estrés, ¿qué es lo que no estoy aceptando? No estoy aceptando que hay una situación que es superior en un mo
mento dado a mi capacidad de acción, y no estoy aceptando la posibilidad de que yo voy a disminuir algo porque yo creo que no puedo vivir sin eso. Siempre está la no-aceptación, cuando tú le dices esto a la vida: “Yo no aceptaría esto de ninguna manera. Yo no puedo vivir sin esto”. La vida te va a responder: “Vamos a demostrarte que sí puedes”. Es la ley de correspondencia, a través de la no-aceptación.
Una señora dijo una vez estas palabras dramáticas, en un momento dado de su vida cuando quedó viuda: “Yo no podría ser capaz de vivir sin mi hijo porque perdí a mi marido”. Al haber dicho esas palabras, “no soy capaz”, la vida le dijo, “Vamos a demostrarte que tú si puedes vivir sin él”, y el chico murió en un accidente. La no-aceptación nos hace correspondientes con las situaciones. Cuando tú estas sufriendo por algo, es algo que no aceptas. El ego disfraza las situaciones para que yo no las busque, porque si no, las voy a quitar y el ego también se acaba.
Para que se orienten un poco mejor, daremos una lista muy específica, como cuando llega un paciente a donde un médico y le dice, “Mire doctor, yo me siento mal”, y le pregunta que síntomas tiene, y por los sintamos se va a acercar a un diagnóstico y le manda unos exámenes. Haremos lo mismo con la parte mental.
Extracto de Gerardo Schmedling
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