Un llamado oportuno.

Allan Kardec


Una vez a la semana nos juntábamos para hacer la tarea de vibraciones con un grupo reducido, tal como fue la indicación recibida. Pero había otras personas que habían pasado por la ayuda de fluido terapia, y continuaron con mucha perseverancia en ésta labor, ya sean solas y también otro día acompañadas, formando así pequeños grupitos para difundirla.

Cierto día vino a mi mente los recuerdos de muchos de ellos, preguntándome si seguirían haciendo estos trabajos, cuando de pronto apareció Meimei:

–Querido amigo –dijo–, ya es hora que te comuniques con ellos y propongas una reunión trimestral para que no estén tan separados. Esto servirá para que la fraternidad y la fe se vayan fortaleciendo, caso contrario estarán aislados y es momento de unirse en vista de los cambios planetarios. Sabes muy bien que no sólo será la tarea de vibraciones, como también dedicarle un poco más de media hora al estudio de lo relacionado con las lecturas espirituales, en el momento que hacen la “preparación de ambiente”, con una duración total máxima aproximada de 1,15 hs. Por otra parte, siempre concurren numerosos amigos espirituales y familiares de los presentes, muchos de los cuales se sorprenden porque el tiempo pasó muy rápido para ellos y algunos ni sabían que ya habían partido de la Tierra. Vendrán los que tengan que ser en esta primera reunión y cuando se consolide, veremos la posibilidad de hacerlo bimestralmente, independiente de las que haces con el grupito una vez a la semana y las individuales en el hogar.

“Apenas se fue, me invadió una emoción muy grande. No sabía si estas personas estarían practicándolo o quizá una vez que mejoraron abandonaron todo lo espiritual, ya que solía suceder. Se ponían bien luego de la ayuda y desaparecían, sin tener noticias por si precisaban más orientaciones. Previamente, cuando venían por primera vez, el plano superior auxiliaba a desligar los hilos que los ataban a fluidos de perseguidores espirituales, ya sean enemigos del pasado o el presente, y se les informaba sobre la necesidad de hacer esta tarea junto a la reforma interior, cultivando el hábito de los pensamientos positivos para que no potencien más los negativos; la necesidad de la preparación nocturna con algún librito edificante a fin de estar preparados en el sueño para rodearse de una nueva compañía espiritual, de espíritus luminosos y que por ley de sintonía sean atraídos gracias a los esfuerzos realizados, era fundamental para no caer nuevamente en los sufrimientos por los cuales habían recurrido a nosotros espontáneamente.

Sin embargo, la mayoría abandonaba todo apenas mejoraba, y con el tiempo caían nuevamente en la misma rueda de persecuciones y pedidos de ayuda, debido a que la ley de causa y efecto no se puede anular por otra persona, nadie puede pasar la prueba de ella, es individual, ¡y tan simple!, apenas tienen que aprender a perdonar, cultivar el amor dentro de sí mismos, para transformar a enemigos en amigos.

Esa era la tarea que habían pedido casi todos ellos como prueba en la Tierra, cuando planificaron ésta existencia, ya que no es posible que el odio se perpetúe indefinidamente, porque en el plano espiritual hacemos un balance de nuestros actos y nos damos cuenta que para acceder a Mundos más felices en el futuro, debemos cerrar todos estos círculo o etapas con Amor, ya que de esta manera demostraríamos que nuestro cambio había sido sincero y estaríamos en condiciones para habitar aquellos planetas más evolucionados, sin perjudicar la armonía de sus sociedades cuya fraternidad allí son una realidad, el Reino que Jesús nos prometió, pero debemos ser merecedores de ello.

Por eso nos dijo en forma alegórica que: “En la casa de mi Padre, muchas moradas hay”, siendo la “Casa”, el “Universo” y las “moradas”, los diferentes “Planetas habitados”. Estos son algunos de los principales postulados de la Doctrina de los Espíritus o Espiritista: “La pluralidad de los Mundos habitados” y la “Progresión de los mundos”, debido a que la Ley del Progreso es Inmutable, y a nuestro planeta le llegó la hora de subir de categoría por medio de la transformación de sus habitantes, ya sea por Amor o dolor”.

Para mi sorpresa, apenas llamé a una persona que había venido hacía un tiempo, enseguida contestó con mucha alegría y confirmó que continuaba haciendo las vibraciones y que le encantaría venir. Con asombro, otras me decían que no sabían por qué justo ese día estaban pensando en cuando asistían a recibir fluido terapia y que les gustaba la idea de juntarnos. Así se formó el primer grupito trimestral de estudio y vibraciones, oraciones, donación de energías o como le quieran llamar, hacia el plano espiritual para la Paz en el Mundo, entre otras cosas.

Esta tarea la recomendamos, especialmente en estos momentos en que nuestro Planeta atraviesa cambios necesarios a su evolución. Antes que nada, cualquier persona debería hacerlo en su hogar y como complemento, si encuentra otra persona interesada, podría hacerla con ella otro día y hora, ya que se consideraría un grupito, debido a que cada uno tiene su propia compañía espiritual, porque todos tenemos espíritus que nos rodean y forman nuestra “psicosfera” por las emisiones mentales propias, atrayendo por ley de sintonía la “escolta” de espíritus que vibra en nuestra misma frecuencia. Una cosa no quita la otra, por eso esta tarea serían dos veces de ser posible: una individual y la otra grupal en caso de hacer esta última. El plano espiritual, a través de diversos médiums, nos revela que apenas un cuarto de la populación espiritual vuelve a reencarnar a la Tierra, por lo que la compañía de las mismas están siempre, creamos o no, porque la negación no significa anular los hechos. Sabemos lo repetitivos que somos en señalar nuevamente esta tarea y por alguna razón lo hacemos...


Extracto de Allan Kardec. Entre la Tierra y las Estrellas

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