La Ley de Causa y Efecto.
Varios/Otros
NOTICIAS DE LA ASCENSIÓN, por Hortensia Galvis
La “Ley de Causa y Efecto” nos hace ver que en la vida nada es fruto del acaso, y que siempre existe una relación entre lo que ha ocurrido y lo que viene enseguida. Hermes Trismegisto la enuncia en la siguiente forma: “Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa, todo sucede de acuerdo con la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida”.
Las religiones orientales llaman a este principio la “Ley del Karma”, y la interpretan como un ajuste de cuentas, o pago por las faltas cometidas cuando no éramos nosotros, sino otra persona. Sin embargo la concepción Hermética no incluye normas punitivas semejantes. Sólo aporta la comprensión de que el hombre no es ningún pelele vapuleado por las fuerzas del destino, ya que existe una correlación perfecta, entre la gama de vivencias de cada ser y las causas ocultas que las provocan. Plantea también que cada experiencia, así sea dolorosa, es necesaria para el aprendizaje. Pero si decidimos poner fin al sufrimiento, lo lograremos si nos enfocamos en descubrir las causas y actuamos consecuentemente en modificarlas.
Hoy comenzaremos observando donde tienes problemas en tu vida diaria, y justamente en esa área estará actuando la “Ley de Causa y Efecto”. Por ejemplo, si tú como niño nunca aprendiste a ser ordenado, más tarde en la vida esta carencia te generará conflictos. Tal vez con tu esposa; o en la oficina, donde tendrás caos de papeles, cuentas y recibos. Con tu desorden a cuestas irás dándote golpes contra mil obstáculos y seguramente vivirás echando la culpa a los demás por tus reveses. Así coleccionarás problemas hasta el día en que resuelvas mirar dentro de ti. De inmediato se te revelará allí la visión de tu desorden como el origen de esos choques que te persiguen sin ninguna tregua. Si usas tu inteligencia, en adelante ser ordenado será tu prioridad. Cuando lo logres tu realidad cambiará, y en vez de tropezones cosecharás satisfacciones.
La finalidad de la vida es transformar todo aquello que nos causa sufrimiento en paz interior y felicidad. Para lograrlo se nos dan todas las oportunidades necesarias. Estas se presentan como confrontaciones dolorosas, todas originadas por la misma falla. Tendrás múltiples repeticiones de la misma lección, lo que prolongará tu sufrimiento hasta que corrijas el ingrediente inapropiado a nivel de las causas. Se dice que vivimos rodeados de espejos, pero en realidad se trata de otra aplicación más de la Ley de la Correspondencia: “Como es adentro es afuera”. Es decir, si existe un problema a nivel interior, lo viviremos reflejado en situaciones exteriores, hasta que logremos sanar ese aspecto débil dentro de nosotros mismos.
Si por ejemplo, eres alguien colérico, permanentemente se te presentarán experiencias de enojo. Por donde quiera encontrarás seres que exhiban su trapo rojo como provocación para que embista ese toro furioso que tú llevas dentro. Esa será tu “mala suerte”, hasta el día en que dejes de culpar a los demás por tus tropiezos y mires hacia adentro. En tu interior verás que la ira es la causa que te atrae tantas dificultades. Habrás aprendido tu lección de sabiduría cuando pongas en práctica la determinación de no volver a reaccionar automáticamente con el instinto. Cuando ya tengas tu conciencia afinada para aceptar toda condición presente con serenidad y calma, hallarás paz y armonía en las mismas situaciones donde antes sembrabas ira y deseos de venganza.
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