La antigua Roma existe, y también Egipto y la Atlántida.
Seth
SESIÓN DE UNA CLASE DE PERCEPCIÓN EXTRASENSORIAL MARTES, 5 DE ENERO DE 1971
(Esta sesión siguió a una discusión de la clase sobre la reencarnación y las probabilidades. Los comentarios que hizo Seth a las preguntas de los alumnos muestran el intercambio que es característico de las sesiones de clase.)
Bien. La antigua Roma existe, y también Egipto y la Atlántida. No sólo dais forma al futuro, como lo concebís vosotros, sino que también al pasado. Os han contados unos cuentos muy simples, y son encantadores; pero, si no estuvierais preparados para oír más sobre el tema, no estaríais en esta habitación.
Vosotros y vuestros seres de otras reencarnaciones, o vuestras personalidades, no estáis aprisionados por el tiempo. Hay un intercambio constante entre lo que creéis que es vuestro ser actual y vuestros seres pasados y futuros. Si no fuera así, yo no estaría aquí hablando, pues yo no soy un ser pasado de Ruburt. Cada personalidad es libre. El tiempo tiene los extremos abiertos en todas las direcciones, o de lo contrario no existiría algo como las probabilidades. Por consiguiente, las acciones que hacéis ahora pueden ayudar a una de las llamadas personalidades pasadas; y una de las llamadas personalidades del futuro puede aparecer para ayudaros a lo largo del fatigoso camino.
De igual manera, vuestras acciones actuales pueden afectar tanto a una personalidad futura como a una pasada. Debéis intentar hacer un esfuerzo de imaginación y sentir estas realidades, porque el intelecto solo no puede comprenderlas. El tiempo psicológico es vuestro mejor método para percibir estas realidades.
Vosotros podéis sentir cosas que no necesariamente sois capaces de describir verbalmente, ya que sois mucho más que el cerebro físico que tenéis ahora. Yo no soy poeta, pero, como dice Ruburt en uno de sus poemas, pensad en vuestro cerebro como una tela de araña que formáis alrededor del ser interno. Esta red os ayuda a desenvolveros en el mundo del espacio y del tiempo, y es tan tenue, precaria y delicada como una tela de araña, y está en un equilibrio igual de precario. Vosotros la formáis y luego percibís el mundo, pero vuestro punto de vista es muy reducido y el jardín que percibís muy privado. No obstante, tenéis una capacidad de percepción mucho mayor. Quiero que comprendáis la naturaleza de vuestro ser interno o alma, pues él es un punto focal de realidad del cual brotan otras realidades, y no está prisionero en el reducido encierro de los días, las semanas, los meses o incluso los siglos.
Bien, ahora os dejaré a todos hacer un descanso y volveré en un momento.
(Durante el descanso, una alumna -Janice S.- quiso saber si Seth formaba parte de la personalidad de Jane.)
Bien. Ruburt no puede contestaros tan fácilmente como yo. Originalmente formábamos parte de la misma entidad. Yo me desarrollé siguiendo mis propios caminos, y él se desarrolló siguiendo los suyos. Por consiguiente, ambos somos independientes.
(Janice S.: -En otras palabras, ¿todas las partes de la entidad están evolucionando? ¿Se están desarrollando como una sola?)
Yo evolucioné hasta formar mi propia identidad. Ruburt también lo hará, pero aún no está en ese estado, en vuestros términos. En otro marco de referencia sí lo está, por supuesto. Él contiene también esas partes de sí mismo que están menos desarrolladas, ya que todas ellas existen como una sola. Todas sus partes son conscientes de esta correspondencia. Sólo en vuestros términos, se podría decir que yo soy -y esto ya se lo he dicho a Ruburt- como una sexta parte de él en su futuro; pero esto es sólo para poder explicar el concepto, ya que él no va a convertirse en lo que yo soy. Eso es imposible. Yo soy yo.
Hay ciertas respuestas que no pueden darse verbalmente, sino que deben entenderse intuitivamente. No obstante, el hecho de que yo exista y pueda comunicarme os debería demostrar de una manera sencilla que otros «aspectos superiores» de vuestra personalidad pueden ayudaros en ocasiones.
(Janice S.: -¿Siempre has enseñado sobre la reencarnación?)
La enseñanza ha sido mi objetivo principal, pero no siempre he sido profesor. Una vez fui mercader de especias. Un rollizo y corpulento mercader de especias.
(Janice S.: -Pero guapo.)
(Sonriendo:) No sé que hacer contigo. Nosotros sabíamos qué especias «colocaban» antes de que las generaciones actuales se colgaran de la hierba. Nosotros nos «colocábamos» en alta mar, esnifando orégano (en el siglo xvII). Transportábamos especias a Dinamarca, y nuestros viajes eran verdaderamente preciosos. Llegamos a explorar toda la parte baja de la costa de África. ¡Yo era todo un gourmet!
Bien, todo el así llamado pasado vuestro existe ahora en vuestro interior, y podéis atrapar vuestros recuerdos y descubrir lo que son. No estáis aprisionados en el tiempo a no ser que creáis que lo estáis, y no hay nada más importante que las creencias. Si creéis que existís sólo dentro del contexto de esta vida y que nacéis sólo para llegar luego a la muerte y la aniquilación de la materia, no usaréis vuestra libertad en esta existencia \\bondage = bondad!! Negáis esta capacidad cuando se os muestra, pero nadie os impone toda esta esclavitud salvo vosotros mismos. Comprender vuestro ser multidimensional significa usarlo.
(Janice S. comentó que Seth no estaba haciendo muchas predicciones.)
No es que sea cauteloso: sólo soy realista. Cuando se comprende la naturaleza de la realidad, se da uno cuenta de que las predicciones de los acontecimientos futuros carecen básicamente de significado. Se pueden predecir ciertos acontecimientos y éstos pueden ocurrir, pero vosotros estáis creando el futuro en cada momento.
El tiempo, en vuestros términos, es flexible. Muchas de las predicciones se hacen de una manera muy distorsionada, y pueden llamar a la gente a engaño. Y no sólo eso sino que, cuando los que hacen las predicciones cometen un fallo, esto no ayuda a «la causa». La realidad no existe de esa manera. Podéis sintonizar con ciertas probabilidades y predecir que ellas van a ocurrir, pero el libre albedrío funciona siempre. No hay un dios en una torre gigante de marfil que dice: «Esto va a pasar el quince de febrero a las ocho y cinco»; y, si Dios no hace predicciones, no creo que deba hacerlas yo.
(Annie G.: -¿ Y qué hay de los sueños premonitorios?)
Muchos de ellos son muy legítimos. No obstante, con frecuencia la sugestión implícita en el sueño es la que produce el acontecimiento; así que, cuando el sueño se vuelve realidad, os parece que habéis visto un futuro que ya existía. Por el contrario, sois vosotros los que habéis dado forma al acontecimiento, sin daros cuenta de que éste se originó en el momento en que dormíais. Esta pregunta no puede contestarse de una manera simple, pues existen muchas ramificaciones; pero, desde este instante de la realidad, conformáis y cambiáis no sólo el futuro, sino también el pasado. Esto tiene un enorme significado en el funcionamiento de las probabilidades, ya que quiere decir que podéis modificar todos los acontecimientos, y que vuestros libros de historia son una entretenida ficción que sólo cuentan los conceptos actuales sobre el pasado.
(Sally W.: -¿ Cómo puedo cambiar mi manera de pensar para que mi familia se encuentre bien, en lugar de hacer que se enfermen?)
He aquí una pregunta que viene, del público. (Sonriendo.) Debes darte cuenta de que no eres la única en dar forma a los acontecimientos. Estás implicada en una aventura cooperativa; así que, por lo general, no eres la única responsable de un acontecimiento, ya que otros también participan en su creación... por sus propias razones. Esta pregunta no puede contestarse de manera simple en una sola noche, pero cada conciencia tiene su propio sistema de defensa y su propia vitalidad; deberías confiar en la tuya.
Vosotros cooperáis juntos para dar forma a la realidad física que conocéis; lo hacéis telepáticamente por medios que os son desconocidos. Tejéis redes de realidad psíquica que luego se fusionan en la realidad física. No las tejéis necesariamente solos, sino juntos, ya que vuestros pensamientos se entretejen con los de los otros. Sois responsables de vuestros propios pensamientos, y necesitáis aprender el poder del pensamiento y de la emoción, pero esto debería llenaros de la alegría de la creatividad. Una vez que comprendéis que vuestros pensamientos forman la realidad, dejáis de ser esclavos de los acontecimientos. Sólo tenéis que aprender los métodos.
(Sally W.: -Pero yo no sé cómo aprenderlos.)
Los aprenderás aquí. Los aprenderás a través de la lectura, y escuchando a tu ser interno. Los métodos han sido conocidos durante siglos; no sólo durante siglos como vosotros los concebís, sino durante la vida de esta tierra como la conocéis vosotros, e incluso antes: cuando los polos estaban invertidos, cuando había otras estrellas en el cielo y cuando los planetas no eran los planetas que vosotros conocéis.
Podéis tomaros un descanso.
(Terry B.: -¿Dónde conseguíais el orégano y en qué forma lo esnifabais?)
Era de las Indias y estaba seco.
(Uno de los asuntos que discutimos en el descanso se refería al grado de «permanencia» de la forma física humana.)
En nuestras sesiones privadas he explicado algo que no he mencionado en clase, y es esto: cada momento de tiempo en que parecéis existir en este universo, no existís en él. Los átomos y las moléculas tienen una naturaleza pulsátil que no percibís normalmente, así que lo que os parece ser un átomo o una molécula continuos es, en realidad, una serie de pulsaciones. Bien, me estoy dirigiendo a nuestro amigo de allí (Art O., un ingeniero) porque él quizá pueda comprender lo que estoy tratando de explicar, debido a su formación.
(Art O.: -¿Son estas pulsaciones extremadamente rápidas, hablando en nuestros términos?)
Ya lo creo que lo son. Sin embargo, en ciertas circunstancias, el ser interno abandona su confianza natural en los sentidos físicos y es consciente de estos períodos que a vosotros os parecerían como negaciones.
Vuestra conciencia fluctúa de la misma manera. Está aquí y luego no está aquí, pero el ser físico se enfoca sólo en los momentos de realidad física. No obstante, como la conciencia fluctúa, otras partes de vuestro ser tienen memoria de esos tiempos en que no está enfocada en la «realidad física», y ésta es también una parte de la totalidad de vuestra existencia.
Esto no es ni la mitad de complicado de lo que parece. Por ejemplo, recordéis o no vuestros sueños, hay una parte vuestra que puede, bajo hipnosis, recordar cada sueño que habéis tenido en la vida. Así que una parte de vosotros recuerda esos no momentos de cuando no estáis enfocados en la realidad física, cuando vuestra existencia está en otra dimensión de realidad enteramente distinta y vosotros estáis percibiendo lo que yo llamaría, en vuestros términos de referencia, no intervalos. Me gusta más la denominación de no intervalos que la de no momentos.
(Art O.: -¿Es este no intervalo un momento de nuestra existencia?)
Desde luego que lo es, en esta existencia; y estos no intervalos son también momentos en otras dimensiones de la realidad.
(Jim H.: -¿Se podría comparar esto a la luz rotatoria de un faro?)
Sí, si te gusta esa analogía.
(Art O.: —La analogía que me viene es de una onda electromagnética, una onda portadora, que luego es rectificada. Los intervalos son las pulsaciones positivas, y los no intervalos son las pulsaciones negativas.)
Por eso me dirigí a ti.
(Art O.: -¿Existen más de dos pulsaciones?)
Efectivamente, y la totalidad del ser es consciente de todas estas otras realidades. No quiero parecer desagradable, pero todos vosotros os conocéis a vosotros mismos y conocéis vuestros fallos y debilidades; ¿por qué, entonces, suponéis que el ser que conocéis es el único ser que sois? Posiblemente se os ha ocurrido pensar que tenéis capacidades que no estáis utilizando, que otras realidades que están conectadas con vuestra existencia más profunda no se están expresando en la existencia que conocéis.
(A Art O.:) Quiero que pienses en las implicaciones de lo que he dicho relativo a los intervalos.
(Jim H.: -¿Podría un no intervalo ser un intervalo positivo en otro aspecto de nuestra existencia?)
Sí, y ellos no percibirían vuestra existencia aquí, porque para ellos sería un no intervalo.
(Jim H.: -¿Podría esto ser la clave de la existencia simultánea de todas nuestras vidas, la clave del no tiempo?)
Sí, por supuesto. Y alguna noche os diré que deberíais cambiar vuestra concepción de la palabra «vidas». Esta es la primera sugerencia que he dado, en nuestras sesiones privadas o en clase, de un material bastante importante. Pero pensad en lo que queréis decir cuando usáis la palabra «vidas», y ved cuan limitado es el término.
Voy a terminar nuestra sesión, pero tengo que hacer un comentario. Esto ya lo he dicho antes: estáis tan muertos ahora como nunca vayáis a estarlo. Bien, si entendéis este comentario y pensáis en él, comprenderéis que hay mucho más tras lo que he dicho esta noche.
(Art O.: -¿Entonces estamos tan vivos ahora como lo hemos estado siempre?)
Correcto; excepto que, en la vida en la que estáis ahora implicados, no os enfocáis en el potencial total de vuestra vitalidad.
(Janice S.: —¿Hubo un continente llamado Mu?)
Sí, lo hubo. Bien, os pido que recordéis vuestros sueños. En vuestro contexto os diré de nuevo no sólo que recordéis vuestros sueños, sino que aprendáis a despertaros en medio de ellos y daros cuenta de que podéis manipular dentro de ellos. Sois vosotros los que les dais forma. Son vuestros, no algo en lo que os veis lanzados y sobre lo que no tenéis ningún poder.
(Janice S.: —¿Estamos usando nuestra existencia igual que un sueño?)
Lo que acabo de decir se aplica a lo que has dicho. En un contexto, lo que vosotros llamáis realidad física es un sueño, pero en un contexto más amplio es un sueño que vosotros habéis creado. Cuando seáis conscientes de que sois vosotros mismos los que le dais forma, tendréis acceso a la memoria de vuestro ser total.
Y, cuando seáis conscientes de que de igual manera sois vosotros los que dais forma a los acontecimientos de vuestra vida, aprenderéis a tener el control de la totalidad de vuestra conciencia en cualquier aspecto en que ella se muestre en esta vida. Con todo esto os daréis cuenta de que no sois impotentes. Recordad también que esta vida es una dimensión de experiencia y de realidad, aun cuando sea un sueño en un nivel superior de realidad en el que tenéis vuestra conciencia más amplia.
Extracto de Habla Seth II
La eterna validez del alma a través de Jane Roberts
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