Amar es algo que está adentro.
Varios/Otros
Quiero darles nuevamente las gracias por haber venido hoy a acompañarnos; por traer siempre sus corazones abiertos y sus mentes dispuestas al amor... Bienvenidos. Gracias por estar hoy aquí.
El propósito de este taller es llegar a producir una profunda comprensión en nuestro interior que nos lleve a encontrar La Aceptación, esa herramienta de liberación total del sufrimiento. En todo lo que estamos compartiendo, hemos visto que hay una sola causa que produce el sufrimiento en el ser humano y esa causa es, exactamente, la incapacidad en un momento dado, de poder aceptar los sucesos que rodean la vida de cada uno de nosotros.
Por supuesto que para poder aceptarlos, necesitamos primero comprenderlos.
Ya hemos trabajado muchas herramientas para entender cómo funciona en el universo algo que llámanos el proceso pedagógico. En la medida en que vamos entendiendo que la vida es como un gran colegio, y que los sucesos a nuestro alrededor no son nada más que la tareas que la vida nos pone para que aprendamos lo que vinimos a aprender a la vida: Aprender a ser felices por nosotros mismos y Aprender a amar al prójimo como a mí mismo.
Ese es el aprendizaje fundamental porque el uno es externo y el otro es interno. Ser feliz es algo puramente interno del ser humano. La felicidad no es algo que está afuera, es algo que está adentro. Y amar es algo que tiene qué ver con lo que sucede afuera, porque necesito poder aceptar, respetar todas las personas, todos los seres vivientes y los sucesos a mi alrededor, para poder pensar que yo les estoy amando. Ese aprendizaje es precisamente el que nos tiene ahora en el planeta tierra. Estamos disfrutando una maravillosa oportunidad de aprender.
Definitivamente, mientras no logremos aceptar la realidad como simplemente un espejo que nos está mostrando la necesidad del cambio interior, no podremos avanzar en el desarrollo espiritual y en la liberación de nuestro sufrimiento.
Recordemos dos definiciones muy sencillas que es importante tenerlas claras: cuando nosotros vamos a buscar en los libros el significado de felicidad o el significado de amar, lo más probable es que encontremos unos cientos de volúmenes con cientos de páginas acerca de la felicidad y del significado del amor. No es necesario leer tantos libros ni tantas páginas, para comprender algo tan simple como esto:
Los concepto de los hombres acerca del amor, de las leyes del universo, de la felicidad, son muy diferentes, muy opuestos y, por lo general, bastante contradictorios.
Vamos a mirar algo mucho más simple que no se origina en los libros, es algo que los Maestros nos dicen y su simpleza es sorprendente:
Felicidad es igual a algo y amar también es igual a algo.
Vamos a decir que felicidad es exactamente igual a cero sufrimiento. Cuando una persona en su interior tiene cero sufrimiento, significa que esa persona es ciento por ciento feliz, porque la no felicidad es el sufrimiento ante ciertas situaciones externas. Si yo no tengo ningún sufrimiento, ni sufro ante nada, ya soy feliz. Por eso, los maestros son felices y tienen paz en su interior.
En cuanto a la parte externa, lo que tiene que ver con nuestras relaciones, y con las personas, y con todos los seres vivientes, también es igual a cero. A cero resistencia.
Es elementalmente simple lo que vinimos a aprender al mundo. Lo que vinimos a aprender a este colegio es elementalmente simple. Aprenderlo, es todo un reto. Es todo un trabajo porque precisamente todo nuestro sistema de creencias, acumulado en nuestra mente, que conforma la personalidad y el ego humano, no nos permite aceptar la realidad y, por lo tanto, el sufrimiento en nuestro interior es altísimo. Al no aceptar la realidad yo le estoy haciendo resistencia. Le estoy haciendo resistencia a las personas, a sus estructuras, a sus comportamientos, a sus destinos. Y mientras más resistencia yo le hago, más fuerza voy a encontrar; más oposición, más conflicto, más guerra y más problemas...
Cuando le hacemos resistencia a algo, no vamos a medir la fuerza que tiene, sino qué tanta resistencia soy yo capaz de ponerle al Orden del Universo, eso es lo que en realidad medimos. Por supuesto, no habrá forma de medir realmente la fuerza que el universo tiene, que es la fuerza de la creación y la pedagogía. Lo que siempre estaremos midiendo -cada uno de nosotros lo mide-, es la resistencia que yo soy capaz de oponer al Orden del Universo y esa es la actitud que se traduce en conflictos. Por lo tanto, si logramos comprender bien lo que significa la ciencia de la Aceptología, nosotros dejaríamos de ponerle resistencia al mundo y empezaríamos a fluir con él; eso ya nos daría la capacidad de amar. Al no tener resistencia, significa que estoy aceptando el Orden del Universo. Aceptarlo significaría que yo dejaría de sufrir precisamente por las cosas que no puedo cambiar, que no me corresponde cambiar, y que no se necesitan cambiar, porque lo único que necesitamos cambiar está adentro de nosotros.
Afuera no hay nada que cambiar, afuera todo lo que sucede (aun cuando a nuestra mente le cuesta un poco de trabajo aceptarlo), es necesariamente perfecto para el proceso del universo. Esa es la idea general de Aceptología.
Ahora, para trabajarla profundamente, para que nuestra mente la acepte, haremos ejercicios muy concretos, que vamos a estar practicando en todo el taller.
Recordemos algo... ¡son cosas tan sencillas!... como todo lo que dicen los Maestros: El Universo y su Organización son lo más simple y sencillo que existe; lo que es complicadísimo es la mente humana que está llena de limitaciones;
Comprendiendo, tenemos la herramienta para aceptar el orden del universo; si lo aceptamos, nuestros sufrimientos van a desaparecer. Si nuestros sufrimientos desaparecen, entonces empezamos a amar; y si empezamos a amar, empezaremos a fluir con el orden perfecto del universo y nos llenaremos de paz en nuestro interior. Así es como se trasciende... ¿Cierto que no es tan difícil?
En nuestro primer tema trabajamos la razón de por qué la Aceptología es una ciencia. No estamos hablando de creencias, de religión. No estamos hablando de ninguna cosa que no pueda medirse y comprobarse. Por lo tanto, estamos hablando de ciencia.
Hay algo que puede medirse fácilmente. Se llama los resultados que cada uno de nosotros obtiene en su vida. Si puedo medir los resultados, podría también ubicar las causas que los generan o la razón por la cual obtengo esos resultados. Podría aprender a obtener resultados voluntariamente y no al azar, porque un resultado al azar, positivo o negativo, no sé como repetirlo. La idea es que yo sepa como generar resultados y eso es lo que se llama saber.
Para eso no sirve una creencia.
Los resultados medibles están unos en nuestro interior, y otros en nuestro exterior.
¿Qué podemos medir en nuestro interior? Paz como desarrollo, y sufrimiento como disminución.
Es muy fácil que cualquiera de nosotros pueda observarse a sí mismo y darse cuenta de si está sufriendo, si está angustiado, si tiene estrés, si tiene miedo... y en qué intensidad los tiene, o si no los tiene.
Lo que podemos medir es una disminución de nuestros niveles internos de sufrimiento, de angustia, de miedo, de expectativas, como también podemos medir un aumento de nuestra paz interior, de nuestra serenidad, de nuestra capacidad de actuar frente a las situaciones con una mayor paz interior y con una mayor serenidad.
Externamente, ustedes también pueden medir cuatro cosas. Cuatro “problemas” humanos que son la pedagogía del universo y que pueden medirse también fácilmente, si yo estoy aprovechando lo que esas situaciones me enseñan.
Los cuatro problemas ya los hemos mencionado; vamos a repetirlos:
- Problemas de relaciones.
- Problemas de salud.
- Problemas de ubicación (incapacidad de adaptarse a un sitio cualquiera). La persona que no se siente bien en su casa, no se siente bien en el trabajo, ni en su país, ni en el planeta, entonces, ¿para dónde va a irse?
Veamos como puede medirse que estamos haciendo un desarrollo espiritual...
Si yo empiezo a tener menos problemas de relaciones, es decir, tengo una convivencia más pacifica con las personas, estoy mejorando espiritualmente. Si empiezo a tener menos problemas de recursos, es decir, si empiezo a tener los recursos necesarios para lo que hago... para vivir en la vida. Si empiezo a tener una mejor salud física y mental, y si empiezo a sentirme más a gusto en donde estoy y en lo que hago, es claro que esos indicadores me están mostrando desarrollo espiritual.
Estamos hablando de algo medible, por lo tanto estamos hablando de ciencia.
En la parte del segundo tema, donde hablamos de cómo hacemos ante lo que no estoy aceptando, es claro que hicimos varias preguntas de qué es lo que yo no estoy aceptando, preguntas que dejamos como ejercicio. Era dos cuadernitos o uno solo con dos columnas, en una colocamos lo que no estoy aceptando y en la otra columna lo que yo ya tengo aceptado. La forma de medir es muy sencilla:
Cualquier cosa ante la cual yo me siento mal, es algo que no estoy aceptando.
En la medida en que vamos haciendo esa lista vamos encontrando cuales son nuestras limitaciones por superar.
Recuerden que lo que no estoy aceptando puede estar asociado con cualquier tipo de situación. Cuando me siento mal con una persona, ¿qué no estoy aceptando de esa persona? Me siento mal ante una situación cualquiera, ¿qué no estoy aceptando de esa situación? Si yo estoy observándome cuando voy por la calle y de pronto me siento mal, ¿qué no estoy aceptando? Ahí van a aparecer nuestras limitaciones mentales.
En la otra columna, aquellas cosas con las que te sientes bien, con las que te sientes en paz, es lo que tú ya tienes aceptado. Te sientes muy agradable con alguien, o te sientes muy agradable en una situación o en un trabajo...
Observo algo que no me causa ninguna inquietud interna, eso es lo que yo ya tengo aceptado. La idea es ir cambiando la tablita hasta que desaparezca todo lo que no tengo aceptado y pase a ser todo totalmente aceptado. En ese momento, habré concluido prácticamente la totalidad del desarrollo espiritual en el campo humano. ¿Han hecho el ejercicio? ¿Han encontrado alguna cosa que no estén aceptando?
Ante cualquier situación de angustia, de miedo, de sufrimiento, de estrés, hay algo que yo no he sido capaz de aceptar, ¿cómo me voy a liberar de esa situación? De una manera muy sencilla: aceptándolo. ¿Cómo lo voy a aceptar? Comprendiéndolo. Y, ¿cómo lo voy a comprender? Estudiando las leyes que rigen el universo y sus procesos pedagógicos. Eso es lo que estamos haciendo en este taller, que se complementa con todo lo que hemos visto anteriormente.
Después de comprender lo estudiado en la clase anterior, estás en capacidad de contestar.
Antes de continuar, trata de responder por tu cuenta las siguientes preguntas.
1- ¿Para ti, que significa realidad?
2- ¿Cuáles realidades te gustaría cambiar?
3- ¿Qué pasa, en tu interior, cuando no puedes cambiar la realidad?
4- ¿Si la realidad no es cambiable por ti, cómo harías para no sufrir ante ella?
5- ¿Cómo puedes saber que te corresponde, sin duda, modificar tu entorno?
6- ¿Cómo harías para generar una nueva realidad para ti?
7- ¿Cómo puedes saber que sí estás aceptando la realidad?
¿Para ti que significa la realidad?, tiene varias definiciones que se complementan. Realidad es lo que se da en un lugar donde yo puedo actuar.
(Hay un corte en este punto de la grabación, donde creo recuerda que la realidad externa no es cambiable, sino que si cambio mi realidad interna, me hago correspondiente otras realidades externas diferentes y desde mi punto de vista mejores... o peores. Pero la realidad anterior sigue ahí, mientras sea necesaria para las experiencias de otros. Deja de ser mi realidad externa, pero sigue existiendo. F. Uribe)
Si un policía desea pasarse a médico, la policía no desaparece por esa razón. Si un médico desea pasarse a defensor, los médicos no desaparecen por esa razón. Si un defensor decide pasarse a pedagogo, los defensores no desaparecen por esa razón. Si un pedagogo decide ser policía, los pedagogos no desaparecen por esa razón...
Si nada cambia por el hecho de que yo cambie, ¿qué es lo que cambia? Hay algo que cambia pero, ¿qué es? Lo que cambia es mí experiencia. No cambia la experiencia del entorno; no cambia la correspondencia de destino que cada quien necesita vivir. Esa no cambia porque no es cambiable... ¿saben por que? Porque si esa fuera cambiable por nosotros, desordenaríamos totalmente el proceso pedagógico del universo entero; eso no esta permitido por la ley de Universo. No puede hacerse. Lo que sí puedo hacer yo es cambiar de función, de actividad, de lugar, cambiar de experiencia a nivel personal. El día que una persona pueda hacer esto, se lleva una experiencia muy agradable. Dice:
“Decido declararme en estado de paz y de amor y no ser parte de las correspondencia, ni de defensas, ni de violencia, ni de agresión de ninguna naturaleza”. Las demás personas a su alrededor le van a decir inmediatamente: “Usted se volvió malo... a usted no le importa... Usted es un indolente...”. Tienen derecho a decirle eso porque no entienden de qué se trata.
Para que eso no pase, tenemos que hacer eso sin que se note. Porque si se nota, los demás se sienten agredidos por ti, es decir, se sienten invalidados y no apoyados y casi que tú te conviertes en el enemigo de ellos, porque esa es la reacción del que no sabe. Pero si lo haces correctamente -sin que se note-, (la persona piensa: “Yo me voy a pasar a pedagogo, me voy a pasar a amar, pero que los otros no se den cuenta de eso para que no me confronten...”), te vas sorprender de algo. Hay mucha más gente haciendo esto de la que se supone; pero viven en otro nivel de correspondencia porque ya no lo corresponde el anterior. Equivale a decir: «Yo estaba en el piso tercero del edificio pero un día cualquiera decidí empezar a actuar como se actúa en el piso cuarto. Estando en el tercero decidí hacer lo que se haría en el cuarto; entonces, a la hora menos pensada vino alguien del cuarto y me dijo: “¿Sabe qué? Como Usted actúa como del cuarto piso y no del tercero, véngase para el cuarto piso porque usted ya no tiene oficio allí”...
“Oiga, ¿y los del tercero...?” Hay unos del segundo que están subiendo al tercero, entonces ellos te van a reemplazar a ti, para hacer lo que se hace en el tercero”. Con esto quiero decir que independiente de que yo haga o no, de que yo exista o de que yo no exista, en el universo nada va a dejar de funcionar como le corresponde funcionar.
Extracto de Gerardo Schmedling
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