Cómo tirar al personaje.
Varios/Otros
No puedes tirar al personaje si no te activas hacia el recuerdo, si no actúas en consonancia, si no dejas de bajar las mismas escaleras. No puedes tirar al personaje si lo mimas todos los días, si tu intención es conservarlo. No puedes tirar al personaje si no te atreves a tener coraje para eso. Puedes tirarte, tirarte sin pensarlo. No vas a caer a ningún vacío. No existe el vacío. Si alguno existiese es el que alimentas cada día para decirte (sin ser consciente de ello), que no estás bien. Todo lo que respecta al personaje es un montaje mental y como tal es el que te tira a ti cada día. Aunque digas que te quieres o que quieres a otros, quieres más a tu personaje mientras le estés dando alas. Aunque estés con los demás en momentos muy queridos, que no te hablen del personaje, que te hablen de otra cosa, pero del personaje no, porque si te hablan de él, cuidado, cuidado que ya no respondes ni querrás ver ni atender a nada más.
El personaje ha estado muchos años inyectándote sufrimientos y casi llegaste a la conclusión de que así deberá ser todo en la vida. Así que no te lo quiten, no después de todo el trabajo que te ha costado creértelo. Esto es como quitarse de fumar, lo puedes hacer poco a poco o de forma radical. Si lo haces poco a poco, tendrás personaje para largo y aquí acaba este escrito para ti (no podemos hacer más que observar tus caídas). Si lo haces de forma radical, hazte amigo del silencio, conócelo, pero no hables con él. Si empiezas a querer hablar con el silencio por eso de... a ver quién es... se marchará. El silencio, sí te conoce. Tú al silencio, no. El silencio te ofrece su mano todos los días mientras te entretienes mirando para otros lugares, y no por eso va a dejar de ofrecértela.
Vamos a hacer un ejercicio juntos de observación, ve a concretos momentos que son muy queridos y te encuentras bastante bien. En esos momentos, observa cómo alguien viene y te habla de cambiar ciertas cosas internas que no funcionan con las que convives a diario contigo mismo. Y te lo dice la existencia todos los días de incontables formas distintas. Lo más adecuado sería observarlo en tiempo real, en el mismo momento que sucede. Pero como no lo tienes a mano mientras lees esto y por otro lado muy pocas personas se atreven a ser valientes para actuar así... vamos por tanto a intentar que te cale una nueva, y si ya no tan nueva, sí tal vez una más grande comprensión.
Atento/a: imagina con toda la fuerza que puedas, qué sucede dentro de ti mientras te están explicando en ese momento ideal qué cosas te sobran. Observa dentro de ti qué ocurre, qué se mueve, cómo le afecta al ego, mira si ha cambiado tu humor, mira todo lo que se te ocurra para observar, sólo observar, nada más. Si estás haciendo este ejercicio con gran honestidad contigo, muy posiblemente podrás ver que el momento bueno que antes tenías, ya no está. Esto es un indicativo para que veas cómo en un instante se puede perder todo, si abandonas el estar consciente de cada momento. Y no está esa parte ideal porque otra parte (la que aún sigue enferma) está resistiéndose a aceptar que están ahí las cosas que te sobran. Y esa parte forma parte de ti todavía. Esa parte con el resto, es un todo. Si quieres que la resistencia caiga, obsérvala.
La resistencia es lo único que te tiene retenido y tienes que tener claro que la resistencia tiene vida propia y juega contigo a retenerte, y solo tú eres quien se deja retener por haberlo hecho o repetido miles de veces un hábito. Por más vueltas que le des, esto no puede ser de otra forma. Así funciona y sólo tú eres quien tiene poder para tirar al personaje observando la resistencia. Hacemos aquí un breve paréntesis para que tengas algo más de información: LA RESISTENCIA NO PUEDE AVANZAR MIENTRAS LA MIRES A LA CARA. Hay muchas personas que saben esto y lo comprenden, sin embargo es de las cosas que antes se olvidan. Y también está bien saberlo. Continuamos lo anterior: lo que te decimos es que la observes y, sin pretender analizar nada, sin juzgar nada, sin cuestionar nada, repetimos: OBSÉRVALA. Quédate en la observación por unos momentos más, alguno más. Después sigues con esta lectura.
(CONCÉDETE UNA PAUSA)
Si lo estás haciendo con rigor, puedes estar viendo en estos momentos que todo está cambiando. Sí, todo, porque cuando una parte comienzas a cambiarla, por entero cambias. Ya que vas unido a todo lo que eres en este ahora. Y lo que cambias ahora es que la resistencia sea menor por el simple hecho de observarla. Ahora ya podrás ir intuyendo que a mayor intensidad de observación y mayor constancia, más cambio hacia ti mismo/a se produce dentro de ti. Cómo conjugamos ahora observación con silencio. Para observar no necesitas pensar. Para lavar un plato, sabes que no necesitas pensar en lo que estás haciendo, no por ello dejas de observar, de ver que estás lavando un plato. Bien, pues aquí es lo mismo. Si te adaptas a hacer en cada resistencia este ejercicio, te lo vamos a decir muy claro: en muy poco tiempo tu vida habrá tomado un nuevo rumbo de mucho más equilibrio, libertad y felicidad de la que tienes ahora. Y sabemos lo que decimos. Tú tienes la decisión.
EN LA MISMA MEDIDA DE LO QUE TE IMPORTE LO QUE LOS DEMÁS PIENSEN DE TÍ, TE IMPORTAS A TÍ MISMO.
Sin empujarle. Intentemos ver hoy el dejar de empujarle al personaje en un contexto de no ponernos en contra de él. Puedes estar en desacuerdo con las cosas que nos rodean y suceden a cada momento, puedes revelarte ante ellas, puedes atacar a otros como si de una defensa personal se tratase, puedes remar contra corriente, puedes hacer lo que elijas. Puedes hacer tantas cosas como desees. Lo que queremos explicar nuevamente de otra forma es que para entender la energía, se hace necesario primero, conocer su funcionamiento. Pongamos el ejemplo de un objeto que se encuentra sobre una mesa (el objeto es el personaje y la mesa es la parte real de ti). Si quieres quitar el objeto de la mesa, tendrás que tomarlo primero entre tus manos, todos sabemos que esa forma es más segura que dándole una patada porque si lo tiramos de la mesa de forma violenta sabemos que podemos romper otras cosas. Pues así funciona la energía en la práctica de sustituir al personaje por ti.
Cuando desplazas el objeto hacia otro lugar permitiendo que sea de una forma segura y lo más natural posible, es cuando ya dejas de empujar al personaje porque cualquier cosa que tratemos fuera de nuestra verdadera naturaleza de comportamiento, la misma energía que empleaste para hacerlo de forma antinatural, volverá a ti ya que todo lo que des hacia afuera vuelve a ti. Pongamos otro ejemplo: si “alguien” en la calle te pide dinero y tú le das unas monedas, ese dinero en realidad te lo estás dando a ti, no al “otro”, y no al “otro” porque en este contexto lo que quisiéramos es que vieras más claramente lo tuyo. Y lo tuyo es, que des lo que des, siempre termina regresando a ti. Si seguimos esto (que es mucho más real que el pretender creer que le damos cosas a los demás), nunca le has dado nada a nadie. ¿A quién le puedes dar algo si no hay otro? ¿No es cierto que seamos todos uno? Y uno es uno, no dos. ¿Dónde está el número dos si es tu hermano en unidad contigo?
Sólo cuando tiras al personaje es cuando te recobras. ¿Y al tirar (sin empujar) al personaje, qué te das? Te das a ti también. Vuelves a ti, sales de la ilusión de separación. ¿Qué importa que los ¨demás¨ aun no lo entiendan o no decidan todavía querer ser? Si lo que te importa es que los demás aún no quieran, vives en la ilusión de vivir por los “demás” y no por ti y aparte de que sería un completo absurdo, nadie puede vivir por ¨otro¨. Vivimos (y siempre ha sido así), cada uno por sí mismo. Y todos en UNO. ¿Cómo podrías vivir por ¨otro¨ desde Quien Realmente Eres? Esto pretende ser formas expresadas para que encajes con ayuda de ejemplos que EN LA MEDIDA que valores el tomar las riendas de tu vida, EN LA MISMA MEDIDA que te sumerjas en ti mismo/a para darte aquello que es tuyo, para recordar Quien Eres, para recobrar la cordura, para no solo ser feliz, sino también para Ser por fin, EN LA MISMA MEDIDA, en la misma justa medida, LE PODRÁS DAR A LOS ¨DEMÁS¨.
Pero si quieres más ejemplos muy prácticos, siempre la vida nos ha puesto y nos seguirá poniendo miles de ejemplos para que comprendamos esto, para que podamos darnos la oportunidad de mirarnos. Todos los días habrá ejemplos, todos los días tendrás pruebas de lo que te decimos aquí. La vida todos los días te lo está diciendo de múltiples e infinitas formas, con interrelaciones, con hechos, con multitud de ambientes, de escenas coloridas, la vida no para de hablar, hablándote. Así que, mira a ver si podrás seguir dando a ¨otros¨ mientras cargas con la pesada carga del personaje. Más bien, lo que le vas a transmitir a los “demás” es tu pesada carga. ¨ “Ellos” la van a sentir. La sienten todos los días, al igual que tú la de “ellos”. Si quieres ir más liviano por la vida, solo tienes que fluir, y volvemos a lo mismo: en la misma medida que fluyas, tu vida irá despegando, tomando vuelo.
Nadie te espera en ninguna parte, no hay ningún lugar a donde ir, no es cierto que tengas un montón de cosas antes que hacer, si nunca hiciste nada, si todo es un teatro que ha estado disponible para tener otras experiencias que nada tenían que ver contigo si se quiere entender el sentido que le estamos dando. El único problema es que el teatro se acaba, y sin él, el personaje está tan perdido como una gota de agua en un desierto. La arena seguirá brillando, pero la gota se secará. Y fue la gota quien eligió irse a vivir a un desierto. Su vida fue un desierto. Ser consciente de todo lo que haces es lo que te salvará, y ¿quién te salvará...? TU. Hay cosas que no pueden ser de otra forma, hay cosas que nunca cambian. Es sencillo, di que es sencillo, no lo compliques diciéndote que es complicado. ¿Ves la sencillez de lo que decimos? No es para valientes, no es para seres especiales, es para ti. Si eres tú el especial, si siempre estuviste buscando a aquellos especiales sin saber que eras tú siempre.
Todo el tiempo fue así. Arranca, no lo dudes más, pon tu marcha correspondiente, sin pensarlo. Sal a la calle, mira cuanto ¨sufrimiento¨ hay, te están esperando para que les des tantas incontables cosas que llevas ahí dentro. Mientras lo piensas, ¨otros¨ se pierden lo mejor de ti. Prueba cosas, si no hay miedo, eso es otra ilusión de la matrix. Igual que la separación, si en verdad nunca ha habido separación, incluso en tiempos de mucha densidad nunca ha habido separación, todo se ha hecho en unidad. Que tocaba tener experiencias ¨desesperadas¨, bien, pues todos las tuvimos también en unidad, en conjunto. Que ahora toca ir a nosotros los de verdad, pues ya veis, vamos en unión también. ¿No te seria la vida más sencilla cuando vieras al ¨otro¨ como a ti mismo? Si miraras así, dinos, ¿qué problemas vas a tener? ves al “otro” y lo ves como a ti, entonces es algo así como decir que te miras a ti mientras ves al “otro”. Dicho de otra forma, el “otro” es tu espejo.
Te reflejas en ese espejo que también eres tú, y el otro se ve en ti. Sencillo, míralo sencillo, todos UNO. Uno TODOS. Rompe tus viejos esquemas y abórdate, eleva tus velas y pon dirección al infinito. Hay mares que desconoces, que desconocemos, y te los estás perdiendo, nos lo estamos perdiendo. Repara tu barco, si tú eres tu barco, los mares del universo te necesitan feliz de Ser Quien Eres.
LÁNZATE SIN EMPUJARTE
LA VERDAD por
Leticia R. Villaseñor & Javier G. Delgado
5718 lecturas