El Libro de Enoc - Cap.62 a 71
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Capítulo 62
1 Así ordenó el Señor a los reyes, a los poderosos, a los dignatarios y a todos los que viven sobre la tierra, diciendo: "Abrid los ojos y levantad vuestras frentes por si sois capaces de reconocer al Elegido".
2 El Señor de los espíritus se sentó en su trono de gloria, el espíritu de justicia se esparció sobre Él y la palabra de su boca exterminó a todos los pecadores e injustos y ninguno de ellos subsistirá frente a Él.
3 Ese día todos los reyes y los poderosos y los que dominan la tierra se levantarán, le verán y le reconocerán cuando se siente sobre el trono de su gloria; la justicia será juzgada ante Él y no se pronunciará palabra vana frente a Él.
4 El dolor vendrá sobre ellos como a una mujer en un parto difícil, cuando su hijo viene por la abertura de la pelvis y sufre para dar a luz.
5 Se mirarán los unos a los otros aterrorizados, bajarán la mirada y la pena se apoderará de ellos cuando vean a este Hijo de Mujer sentarse sobre el trono de su gloria.
6 Y los reyes, los poderosos y todos los que dominan la tierra alabarán, bendecirán y ensalzarán a quien reina sobre todo lo que es secreto.
7 Porque desde el principio el Hijo del Hombre fue ocultado y el Más Alto lo preservó en medio de su poder y lo reveló a los elegidos.
8 La asamblea de los elegidos y los santos será sembrada y todos los elegidos se sostendrán en pie en ese día;
9 pero los reyes, los poderosos, los dignatarios y los que dominan la tierra caerán ante Él sobre sus rostros, adorarán y pondrán su esperanza en este Hijo del Hombre, le suplicarán y le pedirán misericordia.
10 Sin embargo, el Señor de los espíritus los apremiará para que se apresuren a salir de su presencia, avergonzará sus caras y las tinieblas se acumularán sobre sus rostros;
11 Él los entregará a los de castigo para ejecutar la venganza porque han oprimido a sus hijos, a sus elegidos.
12 Serán un espectáculo para los justos y los elegidos, quienes se alegrarán a costa de ellos, porque la ira del Señor de los espíritus cayó sobre ellos y su espada se emborrachó con su sangre.
13 En cambio los justos y los elegidos serán salvados ese día y nunca más le verán la cara a los pecadores ni a los injustos.
14 El Señor de los espíritus residirá sobre ellos y con este Hijo del Hombre comerán, descansarán y se levantarán por los siglos de los siglos.
15 Los justos y los elegidos se habrán levantado de la tierra, dejarán de estar cabizbajos y se vestirán con prendas de gloria.
16 Tales serán las prendas de vida del Señor de los espíritus: vuestra ropa no envejecerá y vuestra gloria no terminará ante el Señor de los espíritus.
Capítulo 63
1 En esos días los reyes, los poderosos y los que dominan la tierra suplicarán a los ángeles del castigo, a quienes habrán sido entregados, para que les den un poco de descanso, y puedan postrarse ante el Señor de los espíritus, adorarlo y reconocer sus pecados ante Él.
2 Bendecirán y alabarán al Señor de los espíritus y dirán: "Bendito es el Señor de los espíritus, Señor de reyes, Señor de los poderosos, Señor de los ricos, Señor de gloria, Señor de sabiduría;
3 "Sobre todas las cosas secretas es esplendoroso tu poder de generación en generación y tu gloria por los siglos de los siglos; profundos e innumerables son tus misterios e inconmensurable es tu justicia.
4 "Ahora hemos aprendido que debemos alabar y bendecir al Señor de los reyes pues reina sobre todos los reyes".
5 Y ellos dirán: "Ojalá hubiera descanso para glorificar y dar gracias y confesar nuestra fe ante su gloria.
6 "Ahora suspiramos por un pequeño descanso, pero no lo encontramos, insistimos pero no lo obtenemos; la luz se desvanece ante nosotros y las tinieblas son nuestra morada por los siglos de los siglos.
7 "Porque ante Él no hemos creído ni hemos alabado el nombre del Señor de los espíritus y en cambio nuestras esperanzas estuvieron en el cetro de nuestro reinado y en nuestra gloria.
8 "Así, el día de nuestro sufrimiento y tribulación Él no nos ha salvado y no encontramos tregua para confesar que nuestro Señor es veraz en todas su obras y su justicia y que en su juicio no hace acepción de personas.
9 "Desaparecemos de su presencia a causa de nuestras obras y todos nuestros pecados han sido contabilizados justamente."
10 Después ellos se dirán: "Nuestras almas están llenas de riquezas injustas pero ellas no nos preservan de descender en medio del peso de la muerte".
11 Luego, sus rostros estarán llenos de oscuridad y de vergüenza ante el Hijo del Hombre, serán expulsados de su presencia y la espada permanecerá frente a sus caras.
12 Entonces dijo el Señor de los espíritus: "Tal es la sentencia y el juicio con respecto a los poderosos, los reyes, los dignatarios y aquellos que dominaron la tierra frente al Señor de los espíritus".
Capítulo 64
1 Después, vi otras figuras ocultas en ese lugar.
2 Escuché la voz de un ángel diciendo: "Estos son los Vigilantes que descendieron sobre la tierra y le revelaron a los humanos lo que era secreto y los indujeron a pecar".
Capítulo 65
1 [En esos días Noé vio que la tierra estaba amenazada de ruina y que su destrucción era inminente;
2 y partió de allí y fue hasta los extremos de la tierra; le gritó fuerte a su abuelo ‘Enoc y le dijo tres veces con voz amargada: "¡Escúchame, escúchame, escúchame!"
3 Yo le dije: "Dime, ¿Qué es lo que está pasando sobre la tierra para que sufra tan grave apuro y tiemble? Quizá yo pereceré con ella".
4 Tras esto hubo una gran sacudida sobre la tierra y luego una voz se hizo oír desde el cielo y yo caí sobre mi rostro".
5 Y ‘Enoc, mi abuelo vino, se mantuvo cerca de mí y me dijo: "¿Por qué me has gritado con amargura y llanto?".
6 Después fue expedida un orden desde la presencia del Señor de los espíritus sobre los que viven en la tierra, para que se cumpliera su ruina, porque todos han conocido los misterios de los Vigilantes, toda la violencia de los Satanes, todos sus poderes secretos, el poder de los maleficios, el poder de los hechiceros y el poder de quienes funden artículos de metal para toda la tierra:
7 cómo la plata se produce del polvo de la tierra, cómo el estaño se origina en la tierra,
8 pero el plomo y el bronce no son producidos por la tierra como la primera, sino que una fuente los produce y hay un ángel prominente permanece allí.
9 Luego, mi abuelo ‘Enoc me tomó por la mano, me levantó y me dijo: "Vete, porque le he preguntado al Señor de los espíritus sobre esta sacudida de la tierra;
10 Él me ha dicho: "Por causa de su injusticia se ha determinado su juicio y no será detenido por mí nunca porque las brujerías que ellos han buscado y aprendido, la tierra y los que habitan en ella, serán destruidos".
11 En cuanto a esos ángeles, no habrá lugar para su arrepentimiento, porque han revelado lo que era secreto y están malditos, pero en cuanto a ti, hijo mío, el Señor de los espíritus sabe que eres puro, y sin culpa ni reproche al respecto de los secretos.
12 "Él ha destinado tu nombre entre los santos y te preservará entre los que viven sobre la tierra. Él ha destinado tu linaje para la realeza y para grandes honores y de tu semilla brotará una fuente de justos y de santos innumerables, por siempre.
Capítulo 66
1 Después me mostró los ángeles de castigo que estaban listos para venir y desatar la fuerza de las aguas que están debajo de la tierra.]
2 [y el Señor de los espíritu le mandó a los ángeles que iban saliendo que no levantaran las aguas sino que las represarán, ya que estos ángeles estaban encargados de la potencia de las aguas.]
3 [Y yo me retiré de la presencia de ‘Enoc.]
Capítulo 67
1 [En esos días la palabra del Señor del universo vino a mí y Él me dijo: "Noé, tu destino ha llegado hasta mí, un destino sin mancha, un destino de amor y rectitud.
2 "Ahora los ángeles están construyendo una casa de madera y cuando terminen su tarea, extenderé mi mano sobre ella y la preservaré y la semilla de vida germinará de ella y se producirá un cambio para que la tierra no quede desocupada.
3 "Yo consolidaré tu linaje ante mí para siempre, diseminaré a los que viven contigo y no será estéril, sino será bendecida y multiplicada sobre la superficie de la tierra en el nombre del Señor".
4 Él encarcelará a los Vigilantes que han demostrado injusticia, en este valle ardiente que antes me había mostrado mi abuelo ‘Enoc en el occidente, cerca de las montañas de oro, plata, hierro, estaño y plomo.
5 Vi ese valle donde había gran perturbación y agitación de aguas.
6 Cuando todo esto ocurrió, de aquel ardiente metal fundido y desde la agitación, en ese lugar se produjo un olor a azufre y se mezcló con las aguas y ese valle donde estaban los Vigilantes que habían seducido a la humanidad, arde bajo la tierra.
7 De sus valles salen ríos de fuego donde son castigados esos Vigilantes que han seducido a quienes habitan sobre la tierra.
8 Esas aguas servirán en estos días a los reyes, a los poderosos y a los dignatarios y a aquellos que habitan sobre la tierra, para salud del cuerpo y para castigo del espíritu, pero su espíritu está lleno de codicia y su carne será castigada porque han rechazado al Señor de los espíritus. Serán castigados diariamente y aun así no creerán en el Señor de los espíritus.
9 Tanto como su cuerpo es quemado severamente, se produce un cambio en su espíritu por los siglos de los siglos, porque nadie profiere una palabra vana ante el Señor de los espíritus.
10 Porque el juicio vendrá sobre ellos a causa de que ellos creen en el deseo de su carne y rechazan al Espíritu del Señor.
11 En esos días hubo en esas aguas un cambio, pues cuando los Vigilantes son castigados en ellas las fuentes de agua cambian de temperatura, y cuando los ángeles suben las aguas se vuelven frías.]
12 Oí a Miguel hablar y decir: "Este juicio en el que los Vigilantes son sentenciados es un testimonio para los reyes y los poderosos que dominan la tierra;
13 porque estas aguas de castigo proporcionan salud a los cuerpos de los reyes y curan la concupiscencia de su carne, sin embargo ellos no creen ni ven que esas aguas cambiarán y se convertirán en fuego que arderá para siempre".
Capítulo 68
1 [Después de eso, mi abuelo ‘Enoc me dio la explicación de todos los misterios en un libro y en las parábolas que le habían sido dadas y él las reunió para mí en las palabras del Libro de las Parábolas.]
2 Ese día Miguel habló y le dijo a Rafael: "El poder del Espíritu me transporta y me hace estremecer a causa de la severidad del juicio por los secretos y del castigo de los ángeles.
¿Quién podrá soportar la rigurosa sentencia que ha sido ejecutada y frente la cual ellos se deshacen?"
3 Miguel habló de nuevo y le dijo a Rafael: "¿Existe alguien cuyo corazón no sea tocado por esto y cuyos riñones no se turben por esta sentencia proferida contra aquellos que han sido arrojados?"
4 Pero sucedió que cuando Miguel llegó ante el Señor de lo espíritus, le dijo a Rafael: "No haré la defensa de ellos a los ojos del Señor, pues el Señor de los espíritus está furioso con ellos, porque se comportaron como si fueran el Señor.
5 "Por esto, todo lo que es secreto vendrá contra ellos por los siglos de los siglos; pues ni ángel ni humano recibirán su porción, pero ellos han recibido sus sentencia por los siglos de los siglos".
Capítulo 69
1 Después de este juicio estarán llenos de estupor y los harán temblar porque ellos han revelado aquello a los humanos que habitan la tierra.
2 He aquí los nombres de estos Vigilantes: Shemihaza, quien era el principal y en orden con relación a él, Ar'taqof, Rama'el, Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el, Harmoni, Matra'el, 'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el, y Yehadi'el.
3 Y los que siguen son los nombres de sus ángeles, de sus jefes de centenas y cincuentenas.
4 El primero es Yeqon, éste indujo a todos los hijos del cielo y los hizo descender sobre la tierra y los sedujo con las hijas de los hombres.
5 El nombre del segundo es Asbe'el, éste dio un mal consejo a los hijos del cielo y los condujo a corromperse a sí mismos con las hijas de los hombres.
6 El nombre del tercero es G'adri'el, este mostró a las hijas de los hombres todas las formas de dar muerte, fue él quien sedujo a Eva y él es quien enseñó a los hijos de los hombres los escudos, las corazas, las espadas de combate y todas las armas de muerte;
7 desde su mano ellos han procedido en contra de quienes viven en la tierra desde ese día y por todas las generaciones.
8 El nombre del cuarto es Panamu'el, éste mostró a los hijos de los hombres lo amargo y lo dulce y les reveló todos los secretos de su sabiduría:
9 les enseñó a los humanos a escribir con tinta y papiros y son muchos los que se han descarriado a causa de ello, desde el comienzo hasta este día.
10 Porque los hombres no han sido traídos al mundo con el propósito de afianzar su creencia en la tinta y el papel,
11 sino que los humanos han sido creados con la intención de que vivieran puros y justos para que la muerte que todo lo destruye no pudiera alcanzarles. Pero por culpa de este conocimiento suyo, el poder de ella me devora.
12 El nombre del quinto es K'asdeya'el, este mostró a los hijos de los hombres todas la plagas de los espíritus y los demonios: la plaga de embrión en el vientre para que aborte, la mordedura de serpiente, la plaga que sobreviene con el calor de mediodía, el hijo de la serpiente cuyo nombre es Taba'et.
13 Esta es la tarea de K'asbe'el, mostró a los santos el jefe del juramento, cuyo nombre es B'iq'a.
14 Éste pidió a Miguel que le revelase el nombre secreto para que el lo mencionara en el juramento, porque aquellos que han revelado a los hijos de los hombres todo lo que es secreto, tiemblan ante este nombre.
15 He aquí que el poder de este juramento es fuerte y poderos y Él dispuso este juramento Aka'e, en la mano de Miguel.
16 Estos son los secretos de este juramento: ellos son fuertes en su juramento y el cielo fue suspendido antes de que el mundo fuera creado;
17 por ello la tierra ha sido cimentada sobre el agua y desde lo más recóndito de las montañas provienen aguas hermosas, desde la creación del mundo hasta la eternidad;
18 debido a este juramento el mar ha sido creado y para su cimiento en el tiempo de la cólera Él le ha dado arena y ella no se atreve a irse más allá desde la creación del mundo hasta la eternidad;
19 por este juramento las profundidades son firmes y estables y no se mueven de su sitio, desde la eternidad hasta la eternidad;
20 por este juramento el sol y la luna cumplen su ruta sin desobedecer sus leyes, desde la eternidad hasta la eternidad;
21 por este juramente las estrellas siguen su curso, Él las llama por su nombre y ellas le responden, desde la eternidad hasta la eternidad.
22 [De igual forma los espíritus del agua, de los vientos y de todas las brisas desde todas las regiones de la tierra.
23 Allí son preservadas la voz del trueno y la luz del relámpago y allí son preservados los depósitos del granizo, la escarcha, la nieve la lluvia y el rocío.
24 Todos estos son fieles y dan gracias ante el Señor de los espíritus y le alaban con todas sus fuerzas y su alimento está en toda acción de gracias y agradecen, alaban y ensalzan el nombre del Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.]
25 Este juramento es poderoso y a través de él, sus senderos son preservados y su curso no será destruido.
26 Y hubo gran alegría entre ellos, bendijeron alabaron y ensalzaron al Señor, porque les ha sido revelado el nombre de este Hijo del Hombre.
27 El se sentó sobre el trono de su gloria y la suma del juicio le ha sido dada al Hijo del Hombre y Él ha hecho que los pecadores sean expulsados y destruidos de la faz de la tierra;
28 y los que han descarriado al mundo serán atados con cadenas y en el lugar donde habían sido reunidos para la destrucción serán encarcelados y todas sus obras desaparecerán de la faz de la tierra.
29 A partir de entonces nada se corromperá, porque este Hijo del Hombre ha aparecido y se ha sentado en el trono de su gloria, toda maldad se alejará de su presencia y la palabra de este Hijo del Hombre saldrá y se fortalecerá ante el Señor de los espíritus. Esta es la tercera parábola de ‘Enoc.
Capítulo 70
1 Y sucedió después esto: que su nombre fue elevado en vida, arriba hacia este Hijo del Hombre y hacia el Señor de los espíritus, lejos de los que viven en la tierra;
2 y fue elevado sobre el carro del espíritu y el nombre desapareció de entre ellos.
3 Desde ese día no fui contado más entre ellos y Él me hizo sentar entre dos regiones, entre el norte y el occidente, allí donde los ángeles habían tomado cuerdas para medir para mí el lugar para los elegidos y los justos.
4 Allí vi a los primeros padres y a los justos que desde el comienzo habitan en ese lugar.
Capítulo 71
1 Y ocurrió entonces que mi espíritu fue trasladado y ascendió a los cielos y vi a los hijos de Dios. Ellos caminaban sobre llamas de fuego, sus ropas eran blancas y su cara resplandecía como el cristal.
2 Vi dos ríos de fuego, la luz de este fuego brillaba como el jacinto y caí sobre mi rostro ante el Señor de los espíritus.
3 El ángel Miguel me tomó de la mano derecha, me levantó y me condujo dentro de toso los misterios y me reveló los secretos de los justos;
4 me reveló los secretos de los límites del cielo y todos los depósitos de las estrellas, de las luminarias, por donde nacen en presencia de los santos.
5 El trasladó mi espíritu dentro del cielo de los cielos y vi que allí había una edificación de cristal y entre esos cristales, lenguas de fuego vivo.
6 Mi espíritu vio un círculo que rodeaba de fuego esta edificación y en sus cuatro esquinas había fuentes de fuego vivo.
7 Al rededor de ella había Serafines, Querubines y Ofanines, estos son los que no duermen y vigilan el trono de su gloria.
8 Vi innumerables ángeles, miles y miles, miríadas y miríadas rodeando esa edificación
9 y a Miguel, Rafael, Gabriel y Sariel y a una multitud de santos incontable.
10 Con ellos estaba la cabeza de los Días, su cabeza era blanca y pura como la lana y sus vestidos eran indescriptibles.
11 Caí sobre mi rostro, todo mi cuerpo desmayó, mi espíritu fue trasfigurado, grité con voz fuerte, con espíritu de poder y bendije, alabé y exalté.
12 Estas bendiciones que salieron de mi boca fuero consideradas agradables ante esta Cabeza de los Días.
13 Y esta Cabeza de los Días vino con Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel y una multitud innumerable de ángeles.
14 Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre que ha sido engendrado por la justicia, la justicia reside sobre él y la Cabeza de los Días no le abandonará".
15 Me dijo: "Él proclamará sobre ti la paz, en nombre del mundo por venir, porque desde allí ha provenido la paz desde la creación del mundo y así la paz estará sobre ti para siempre y por toda la eternidad.
16 Todo andará por su camino y mientras, la justicia no lo abandonará jamás, con Él vivirá, con Él su herencia y de Él no será separada nunca ni por toda la eternidad.
17 Serán muchos días con este Retoño del Hombre y la paz y el camino correcto será para los justos en nombre del señor de los espíritus, eternamente.
Extracto de
El Libro de ‘Enoc
(H’e’enukk)
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