Muero por Ser Yo. - Preguntas y Respuestas. II
Varios/Otros
P: He oído a las personas hablar de la importancia del perdón. ¿Sintió usted que tenía mucho que perdonar en el otro reino?
R: En el estado ECM, la claridad es tan aguda que el concepto de perdonar tiene un significado muy diferente. Entendí que era a mí misma a quién no había perdonado, no a los demás. No existía un juicio negativo por nada que aparentemente hubiera hecho mal -sino que simplemente entendí por qué lo había hecho todo.
También entendí que dentro de ese reino infinito y sin juicios, en realidad no existe la necesidad de perdonarme o perdonar a nadie más. Todos somos perfectos y exquisitos niños del universo y existimos desde el amor puro. El Amor incondicional es nuestro derecho de nacimiento, en vez
del juicio o la condena y no existe nada que tengamos que ganarnos. Es simplemente quiénes y qué somos.
La necesidad de perdonar nace de ver las cosas como buenas o malas, pero cuando no hay juicios, no hay nada que tengamos que perdonar. Dentro del tapiz cósmico estamos creando; todos los pensamientos, palabras y obras son necesarios para la creación del Todo infinito y magnificente.
Así como en el espectro de luz que mencioné anteriormente, todos los colores son necesarios para dar contraste y traer la vida hacia el ser. Entonces, ¿qué habría que perdonar?
En este punto, he reemplazado el perdón por la empatía, el amor incondicional y la compasión -por mí misma y por otros. En lugar de juzgar, creando la necesidad de perdonar, ahora sólo siento amor y gran respeto por los papeles multifacéticos que cada uno de nosotros jugamos en la creación del Todo.
P: Demasiado amor propio, ¿no vuelve egoístas a las personas?
R: Una vez que entendemos que cada uno de nosotros está en el centro del universo infinito, nuestro centro para el Todo se vuelve más importante que cualquier cosa y vemos el valor de amar el ser. No podemos dar de lo que no tenemos.
En mi cultura, fui enseñada a poner a los demás primero y a mí, de última o simplemente, en ningún lugar. No fui enseñada a amarme a mí misma ni a valorar a quién y lo qué soy. Como consecuencia, tenía muy poquito que ofrecer a los demás. Solamente cuando llenamos nuestra copa con aprecio por nosotros mismos, tendremos algo que dar. Sólo cuando nos amamos incondicionalmente, aceptándonos como las criaturas magnificentes que somos, con gran respeto y compasión, podremos, algún día, ofrecerle lo mismo a alguien más. Amar nuestro ser viene de primero y amar a los demás es el resultado inevitable.
El egoísmo viene de muy poquito amor hacia nosotros mismos y no de demasiado; por eso es que sentimos la necesidad de compensar, aquí, esa carencia. No hay tal cosa como quererse demasiado, ni tampoco eso de sentir demasiado afecto genuino por los demás. Nuestro mundo sufre de muy poquito amor propio y demasiado juicio, inseguridad, miedo y desconfianza. Si todos nos quisiéramos más, la mayoría de estos vicios desaparecerían.
Decir “te amo” cuando eres incapaz de decírtelo a ti mismo, no es más que actuar. No es real. El afecto por mi ser y por el de los demás es la misma cosa. Todos nosotros somos Uno –todos interconectados. El ser conscientes de nuestra propia divinidad nos puede ayudar a ver nuestra magnificencia y que somos merecedores de amor, sin condiciones. Una vez que lo entendamos, ofrecer lo mismo a todos los demás se vuelve más fácil.
P: La mayoría de la gente en un camino espiritual cree que el ego impide el crecimiento espiritual y que se supone que lo eliminemos. ¿Por qué no lo aconseja usted?
R: Porque si usted niega el ego, éste se volverá más fuerte contra usted. Entre más se rechaza algo, más fuerte será su pelea por sobrevivir. Pero cuando usted puede amar por completo su ego incondicionalmente y lo acepta como parte de cómo se expresa en esta vida, ya no tendrá problemas con él. No le impedirá su crecimiento -por el contrario, será una ganancia.
Todos nacemos con un ego; es una parte natural de quienes somos. Solamente estamos sin él por completo en la muerte. Luchar contra él durante la vida sólo hace que nos juzguemos más a nosotros mismos.
Además, sólo cuando amamos a nuestro ego incondicionalmente somos capaces de aceptar el de los demás. Aquí es cuando deja de ser un problema y la humildad y la magnificencia realmente brillan.
P: ¿Cuál es su opinión sobre el servicio y servir a otros?
R: Cuando el servicio viene del centro de nuestro ser, es la forma más elevada de amor a nosotros mismos. Sabemos de esto cuando sentimos dicha mientras servimos. Inclusive, ¡se sentirá liviano y será divertido! Esto nos eleva tanto a nosotros como a quien lo recibe y ayuda a elevar y valorar el ser del receptor.
Pero si actuamos desde la obligación o con un sentimiento de deber, se vuelve grave y pesado y puede ser un desgaste de energía. Esto en realidad no nos hace ningún bien y tampoco es tan bueno para quien lo recibe -especialmente si pueden sentir que actuamos obligados. Esto puede hacer sentir a la persona disminuida y sin valor.
Aún más, cuando algo viene desde el centro de nuestro ser, no es ya más una acción -se vuelve lo que somos. No tenemos qué pensarlo o trabajarle. Nos volvemos un instrumento de servicio para que se manifieste en este planeta. Esta es la diferencia entre ser servicio y actuar un servicio.
Este nivel de conexión proviene de la consciencia de que no hay separación entre el ser y el Universo. Es el conocimiento de que lo que hago para el Todo, lo estoy haciendo también para el ser y viceversa -es realmente un estado feliz y divertido en el cual estar.
P: Cuando miro a mi alrededor parece haber mucho rencor, discusión y completa hostilidad de quienes insisten que su realidad o punto de vista es lo único que existe. Sin embargo, su experiencia y la de muchos otros que han tenido una ECM, indican que lo que consideramos realidad no es ni más ni menos real que una especie de sueño. Así que esencialmente la gente está discutiendo sobre cuál ilusión es la más válida. ¿Puede explicar esto un poco?
R: Sólo puedo contarles mi experiencia. Para mí, fue como si cuando “morí” me despertara de un sueño. No fue como si me hubiera ido a ningún lugar, sino como si me hubiera despertado y fuera capaz de percibirlo todo a través de los sentidos -eso quiere decir, 360 grados de visión y cinestesia completa o percepción simultánea de los sentidos. ¡Podía ver, oír, sentir y saber todo lo referente a mí! Estaba viviendo mi pasado, presente y futuro simultáneamente. También supe lo que estaba pasando más allá de las paredes y el espacio, mientras se relacionara conmigo -tales como las visiones de las conversaciones de mis doctores y de mi hermano en el avión, etc.
Yo lo comparo con una persona ciega que es capaz de ver por primera vez. El individuo no fue a ningún lugar, pero la claridad de cómo se ve el mundo en realidad (contrario a lo que él pensaba que era) ¡sería asombrosa! De repente, él entendería cosas tales como el color y la sombra, cosas que ahora están más allá de lo que era su entendimiento conceptual.
Al respecto, para mí, hubo un entendimiento increíble de cómo estamos todos interconectados y cómo lo que yo siento afecta al universo, ya que el Todo está en mi interior. En lo que a mí respecta, si yo estoy feliz, el Universo es feliz. Si me amo a mí misma, todos los demás me amarán también.
Después de regresar, aunque he perdido algunos de los sentidos intensificados/aumentados que tuve durante mi ECM, el entendimiento, claridad y sentimientos de amor no me han abandonado.
Los puntos ya están conectados y no puedo volver a pensar de la forma como lo hacía antes.
Imagínense a la persona ciega si vuelve a quedarse ciega. Cada vez que camina por el mundo, sabe realmente como luce, aun cuando no puede verlo. Esto es más o menos parecido a lo que me pasa a mí ahora.
Y respecto a que este plano no es real, creo que todos hemos creado nuestra propia realidad basados en lo que pensamos qué es el mundo. En ese estado consciente parecía como sí esta existencia 3D fuera simplemente la culminación de mis pensamientos. Cuando estuve en el otro reino, realmente desperté en un lugar más real que este… algo así como lo que sentimos cuando nos despertamos de un sueño a nuestra realidad de todos los días.
P: ¿Cuáles son sus ideas sobre la religión? He notado que raramente, habla de ello cuando relata su experiencia.
R: Eso es debido a que la muerte trasciende la religión, lo cual es algo que hemos creado con el fin de que nos ayude a vivir o a entender la muerte. Pero una vez que experimenté el otro reino, tratar de encajarlo en una religión -sin importar cuál de ellas- realmente parece reducirlo.
Otra razón por la cual no hablo de religión es porque puede crear división y esa jamás es mi intención. Prefiero incluir a dividir. En mi experiencia, nosotros somos todos Uno y sé que al morir, todos iremos al mismo lugar. Para mí no importa si creen en Jesús, Buddha, Shiva, Allah o en ninguno de ellos. Lo que importa es lo que sientan respecto a sí mismos, aquí y ahora, porque esto es lo que determina cómo conducirán su vida aquí. No hay más tiempo que el momento presente, así que es importante ser tú mismo y vivir tu propia verdad. ¡Científicos apasionados, viviendo desde su magnificencia, son igualmente valiosos para la humanidad que un cuarto repleto de Madres Teresas!
P: Una de las declaraciones que más me intriga sobre lo que usted entendió en su experiencia tiene implicaciones que son profundas, multifacéticas y muy abarcantes. Estoy hablando de su fuerte afirmación de que efectivamente podemos alterar nuestro pasado con las elecciones que hacemos, momento a momento, mientras nuestras vidas se van desarrollando hacia el futuro.
¿Estoy metiéndome más allá de lo que usted está expresando o esto se acerca a lo que sostiene?
R: Usted lo ha interpretado perfectamente como lo quise decir. Siento que el momento presente es el único punto en el tiempo que tenemos para crear nuestra realidad. Por favor, dense cuenta que intencionalmente no dije “crear nuestro futuro.” El pasado y el futuro parecían envolverme y por eso fui capaz de alterar los resultados de los exámenes dependiendo de si regresaba o no.
Estoy de acuerdo con que esto es importante por sus implicaciones. Para mí, esto continúa desarrollándose cada día, y ahora esta consciencia es más grande que la misma ECM.
P: En la narración de su ECM, usted explicó: “Toda enfermedad primero empieza en la energía y luego se manifiesta en el cuerpo”. ¿Presiente usted cómo se logra y qué causa que la enfermedad se forme, en primer lugar?
R: Durante mi ECM, sentí que mi cuerpo en su forma sólida, no existía. Era solamente energía pura-quizás pueda interpretarse como alma o espíritu. Yo era mucho más grande que el cuerpo y me gusta usar la palabra magnificente, porque así se sentía en ese estado. Era como si tener un ser físico fuera una idea que ocurre a posteriori. Esta masa de energía infinita era mi ser verdadero y el cuerpo era sólo un barómetro que mostraba cuánta de esta fuerza de vida estaba “pasando a través” o siendo expresada. Parecía como si el mundo de 3D fuera la otra dimensión y mi masa energética, la real.
Por lo anterior, siento que cuando decimos que hay gente con una vibración más alta, es posible que lo que queremos decir es que ellos se permiten recibir, a través de ellos mismos, más de su magnificencia auténtica, así que los índices de sus barómetros son realmente altos. Como consecuencia su energía positiva y su presencia física son fuertes. En ese reino, sin embargo, nadie parecía más fuerte o más débil. Todos eran magnificentes. Pero qué tanto de eso expresamos a través de nuestros cuerpos a esta dimensión, parece ser nuestra elección.
P: ¿Está sugiriendo que el poder de su sanación vino del interior y no de una fuente externa?
R: No era ni interna ni externa; podría decir que fueron ambas. Cuando ya no me estaba expresando desde el estado de la dualidad, fui consciente que no hay separación entre “con” y “sin”. Me volví la Fuente de todas las cosas y la Fuente se volvió yo. Pero si usted se está refiriendo a que si pienso que estuve como un ego o un ser físico detrás de mi sanación, entonces, no. Se emanó desde expresarme a través de mi ser infinito y saber que no estoy separada de la Fuente ni de nada.
P: ¿Qué piensa sobre las diferentes modalidades de sanación tanto occidentales como orientales?
R: Creo que muchos tratamientos y modalidades son útiles –y también quiero aclarar que no creo que sea necesario tener una ECM para sanarse.
Antes de mi ECM, todo lo que hice venía desde un lugar de miedo, aunque se tratara de sanación.
Mi maquillaje sicológico era tal que sólo buscaba esas cosas porque les tenía miedo a las consecuencias de no hacerlo.
Pero cuando el miedo ya no está ahí y venimos desde una perspectiva de confiar, entonces las modalidades de sanación tienen una opción de funcionar. Durante mi pequeña estadía en la India, mi salud mejoró porque estaba alejada de la atmósfera de miedo. Estaba en una cultura que apoyaba una alternativa respecto al cáncer, totalmente diferente. Era mucho más positiva. En el Hong Kong occidentalizado, la mayoría de la gente que encontraba le tenía un miedo gigante al cáncer y me lo transmitieron. Pero en la India me dieron una perspectiva diferente que me brindó esperanzas. Puse mi confianza en ella y sentí muy rápido los efectos en mi salud.
P: Usted dice que su cáncer pareció sanar cuando fue a la India y recibió tratamientos ayurvédicos, pero cuando regresó a Hong Kong, la enfermedad volvió. ¿Qué piensa usted respecto a que pareciera haber desaparecido en la India y retornado en Hong Kong?
R: Para reiterarlo, creo que la medicina ayurvédica me funcionó porque en la India no había conflicto. Todos a mi alrededor creían en lo mismo y lo que yo estaba haciendo tenía sentido para todos. No estaba confundida. Por primera vez, sentí que estaba en el camino correcto. También tenía mucho apoyo de los doctores ayurvédicos, ashrams, etc.; todos apoyaban esta modalidad.
Pero aquí en Hong Kong, las opciones son interminables, multi-culturales y todas las diferentes modalidades tenían conflictos entre sí. Mi primera elección jamás fue la medicina occidental convencional, pero si no hubiera estado inclinada por otros métodos, me habría tocado elegirla.
Personalmente era lo último que quería.
Pienso que si hubiera nacido y me hubiera criado en la mitad de China, la medicina tradicional China me hubiera funcionado también -pero a lo mejor, ¡ni me hubiera enfermado! ¿Saben que en la cultura china, el cáncer se define como “la enfermedad de la gente occidental?” ¡Tienen el entendimiento que la incidencia de cáncer en China, Japón y, aún en la India, es mucho más bajoque en los países occidentales!
Muchos creen que se debe a la dieta, pero yo creo que eso es sólo una parte. Otro factor, aún más importante son las creencias mentales relativas al cáncer en occidente, el miedo que lo rodea y sus constantes campañas de “alerta”. La medicina convencional de occidente se enfoca en detectar el cáncer y la mayoría de su tecnología es para diagnosticarlo, no para promover el bienestar y balance físico, como un todo.
P: ¿Qué diferencias encontró en su experiencia entre las modalidades de sanación occidentales y orientales?
R: El ir y venir entre las dos me produjo un estado emocional parecido al de estarme columpiando entre el miedo y la esperanza.
Los médicos occidentales se enfocaban sólo en el cáncer, haciéndome sentir como si algo externo estuviera atacando mi cuerpo, algo de lo cual había que deshacerse. En otras palabras, el cáncer es el enemigo y tiene que ser atacado. Sus diagnósticos siempre instalan miedo.
Los médicos de Oriente (tanto ayurvédicos como los de la medicina china tradicional) le daban una perspectiva más holística a mi bienestar. Ellos veían mi enfermedad como la manera que tenía mi cuerpo de sanar sus desequilibrios -no solamente los físicos, sino los emocionales y mentales. El cáncer realmente era mi aliado. Estos métodos eran mucho más reconfortantes y me daban más esperanza.
Con posterioridad a mi ECM, fue más fácil para mí ver que el cáncer, en sí, no era el enemigo o la enfermedad. Entendí que lo que él estaba tratando de decirme en mi caso, en particular, era en realidad la manera como mi cuerpo estaba tratando de sanarme. Para mí, mirar el cáncer como un enemigo que necesitaba ser aniquilado, no resolvía los problemas subyacentes que inicialmente lo habían causado. Algo más profundo fue dirigido durante la ECM, que detonó la desaparición de las células cancerígenas.
Extracto del Libro: "MUERO POR SER YO" de ANITA MOORJANI (Mar/2012)
Traducción libre y gratuita al español de mi esposa y revisión mía (Sep/2012)
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