Negación y aceptación.
Varios/Otros
Sobrevivir a la pérdida de un ser amado es uno de las experiencias más difíciles de la vida. Es bien sabido que el proceso de sobrellevar la pena implica pasar por el inicial impacto emocional, luego vencer la negación, rabia, depresión hasta finalmente lograr cierto tipo de aceptación. Cada una de estas etapas de inquietud emocional varía en duración e intensidad desde meses hasta incluso años. Perder a alguien con quien hemos tenido profundos vínculos puede ocasionar una desesperanza tal que nos lleve a sentirnos en un pozo sin fondo del que escapar es imposible porque la muerte nos parece algo definitivo.
En la cultura occidental, la creencia de que la muerte representa el final de las cosas, constituye un obstáculo para la sanación. Tenemos una cultura dinámica donde la posibilidad de perder nuestra persona física resulta impensable.
La dinámica de la muerte dentro de una familia se puede comparar a una exitosa obra de teatro que entra en caos por la pérdida de una de sus estrellas. El reparto secundario se debate en agonía buscando algún cambio en el libreto. Al afrontar este enorme vacío en la historia, ocasionado por los que se han ido, se afectan los roles futuros de los actores que quedan. Aquí hay una dicotomía ya que cuando las almas están en el mundo del espíritu, preparándose para una nueva vida, ríen en los ensayos para su próxima obra teatral en la tierra. Ellas saben que todos los roles son temporales.
En nuestra cultura no nos preparamos adecuadamente, durante la vida, para la muerte porque es algo que no podemos arreglar o cambiar.
La conciencia de la muerte comienza a roernos a medida que envejecemos, siempre ahí, acechando en las sombras, indiferente a nuestras creencias de lo que pueda suceder después de la muerte. Al discutir el tema de la vida después de la muerte, a lo largo de mis giras de conferencias, he podido ver con asombro que gentes con diferentes puntos de vista religioso comparten el mismo temor por la muerte.
Para la mayoría de nosotros, el temor proviene de lo desconocido. A menos que hayamos tenido una experiencia cercana a la muerte o vivido una regresión a una vida pasada en la que recordamos la sensación de dicho momento, la muerte es un misterio.
Cuando enfrentamos la muerte, sea como protagonista o como observador, resulta doloroso, triste y atemorizante; las personas saludables no desean abordar el tema y con frecuencia tampoco aquellas cuyo estado es grave. De tal forma, nuestra cultura ve a la muerte con aversión.
El siglo XX ha sido testigo de muchos cambios en la actitud de las personas con relación a la vida después de la muerte; durante las primeras décadas, la mayoría conservaba la visión tradicional de que sólo hay una vida por vivir, sin embargo en el último tercio del siglo, en los Estados Unidos, se ha estimado que un cuarenta por ciento de su población cree en la reencarnación.
Este cambio de actitud ha facilitado en parte la aceptación de la muerte para aquellas personas más espirituales y que abandonan aquella creencia que después de la vida sólo se encontraba el olvido.
Uno de los aspectos más significativos de mi trabajo en el mundo del espíritu es el aprender desde la perspectiva del alma que parte, lo que se siente al morir y cómo ésta intenta permanecer para confortar a aquellos que está dejando en el mundo terrenal. En este capítulo confío validar que lo que usted siente en su interior, después de la pérdida, no es simplemente un pensamiento de anhelo.
La persona que ama no se ha ido en realidad. Considere también lo que dije en el capítulo anterior acerca de la dualidad del alma. Parte de su energía quedó en el mundo del espíritu en el momento de la encarnación, cuando su ser querido vuelve al hogar encontrará que usted ya está allí, esperándolo con aquella porción de su energía que había dejado. Esta misma energía permanecerá allí, para unificarse con su alma cuando llegue el momento. Una de las grandes revelaciones de mi investigación fue aprender que los compañeros espirituales nunca se separan realmente.
Las siguientes secciones ilustran ciertos métodos usados por las almas para comunicarse con aquellos que aman. Estas técnicas pueden comenzar justo después de la muerte física y pueden ser muy intensas. Sin embargo las almas que parten están ansiosas de irse a su hogar ya que la densidad de la Tierra hace perder energía. Con la muerte, el alma es liberada y siente libertad. No obstante, si tenemos la necesidad y como norma general, las almas pueden entrar en contacto con nosotros desde el mundo del espíritu. Una amplia contemplación y meditación puede brindar una mayor receptividad de aquellos que han partido y suministra a su conciencia un alto sentido del conocimiento. No se requieren mensajes verbales del otro lado, basta con borrar la duda y abrir la mente para sentir la posible presencia de alguien que ama y que le ayudará a recobrarse de la pena.
- Técnicas terapéuticas de las almas
Mi primer caso es el de un alma avanzada llamada Tammano, que se encuentra en entrenamiento para ser un guía estudiantil. Él me dijo, "He estado encarnando y muriendo en la Tierra por miles de años y sólo en los siglos más recientes he desarrollado la destreza necesaria para alterar los patrones del pensamiento negativo y calmar a las personas". Este caso comienza en el momento de la sesión en que Tammano describe los momentos siguientes a su repentina muerte en una vida pasada.
Caso 1
P (Paciente): Mi esposa no siente mi presencia. Simplemente no llego hasta ella en este momento.
Dr. N. (Dr. Newton): ¿Qué sucede? P: Mucha pena. Es tan abrumador. Alice se encuentra en tal estado de conmoción por mi cuerpo asesinado que está demasiado aturdida para sentir mi energía.
Dr. N.: Tammano, ¿ha sido éste un problema recurrente después de sus vidas pasadas, o sólo sucede con Alice? P: Justo después de la muerte, las personas que lo aman se encuentran o muy agitadas o completamente aturdidas. En cualquier caso sus mentes se bloquean. Mi labor es intentar lograr un balance de la mente y el cuerpo.
Dr. N.: ¿Dónde está su alma en este momento? P: En el cielo raso de nuestra habitación.
Dr. N.: ¿Qué desea que ella haga? P: Que deje de llorar y enfoque sus pensamientos. Ella no cree que yo pueda estar vivo aún, así que todos sus patrones de energía son una terrible confusión. Es tan frustrante. ¡Estoy justo a su lado y ella no lo sabe!
Dr. N.: ¿Va a rendirse por el momento y marcharse al mundo del espíritu porque su mente está bloqueada? P: Eso sería el camino fácil para mí, pero no para ella. Ella me importa demasiado como para rendirme ahora. No me marcharé hasta que ella perciba que alguien está en este cuarto con ella. Ese es mi primer paso. Entonces podré hacer algo más.
Dr. N.: ¿Cuánto tiempo ha pasado desde su muerte? P: Un par de días. El funeral pasó y ahí fue donde me detuve para intentar consolar a Alice.
Dr. N.: ¿Supongo que su guía está esperando para llevarlo al hogar? P: (risas) Le he informado a mi guía, Eaan, que tendría que esperarme por un rato... el que fuese necesario. Ella sabe de todo esto, ¡Eaan fue quien me enseñó!
Este caso manifiesta una queja frecuente que escucho de almas recientemente liberadas. Muchas no son tan adelantadas o decididas como Tammano, pero aún así la mayoría de las almas que están deseosas de partir hacia el mundo del espíritu no abandonarán el plano astral de la Tierra hasta haber tomado algún tipo de acción para confortar a aquellos desconsolados que les querían. He condensado la narración de este paciente sobre la manera como asistió a Alice para sobrellevar la pena, con el fin de enfocarme en los efectos de consolación de los patrones de energía del alma en la desordenada energía humana.
Dr. N.: Tammano, apreciaría que me mostrara las técnicas que utiliza para ayudar a su esposa Alice con su pena. P: Bien, comenzaré diciéndole que Alice no me ha perdido. (Profundo suspiro) Comencé arrojando una lluvia de mi energía desde la cintura de Alice hasta su cabeza.
Dr. N.: Si yo fuera un espíritu y estuviera a su lado, ¿cómo se vería? P: (sonrisas) Como algodón de azúcar.
Dr. N.: ¿Qué es lo que hace? P: Le da a Alice un manto de calidez mental que le ayuda a calmarse. Debo decirle que aún no soy muy experto en este método de asistencia, pero he colocado una nube de energía protectora sobre Alice los tres últimos días, desde mi muerte, para hacerla más receptiva.
Dr. N.: Ya veo, usted ya comenzó su labor con Alice. Está bien, Tammano, ¿y qué hace ahora? P: Comienzo a filtrar ciertos aspectos míos a través de la nube de energía que la rodea hasta que puedo percibir el punto en el que hay menor bloqueo. (Pausa) Lo encuentro en el lado izquierdo de su cabeza, detrás de su oído.
Dr. N.: ¿Tiene este punto algún significado especial? P: A Alice le encantaba que la besara en los oídos, (los recuerdos de caricias son significativos). Cuando veo la abertura auditiva en la parte izquierda de su cabeza convierto mi energía en una emanación sólida y la aplico en ese lugar.
Dr. N.: ¿Su esposa lo siente inmediatamente?
P: Alice es consciente de la gentil caricia al comienzo, pero su pena fragmenta la percepción, entonces incremento la intensidad de mi emanación enviándole pensamientos de amor.
Dr. N.: ¿Y esto funciona? P: (con felicidad) Si, detecto nuevos patrones de energía, que ya no son oscuros, proviniendo de Alice. Hay cambios en sus emociones... ha dejado de llorar... mira a su alrededor... me siente... sonríe. La he alcanzado.
Dr. N.: ¿Ha terminado? P: Ella estará bien. Es hora de irme. Velaré por ella, aunque sé que logrará superar todo esto y me alegro, porque estaré bastante ocupado por un tiempo.
Dr. N.: ¿Quiere decir que no volverá a hacer contacto con Alice? P: (ofendido) Claro que no. Permaneceré en contacto cada vez que me necesite. Es mi amor.
El alma promedio es mucho menos habilidosa que el más novato de los guías, sin embargo la mayoría de las almas con que trabajo presentan buen desempeño desde el mundo del espíritu hacia los cuerpos físicos. Usualmente, eligen trabajar en áreas específicas utilizando el efecto de emanación descrito por Tammano.
Estas proyecciones de energía amorosa pueden ser muy fuertes, incluso en el caso de almas con poca experiencia que desean asistir a personas bajo trauma emocional y físico. Las prácticas orientales de yoga y meditación incluyen el uso de los chakras (centros de energía en el cuerpo humano) en una forma que nos recuerda cómo las almas dividen al cuerpo humano cuando usan su energía curativa.
Personas que practican el arte curativo por medio de los chakras afirman que dado que poseemos un cuerpo etérico que existe en armonía con el físico, toda curación debe tener en consideración ambos elementos. Trabajar con los chakras incluye desbloquear nuestra energía emocional y espiritual a través de varios puntos del cuerpo, desde la espina dorsal, corazón, garganta, frente y todo lo demás, para abrir y dar armonía al cuerpo.
Extracto de "DESTINO DE LAS ALMAS"
Un eterno crecimiento espiritual
MICHAEL NEWTON Ph.D
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