Una vez conectados, estamos conectados para siempre.
Varios/Otros
Clave 13 y 14.
UNA VEZ CONECTADOS, ESTAMOS CONECTADOS PARA SIEMPRE:
LA VIDA EN UN UNIVERSO HOLOGRÁFICO
"Henos aquí, todos formando parte de este grandioso holograma llamado Creación, que es el YO INTERIOR de todos los demás... Es todo un juego cósmico, ¡y no hay nada más que tú!"
-> Itzhak Bentov (1923-1979), científico, autor y místico
Para ver al mundo en un grano de arena, y al Cielo en una flor silvestre, sostén al infinito en la palma de tu mano y a la eternidad en una hora.
-> William Blake (1757-1827), poeta y místico visionario
Aludimos a un misterio en los experimentos, uno que jamás fue resuelto. Una parte de la prueba de que la Matriz Divina existe en realidad, fue cuando dos "algos" que una vez estuvieron unidos (dos fotones, el ADN y los fotones, o el donante y su ADN) actuaron como si siguieran unidos, aun separados por distancias que variaban de metros a cientos de kilómetros. La pregunta es: ¿Por qué?
ES REAL O ES UN HOLOGRAMA?
Todos hemos escuchado que una imagen vale más que mil palabras. Para mí, como ser visual que soy, esto es muy cierto. Por ejemplo, ver una demostración de cómo encender el motor de mi camioneta es mucho más significativo para mí, que leer todas las páginas de un manual que describe por qué los pistones se mueven y las bujías se encienden cuando giro la llave. Una vez que he visto el panorama completo, puedo regresar a contemplar los detalles, si es que todavía son importantes; a veces lo único que quiero es que mi camioneta arranque.
Presiento que muchos de nosotros funcionamos de igual manera. Aunque nos encontramos en el mundo de los manuales prácticos de alta tecnología, y de los tutoriales de computadora sobre el porqué de todas las cosas, una experiencia directa sigue siendo la mejor forma de explicar claramente una idea. Un ejemplo poderoso de una experiencia de este tipo es nuestra introducción a la idea de un holograma. Los hologramas se han usado en el campo de las investigaciones desde su descubrimiento a finales de la década de los 40.1 Sin embargo, desde esa época, precisamente lo que hacen o cómo funcionan tiene poco significado para la persona promedio no interesada en datos técnicos, hasta que fue lanzada en 1977 la película original de La guerra de las galaxias.
Al comienzo de la película, en una escena crucial, vemos a la representante de todo un planeta, la princesa Leia, pidiendo ayuda para salvar a su pueblo. Ella codifica su mensaje en forma de un holograma digital almacenado en la memoria de Arturito, el androide que capturó los corazones y la imaginación de audiencias en todo el mundo.
Mientras la princesa Leia permanece en una parte del universo, Arturito lleva su imagen holográfica a otro mundo en una galaxia muy, muy lejana. El mensaje permanece en secreto hasta que un joven guerrero, Luke Skywalker, lo persuade para que se lo entregue. En un sorprendente despliegue de gráficas ultramodernas de la industria cinematográfica, Arturito transmite la solicitud de la princesa, proyectando una imagen miniatura de ella en la habitación, como si estuviera allí en persona.
De repente, su vivida imagen aparece en el aire para solicitar la súplica. Dado que luce tridimensional ante la audiencia, sentimos que si estuviéramos allí, seríamos capaces de estirar los brazos y tocarla igual como podemos tocar a la persona sentada a nuestro lado en el cine. Sin embargo, si tratáramos, nuestras manos sólo lograrían tocar el aire: es sólo un holograma.
Para muchas personas de la década de los setenta, esta escena fue su primera experiencia con una proyección holográfica y con lo real que puede parecer. También nos ofreció un sorprendente atisbo de lo que nuestras llamadas telefónicas podrían ser en un futuro no muy distante. Incluso hoy, décadas más tarde, la mención de la palabra holograma sigue trayendo a la mente la imagen de la princesa Leia.
Para todos los efectos prácticos, un holograma es por lo general considerado como una fotografía (una imagen tridimensional), que parece real cuando es proyectada de una forma en particular o es vista bajo cierto tipo de luz. Aunque la interpretación de la película es un ejemplo de lo que puede producir un holograma, éste es mucho más que una sencilla fotografía.
El principio holográfico puede ser uno de los fenómenos más sencillos, pero menos comprendidos de la naturaleza. Al mismo tiempo, puede poseer el mayor potencial de cambio aun en la escala más grande posible, en un marco de tiempo que deja perpleja a la mente. Para aplicar este poder en nuestras vidas personales, no obstante, debemos comprender precisamente qué es y cómo funciona un holograma. Por lo tanto, comencemos por el principio: ¿qué es entonces un holograma?
ENTENDIMIENTO DEL HOLOGRAMA
Si uno le pidiera a los científicos que explicaran un holograma, probablemente comenzarían por describirlo como un tipo especial de fotografía, en donde la imagen en la superficie de repente aparece tridimensional cuando es expuesta a una luz directa. El proceso que crea estas imágenes involucra una forma de luz láser, para que la fotografía quede distribuida sobre toda la superficie de la película. Es esta propiedad de "distribución" que hace que la película holográfica sea tan original.
De esta manera, cada parte de la superficie contiene toda la imagen original, solamente que en una escala menor. En otras palabras, cada fragmento es un holograma. Si dividiéramos la fotografía original en cualquier número de piezas, cada una de ellas, sin importar lo pequeñas que fueran, seguirían mostrando una visión total de la imagen original completa.
Al igual que la experiencia directa de encender el motor de un automóvil es la forma más efectiva de demostrar su operación, probablemente el mejor método de ilustrar cómo funciona un holograma es a través de un ejemplo. Allá por los años ochenta, apareció en el mercado una serie de marcadores de páginas de libros (ahora artículos de colección) que usaban tecnología holográfica. Cada uno de ellos estaba hecho de una tira satinada de papel plateado que parecía a primera vista papel aluminio brillante. Cuando el papel se exponía directamente a una luz brillante y era girado de un lado a otro, sin embargo, algo ocurría que hacía que estos marcadores fueran distintos a los tradicionales: de repente, las imágenes de la hoja parecían volverse reales y quedaban suspendidas en el aire por encima del papel mismo. Cuando se giraba hacia un lado, luego hacia el otro, la imagen del marcador de libros permanecía presente, tridimensional y real. Recuerdo un número de distintas versiones: el rostro de Jesús, el cuerpo de la
Virgen María, un delfín saltando sobre una pirámide y un capullo de rosa en pleno florecimiento.
Si usted posee uno de estos marcadores, puede hacer un experimento para demostrar por sí mismo cómo funciona un holograma. Pero debe tener en cuenta lo siguiente: ¡la desventaja es que su marcador quedará destruido en el proceso! Teniendo esto en cuenta, use unas tijeras afiladas para cortar su hermoso y brillante marcador en cientos de piezas de cualquier forma. Luego tome el más pequeño de los fragmentos y vuélvalo a cortar en una pieza todavía más pequeña. Si el marcador es en verdad un holograma, usted podrá ver bajo una lupa en su pequeño fragmento la imagen completa, solamente que a una menor escala. La razón por la cual esto ocurre es porque la imagen existe a lo largo y ancho de todo el marcador.
Clave 13: En un "objeto" holográfico, cualquier pieza del objeto refleja el todo.
LA RESOLUCIÓN DEL MISTERIO DE LOS FOTONES GEMELOS
Con una comprensión más clara de lo que es un holograma y de cómo es creado, repasemos entonces el experimento de la Universidad de Ginebra.
Recapitulemos: una distancia de 22 kilómetros y medio separaba unos fotones gemelos.
Cuando uno de ellos fue forzado a escoger entre dos senderos al final de su jornada, el segundo fotón siempre escogió la misma opción, como si "supiera" lo que su gemelo estaba haciendo. El mismo experimento fue repetido en diferentes ocasiones, y los resultados fueron siempre idénticos. Las dos partículas actuaban como si siguieran conectadas, a pesar de que se encontraban a kilómetros de distancia.
La sabiduría convencional sugiere que para que ocurra este tipo de conexión, los fotones deben estar de alguna manera enviando señales entre sí. Aquí es donde aparece el problema para los físicos. Porque para que un mensaje viaje entre ellos, debería hacerlo más rápidamente que la velocidad de la luz. Pero, de acuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, nada puede viajar así de rápido.
¿Es posible entonces que estas partículas estén violando las leyes de la física... o nos están demostrando algo más? ¿Nos están acaso demostrando algo tan distinto a la forma o al concepto que tenemos de nuestro mundo, que seguimos tratando de forzar el misterio de lo que vemos en un marco de cómoda familiaridad de cómo creemos que la energía viaja de un lugar a otro?
¿Y si acaso la señal de un fotón jamás tuvo que viajar para llegar hasta el otro? ¿Es posible que vivamos en un universo en donde la información entre fotones, la oración por nuestros seres queridos, o el deseo de paz en un lugar al otro lado del mundo, jamás tengan que ser transportados a ningún sitio para ser recibidos?
¡La respuesta es sí! Éste parece ser precisamente el tipo de universo en el que vivimos.
Russell Targ, cofundador del programa para las ciencias cognitivas del Instituto de Investigaciones Stanford en Menlo Park, California, describe con elocuencia y belleza esta conexión: "Vivimos en un mundo no local en donde las cosas separadas físicamente de las otras, pueden, no obstante, estar en comunicación instantánea."2 Targ aclara lo que significa dicha conexión, afirmando: "No se trata de cerrar mis ojos y enviarle un mensaje a una persona a kilómetros de distancia, sino más bien, en cierto sentido, no hay separación entre mi conciencia y su conciencia."3 La razón por la cual las señales no tuvieron que viajar entre los fotones es porque ya estaban ahí, jamás salieron de un lugar y jamás fueron llevadas a otro lugar en un sentido convencional.
Por definición, cada lugar de un holograma es un reflejo de otro. Y una propiedad que existe en cualquier lugar de su interior, también existe en el resto. Entonces, en el holograma no local de nuestro universo, la energía subyacente que enlaza todas las cosas, las conecta a la vez instantáneamente.
Los maestros espirituales, por lo general, están de acuerdo con los científicos en esta visión de la realidad. Como lo describe Ervin Laszlo, fundador de la filosofía de sistemas: "La vida evoluciona, el universo mismo evoluciona, en una 'danza sagrada' con un campo subyacente."
Esto parece ser precisamente lo que el antiguo Avata Saka Sutra del budismo Mahayana está describiendo como la "maravillosa red" de energía que conecta a todas las cosas en el cosmos. Si el universo es no local y holográfico, esta red no solamente enlaza todo sino que cada punto en su interior también refleja todos los demás. El Sutra comienza por declarar que en un momento dado en el pasado distante, esta red estaba "suspendida" y que "se extendía infinitamente en todas las direcciones" como el universo mismo.
Además de ser el universo, la red lo contiene y le ofrece cualidades holográficas. El antiguo Sutra describe un número infinito de joyas a lo largo de la red que tienen la función de ojos cósmicos. Por consiguiente, todas las cosas son visibles para todas las demás. En lo que puede ser la más antigua descripción de un holograma descubierta hasta la fecha, el Sutra revela entonces el poder de cada joya de crear el cambio a través de la red entera: "Cada una de las joyas reflejadas en esta joya está también reflejando a las demás, por lo cual está ocurriendo un proceso infinito de reflexión."5 Según la traducción del Sutra al que me refiero, esta red "simboliza un cosmos en el que hay una relación mutua repetida infinitamente entre todos los miembros del cosmos."
Qué hermosa descripción del principio sutil, no obstante poderoso, que la naturaleza utiliza para sobrevivir, crecer y evolucionar. En un universo holográfico, en donde cada pieza ya tiene reflejado el mundo entero en una escala menor, todas las cosas ya están en todas partes. El principio holográfico nos promete que todo lo que necesitamos para sobrevivir y crecer está siempre con nosotros, en todas partes, todo el tiempo..., desde la sencillez de una brizna de yerba hasta la complejidad de nuestros cuerpos.
Cuando comprendemos el poder de nuestro holograma infinitamente conectado, es claro que nada está escondido y no hay secretos, estas cosas se derivan de nuestro sentimiento de separación. Aunque puede parecer que estamos desconectados unos de los otros y del resto del mundo, ese desprendimiento no existe en el plano en donde el holograma se origina: en el interior de la Matriz Divina. En este nivel de unidad, no existe tal cosa como "aquí" y "allá."
Ahora, podemos responder el "porqué" de los misterios en nuestros experimentos de la primera parte de este libro. Cuando el ejército de los Estados Unidos realizó estos experimentos con el donante y sus células, el ADN actuó como si siguiera conectado con la persona y sus emociones. Incluso, cuando el donante y su ADN fueron separados por distancias de hasta 560 kilómetros, los resultados fueron los mismos y el misterio siguió, porque nuestras explicaciones convencionales para responder por qué el ADN reacciona a las emociones de su dueño, son inválidas.
La mayoría de las personas asumirían que hubo algún tipo de energía compartida en este experimento. Cuando pensamos en energía, nos imaginamos típicamente que se genera en un lugar y luego es transmitida o enviada de alguna manera a otro.
Al igual que la imagen de nuestro televisor, o nuestra música favorita en la radio, son el resultado de energía siendo emitida desde un punto A hasta un punto B, también suponemos que algún tipo de fuerza viaja del donante a su ADN. Sin embargo, para que ocurra una transferencia, se toma tiempo llegar de un lugar a otro. Aunque este intervalo puede no ser muy largo, quizá un nanosegundo, debe transcurrir una cantidad de tiempo para que una energía convencional se mueva de un punto a otro.
Sin embargo, el punto clave de este experimento fue que un reloj atómico (con una precisión de un segundo en un millón de años), demostró que no hubo dicho lapso de tiempo. El efecto fue simultáneo porque no hizo falta dicho intercambio. En el ámbito cuántico, el donante y el ADN eran parte del mismo patrón, y la información de uno ya estaba presente en el otro. Ya estaban conectados. La energía de las emociones del donante nunca viajó a ningún lugar porque ya estaba en todas partes.
Cualquier cambio que deseamos ver en el mundo, desde la sanación y la seguridad de nuestros seres queridos hasta la paz en el Medio Oriente o cualquiera de las más de sesenta naciones ahora mismo involucradas en conflictos armados, no tiene que ser enviado desde nuestros corazones y mentes a los lugares en donde se necesita. No es necesario "enviar" nada a ningún lugar. Una vez que nuestras oraciones están en nuestro interior, ya están en todas partes.
Clave 14: El holograma de la conciencia conectado umversalmente nos promete que en el instante en que creamos nuestros buenos deseos y oraciones, ya han sido recibidos en su destino.
Las implicaciones de este principio son vastas y profundas. No obstante, para saber realmente lo que significa esto en nuestras vidas, debemos examinar la última parte de cómo funciona el holograma: el poder de crear cambios desde ahí. Si de verdad todo está conectado y todo está en todas partes todo el tiempo, entonces, ¿qué ocurre cuando cambiamos algo en una parte del holograma? Una vez más, la respuesta puede sorprenderlo.
Extracto de La Matriz Divina.
Gregg Braden
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