Los presentes alternativos y los enfoques múltiples. I

Seth


SESIÓN 574, 17 DE MARZO DE I97I 21.26 MIÉRCOLES

(No tuvimos la sesión del lunes, porque Jane necesitaba descansar. Esa tarde, antes de la sesión, también se sentía muy adormilada y relajada, pero quiso que la tuviéramos. Sin embargo, cuando empezó a hablar por Seth, lo hizo de un modo muy enérgico; su voz se volvió clara, precisa y ligeramente alta.) Buenas noches. (-Buenas noches, Seth.) Bien. Continuaremos con el dictado y empezaremos nuestro próximo capítulo, que se llamará: «Los presentes alternativos y el enfoque múltiple.» Vamos a comenzar con la conciencia normal de vigilia que vosotros conocéis. Sólo un paso más allá de ella hay otro nivel de conciencia en el que todos os deslizáis sin saberlo. Lo llamaremos «A-uno». Este nivel es adyacente a vuestra conciencia normal y sólo está ligeramente separado de ella; sin embargo, en él pueden aparecer unos efectos muy determinados que no están presentes en vuestro estado de conciencia normal. En este nivel se pueden utilizar muchas capacidades, y también se puede experimentar el momento presente de muchas maneras diferentes, usando como base los datos físicos que ya os son familiares.

En vuestro estado normal vosotros veis el cuerpo. En A-uno vuestra conciencia puede entrar en el cuerpo de otra persona y sanarla. De igual manera, podéis percibir el estado de vuestra propia imagen física. Podéis, de acuerdo con vuestras capacidades, manipular la materia conscientemente desde su interior, de manera alerta y lúcida. A-uno puede usarse, por así decirlo, como una plataforma lateral, desde la que podéis contemplar los acontecimientos físicos con mayor claridad. Cuando la usáis os liberáis momentáneamente de las presiones del cuerpo, y esa libertad os permite aliviarlas. A menudo pueden solucionarse problemas que parecen insolubles, aunque no siempre. Las sugerencias que os hagáis pueden ser mucho más eficaces. Resulta más fácil formar imágenes, y éstas tienen una mayor movilidad. A-uno está por tanto a un paso lateral de distancia, pero es un paso importante. (Pausa a las 21.33. Jane ya ha descubierto que tiene muy buena capacidad para usar el A-uno como «plataforma lateral». Para ella éste es un método natural. Como ella dice: «Justo a la derecha de mi mejilla hay una figurilla, un yo pequeñito al que puedo enviar donde yo quiera y hacer cosas con él.» Cuando se lo han pedido, ha podido entrar en el cuerpo de otros con este yo en miniatura para comprobar ciertas enfermedades, sus causas, etc. Probando mi propia versión de esta técnica, yo he podido, por ejemplo, entrar en la rodilla de Jane.) (El interés de Jane en estas posibilidades comenzó a crecer después de que yo le describí la sesión 570 del capítulo seis —recordaréis que Seth sugirió que lo hiciera-, y mis progresos se aceleraron cuando Patty Middleton nos visitó la semana siguiente y nos habló sobre los estados alfa.) Bien, el A-uno puede usarse como el primero de una serie de pasos que llevan a estados «más profundos» de conciencia. También puede usarse como el primero de una serie de pasos colaterales. Cada uno de los niveles más profundos de la conciencia puede usarse como el primer paso a otros niveles adyacentes. Es fácil entrar en A-uno.

Cuando escucháis una música que os gusta, cuando os entregáis a un pasatiempo gozoso y tranquilo, podéis sentir esta sensación diferente, que puede ir acompañada de vuestras claves físicas características. Podéis dar golpecitos con el dedo de cierta manera; podéis hacer un gesto particular, o podéis fijar la vista o mirar distraídamente a uno u otro costado. Cualquiera de estas claves físicas puede ayudaros a diferenciar entre este estado de conciencia y vuestro estado usual predominante. Sólo tenéis que reconocerlo, aprender a mantenerlo, y luego proceder a experimentar su uso. Por regla general, este estado está todavía orientado físicamente, ya que las capacidades están normalmente dirigidas hacia la percepción interna y a la manipulación de la materia o del entorno físico. Así podéis percibir el momento presente desde una variedad de puntos de vista únicos que no están disponibles normalmente. Podéis percibir la realidad del momento tal y como existe para vuestros intestinos, o para vuestra mano; y, con la práctica, podréis experimentar la paz y la conmoción internas que existen simultáneamente en vuestro cuerpo físico. Esto trae consigo un sentimiento de apreciación y maravilla, de unidad con el material corpóreo del cual estáis compuestos físicamente. Con la práctica podéis volveros tan conscientes intuitivamente de vuestro entorno físico interno, como de vuestro entorno físico externo. (Pausa a las 21.43.) Con más práctica, el contenido de vuestra propia mente se volverá fácilmente disponible. Podréis ver vuestros pensamientos tan claramente como vuestros órganos internos. En este caso los percibiréis simbólicamente a través de unos símbolos que reconoceréis; así por ejemplo, quizá veríais los pensamientos confusos como malas hierbas, que simplemente podríais arrancar. Podéis pedir que el contenido de los pensamientos de vuestra mente se traduzca a una imagen intensa que represente simbólicamente los pensamientos individuales y el paisaje mental global, para entonces sacar lo que no os guste y reemplazarlo por imágenes más positivas.

Esto no quiere decir que este paisaje interno tenga que estar siempre iluminado por el sol, pero sí quiere decir que debería estar bien equilibrado. Un paisaje interno oscuro muy melancólico debería daros la alerta, de manera que inmediatamente procedierais a cambiarlo. Ninguno de estos logros está fuera del alcance de mis lectores, aunque alguno puede encontrar una de estas hazañas más difícil que otra. También debéis daros cuenta de que estoy hablando en términos prácticos. Podéis, por ejemplo, corregir una condición física de la manera que acabamos de indicar. Sin embargo, si lo hacéis así, examinando el paisaje interno de los pensamientos, vais a encontrar la fuente que produjo inicialmente la dolencia física. (Pausa.) Los sentimientos también se pueden observar de la misma forma, aunque aparecerán de distinta manera, con mayor movilidad. Los pensamientos, por ejemplo, pueden aparecer como estructuras de papel, como flores o árboles, como casas o paisajes. Los sentimientos aparecerán más a menudo con la cambiante movilidad del agua, del viento, del tiempo, de los cielos y del color. En este estado se puede percibir cualquier dolencia física mirando hacia el interior del cuerpo; entonces, cambiando lo que veis, podéis entrar en vuestro cuerpo o en el de otro como una pequeñísima miniatura, como un punto de luz, o sencillamente sin sustancia, y ser conscientes del entorno interior del cuerpo. (21.54.) De ese modo podéis cambiar lo que haya que cambiar de la manera en que se os ocurra: dirigiendo la energía del cuerpo en esa dirección, o entrando en la carne y juntando ciertas partes que necesitan ese ajuste, o manipulando áreas de la columna vertebral. Así pues, desde esta plataforma adyacente de la conciencia A-uno, percibís los patrones mentales de vuestros pensamientos o de los de otra persona, del modo que os resulte característico. Podéis percibir los patrones de pensamiento como frases o palabras que destellan rápidamente y que normalmente se ven en vuestra mente o en la mente de la otra persona, o también como letras negras que forman palabras.

O podéis oír cómo las palabras y los pensamientos se expresan oralmente, o ver el «paisaje» mencionado anteriormente en el que los pensamientos forman simbólicamente un cuadro. Esto os mostrará cómo los pensamientos causaron la enfermedad física, y cuáles de ellos están implicados. De igual manera debe procederse con los patrones de los sentimientos, los cuales pueden percibirse como explosiones de colores oscuros o luminosos en movimiento, o simplemente podría sentirse una emoción particular de gran fuerza. Si una emoción es muy fuerte, puede sentirse con muchos de estos disfraces. Tanto en el caso de los pensamientos como de las emociones, podéis extraer de un tirón aquellos que estén conectados con la enfermedad. De esta manera habréis hecho cambios en tres niveles. El nivel A-uno puede usarse también como un gran marco para la creatividad, la concentración, el estudio, la recuperación, el descanso y la meditación. Podéis desarrollar vuestra propia imagen de ese estado para que os ayude, imaginándola como una habitación, o como un paisaje agradable, o como una plataforma. Encontraréis de manera espontánea vuestros propios símbolos para este estado. Podéis tomar vuestro descanso.

(22.02. El trance de Jane había sido profundo, y mi mano daba fe de su rápida transmisión. A pesar de haberse sentido adormilada antes de la sesión, dijo que había «oído a Seth tan claro como una campana». Verdaderamente ella había hablado con una claridad especial. También era consciente de lo que Seth había dicho, cosa que no sucede normalmente.) (Este material es otro ejemplo de la manera original en que Seth desarrolla una idea. Al principio yo me pregunté si su estado A-uno sería una mera repetición de los datos sobre el estado alfa que nos había dado Patty Middleton, pero enseguida resultó que él estaba usando el estado alfa sólo como punto de despegue. En esos momentos estaba ya muy lejos de él.) (Continuamos en la misma manera rápida a las 22.21.) Bien. Este estado puede usarse también como un paso que conduzca al siguiente estado de conciencia, el cual lleva a una condición de trance más profunda, aunque todavía está relacionado con el sistema de realidad que comprendéis. O también puede usarse como paso que conduzca a un nivel adyacente de conciencia, que estaría, por tanto, dos pasos más allá del nivel de la realidad normal. En este caso os llevará no a un examen y a una percepción más profunda del momento presente, sino, por el contrario, a la conciencia y el reconocimiento de lo que llamaré momentos del presente alternativo. Así os estaréis alejando del presente que conocéis. Todo esto conduce a las exploraciones que hemos mencionado con anterioridad en este libro, las probabilidades. Este estado puede tener enormes ventajas cuando estéis intentando resolver problemas que tengan que ver con futuros arreglos, con decisiones que afectan al futuro y, de hecho, con cualquier asunto en el que deban tomarse decisiones importantes para el futuro. En este estado tenéis la capacidad de probar distintas decisiones alternativas y también algún resultado probable, no de manera imaginativa sino de un modo bastante práctico. (Pausa.)

Estas probabilidades "son" realidades, sea cual sea la decisión que toméis. Digamos, por ejemplo, que tenéis tres alternativas y es imperativo escoger una de ellas. Utilizando este estado, escogéis la primera posibilidad. El presente alternativo es el momento en que tomáis esa decisión. Una vez hecha, el presente cambia, y percibís con bastante claridad en qué manera cambia y a qué acciones y sucesos conducirá ese cambio en el futuro que pertenece a ese presente alternativo en particular.

(22.30.) Luego hacéis lo mismo con cada una de las otras posibilidades, siempre desde el marco de ese estado de conciencia. Los métodos son los mismos en cada caso. Vosotros tomáis la decisión y luego, en la manera que hayáis escogido, os volvéis conscientes de los efectos físicos producidos en vuestro cuerpo. Entráis en el cuerpo de la misma manera que describí antes para la sanación. Empleando una gran delicadeza, podéis ver qué efectos físicos tendrá la decisión: si el estado del cuerpo permanece igual, si hay en él una gran sensación de salud o el principio incipiente de grandes dificultades.
realidades, sea cual sea la decisión que toméis.

Digamos, por ejemplo, que tenéis tres alternativas y es imperativo escoger una de ellas. Utilizando este estado, escogéis la primera posibilidad. El presente alternativo es el momento en que tomáis esa decisión. Una vez hecha, el presente cambia, y percibís con bastante claridad en qué manera cambia y a qué acciones y sucesos conducirá ese cambio en el futuro que pertenece a ese presente alternativo en particular.
De igual manera podéis explorar los pensamientos y los sentimientos; luego enfocáis vuestra atención «hacia afuera», hacia el entorno que resulta de este presente alternativo. Los acontecimientos aparecerán en vuestra mente. Esto lo podéis experimentar en profundidad o simplemente observarlo. Puede ser tan vivido que os olvidéis de vosotros mismos momentáneamente; pero, si mantenéis el contacto con este nivel de consciencia, esto sucederá pocas veces, pues por lo general estaréis muy conscientes de lo que estáis haciendo. Según la situación, podéis hacer lo mismo para saber el efecto que tendrá específicamente esta decisión en otras personas. Luego volvéis a la conciencia normal, pasando a través del estado A-uno que habíais usado anteriormente. Después de un período de descanso, volvéis (al estado A-uno) y tomáis la segunda decisión, y luego la tercera, procediendo de la misma manera. Finalmente volvéis a vuestro estado normal de conciencia y tomáis la decisión que queréis a partir de la información y la experiencia que habéis obtenido.

(21.36.) Los nombres carecen de importancia. En honor a la simplicidad llamad a este nivel de conciencia A-uno-a. Existe asimismo un nivel A-uno-be, que está adyacente a éste; también comienza en un presente alternativo y puede usarse para muchos otros propósitos.

(Pausa.) Entrar en él no es tan fácil para un individuo corriente, y trata sobre los presentes de grupo, las probabilidades en masa, las cuestiones raciales, y el movimiento de la civilización. Este estado sería muy útil para los políticos y los hombres de estado, y también puede usarse para investigar los pasados probables. Podría ser de utilidad para aprender más sobre las ruinas antiguas, y las civilizaciones desaparecidas, por ejemplo, pero sólo si se investiga el pasado probable específico en el que ellas existieron. El siguiente nivel adyacente es el A-uno-ce, que es una extensión del que acabamos de tratar. En él hay más libertad de acción, de movilidad y de experiencia y, hasta cierto punto, cierta participación en los acontecimientos percibidos. No es necesario ir más profundamente en ninguno de ellos más allá de este punto, porque normalmente no estáis implicados en ellos, y conducen a realidades que tienen pocos puntos de referencia con la vuestra. Son estados de conciencia que están demasiado alejados y, en circunstancias normales, esto es lo más lejos que vuestra conciencia actual puede llegar en esa dirección en concreto.

El primer estado, el A-uno-a, es el más práctico y el más fácil para vosotros, pero primero deberéis saber apreciar bien el nivel A-uno, antes de dar el siguiente paso adyacente. Sin embargo, éste permite una mayor expansión dentro de sus limitaciones. Usándolo, podéis descubrir, por ejemplo, lo que habría pasado si hubieseis hecho esto o lo otro. Recordad que todos éstos son niveles adyacentes, que se extienden horizontalmente. (22.47.) Justo debajo del A-uno tendéis al A-dos, que es un estado ligeramente más profundo -usando la analogía de la dirección de arriba y abajo- y está menos orientado físicamente que el A-uno. En él tenéis una lucidez y una conciencia excelentes. Este estado puede usarse para explorar el pasado, según vuestros términos de referencia, dentro del sistema probable que conocéis. Aquí podéis conocer vuestras reencarnaciones pasadas, y, si alguna enfermedad personal no puede sanarse en A-uno, puede ser que tengáis que ir al A-dos para descubrir que se originó en otra existencia. Este estado se distingue por un patrón de respiración más lento y a no ser que se den otras instrucciones, por una ligera bajada de temperatura y ondas alfa más largas; es una frecuencia más lenta.

Sin embargo, todavía existe una relación con el entorno y una conciencia de él, que se pueden bloquear a propósito para una mayor eficacia, aunque no es necesario. En muchos casos se pueden mantener los ojos abiertos, por ejemplo, aunque sería más fácil cerrarlos. En este estado se acelera la sensibilidad. Sin tener que seguir necesariamente los métodos dados para el A-uno, aparecerán aquí aspectos mentales y físicos y sentimientos de personalidades pasadas. (22.55.) Estos aspectos pueden percibirse de varias maneras según las características del individuo que está en ese estado. Este estado puede usarse para descubrir el origen de una idea en el pasado, o para encontrar algo que se hubiera perdido allí, siempre que esté dentro de vuestro sistema de probabilidad. Justo debajo está el A-tres. Aquí tenéis de nuevo una extensión que trata con asuntos colectivos: los movimientos de tierra, la historia de vuestro planeta según la conocéis vosotros, el conocimiento de las razas que lo habitaron, la historia de los animales, las capas de gas y carbón, y de las distintas eras que pasaron por el planeta y lo cambiaron.

Podéis tomar vuestro descanso. (22.59. El trance de Jane había sido otra vez muy bueno. Había tenido muchas imágenes, pero en ese momento no podía ponerlas en palabras. Mi mano estaba agarrotada; debido a ello, no hicimos un resumen de la sesión, a pesar de lo mucho que yo lo deseaba.) (Seth, dijo Jane, tenía otras «instrucciones» en mente, que tenían que ver con la derecha y la izquierda; aunque él aún no se había metido en gran profundidad en esas áreas a través de las analogías, lo tenía todo planeado. Ella podía «ver» estas instrucciones. Tenían que ver con las probabilidades.) (Jane me dijo que, si la sesión hubiera continuado, Seth habría dicho que la visita de Patty Middleton de la semana pasada había sido algo incipiente desde el momento en que la conocimos en Filadelfia, en septiembre de 1970. Seth sabía que había una gran posibilidad de que ella se presentara cuando él estuviera trabajando en la sesión de su libro sobre los estados de conciencia. Esto confirma mis propias conjeturas sobre lo oportuno del momento de su visita: véanse las notas a modo de prólogo de la sesión 573 del capítulo siete.) (Esto no quiere decir que el viaje de Patty aquí estuviera predestinado. Existe el libre albedrío. Sencillamente ella «capto» que ése era un buen momento para visitarnos, y decidió realizar el viaje. Seth luego utilizó su información sobre el estado alfa como impulso para su propio material sobre A-uno, A-unoa. A-dos, etc.)


Extracto de Habla Seth II
La eterna validez del alma a través de Jane Roberts

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