El amor se siente y se ofrece.

Varios/Otros


«Hijos de la Tierra, Hijos de Luz, en este día en que os habéis reunido para compartir con sinceridad la amistad y el Amor, queremos decirles unas palabras sobre el Amor. ¿Qué podemos decir? ¿Qué podemos decirles sobre el Amor?

Nuestro canal, desde hace tantos y tantos años, se ha encargado de hablarles de Amor y sabiduría. Pero cuando nosotros les hablamos de Amor, oiréis con lo que sabéis del Amor, oiréis con vuestros sentimientos, con vuestras emociones. ¡Pero el Amor no se puede explicar, no se puede expresar, el Amor se siente, el Amor se vive! El Amor no sólo se vive en vuestros cuerpos de materia...

Ya habéis conocido en vuestra existencia varias facetas del Amor: el Amor que hace crecer a la gente, el Amor que les puede hacer sufrir, el Amor que consuela, el Amor que tranquiliza, pero todas estas formas de amar son formas de amar con lo que sois en tercera dimensión y lo que pueden percibir a través de vuestro centro emocional.

El Amor que sentirán mañana ya no tendrá mucho que ver con el Amor que una vez conocieron. Este Amor, cuando lo viváis, les transportará. Ya no habrá palabras, simplemente habrá que sentirlo y ofrecerlo. Además, cuando viváis este Amor, se darán cuenta de que la palabra "Amor" ya no es apropiada.

Imagínense que, de repente pudieran experimentar tal vibración, que hasta perdieran el sentido común de la vida, es decir que todo lo que sois a nivel material (vuestro cuerpo de materia), al de tus cuerpos sutiles, todo que sois, de repente, es transportado no solo a una dimensión totalmente diferente, sino a una conciencia diferente.

Es como si de repente todos vuestros cuerpos comenzaran a bailar, a cantar al unísono con el Universo; es como si de repente tomáis no sólo conciencia de la parte de Dios que vive en vosotros, de esta parte Divina, sino que quisieran compartirla con todo el Universo, con vuestros hermanos, con vuestras hermanas. Ya no habría más distancia, solo habría Unidad.

El amor humano divide. El Amor humano todavía hace sufrir, aunque a veces os lleve a las alturas, podéis llegar al punto de ofrecer vuestra vida por el Amor humano. El Amor del que hablamos no requiere sacrificio alguno: él es la alegría de las esferas, es el Aliento de Dios, es la Unidad que une a todos los seres.

Este Amor, poco a poco, lo empezarán a conocer y a ofrecer. En ese momento nunca más sufrirán por Amor, ni siquiera sufriréis de la amistad que parece desaparecer entre los seres. Sólo habrá la Unidad que no sólo os unirá en lo que sois como Hijos de la Tierra, sino que empezará a unir a todos vuestros hermanos.

¿Se imaginan sentir un Amor profundo por los seres que, como nosotros que os hablamos? ¿Que sentís acerca de quién somos? La alegría de escucharnos, tal vez, quizás también la alegría de saber que estamos cerca, pero no pueden sentir el Amor que les ofrecemos, como no pueden sentir el Amor que les ofrece vuestro Gran Hermano de Amor, o todos los Grandes Seres; lo pueden sentir si unís vuestro mental, vuestra conciencia del Ser a vuestro corazón, ¡y además! Esta sensación es tan pequeña en comparación con lo que realmente es el Amor.

Pero ya, Hijos de la Tierra, si lográis permanecer unidos, si lográis no sólo permanecer unidos, sino a respetarse, si lográis recibir con los brazos abiertos al ser que sufre, si lográis decir a los que os rodean: "Os amo", aunque aquel a quien se lo dicen le haya hecho sufrir, poco a poco lograrán ir más allá del Amor terrestre, para ir realmente hacia ese Amor que no tiene nombre, ese Amor que se vive, que os transporta, que os eleva. Cuando comiencen a sentir este Amor, lo sentirán vibrar por doquier y vivir en vuestros cuerpos de materia, en vuestros cuerpos sutiles.

¿Pueden imaginar, por un segundo, que cuando viviréis este Amor, podrían estar un poco en desarmonía con vuestro cuerpo? ¡Esto es absolutamente imposible! Este Amor más allá de la humanidad, que poco a poco iréis integrando en el nuevo mundo, sanará todo lo que el Amor humano ha podido causar como sufrimiento en vuestra conciencia, en vuestro cuerpo de materia y en vuestros cuerpos sutiles.

Este Amor los conectará realmente con lo que somos, los conectará realmente con el Universo, porque vosotros, niños de la Tierra, sois esencialmente niños del Universo que han venido a perderse, en cierto modo, en este pequeño mundo; pero perderse tampoco es la realidad ya que fue vuestra elección. Incluso para aquellos que experimentaron este Amor sin nombre, tal vez quisieron por última vez, revivir el Amor humano.

Una vez más, no vamos a minimizar el poder del Amor humano ya que les puede llevar a los extremos, ¡en lo bueno como en lo menos bueno, por supuesto! Este Amor que tenéis corresponde (como ya dijimos) a vuestro mundo actual, a las vibraciones de este mundo actual.

Les hemos hablado del camino, Hijos de la Tierra, pero para terminar, les vamos a decir que en el camino que actualmente estáis tomando, llegado a cierto lugar, comenzarán muy lentamente, con inmensa felicidad, sentir el Amor, el otro Amor, el que no tiene nombre, pero es el que os sumergirá. Y cuando lentamente comiencen a sentir este Amor, encontrarán que vuestro mundo es hermoso, que vuestros hermanos son hermosos, que la naturaleza es hermosa, que la vida es hermosa.

Aunque estéis en las tinieblas (es decir, si atraviesan este actual mundo que vive en tinieblas), no veréis esta oscuridad porque seréis alumbrados desde adentro de sí-mismos, por este inmenso Amor sin nombre, y avanzan, y tenderán la mano a vuestros hermanos, a vuestras hermanas, a vuestros amigos diciendo: "vengan, venid conmigo, mirad qué hermoso es el nuevo camino, vean y vivan, sientan esta inmensa alegría que nos penetra, que nos hace crecer."

Este es el nuevo camino de la Humanidad, y querán atraer hacia vosotros, en una danza maravillosa, a todos los que amáis y muchos os seguirán, porque muchos habrán comprendido el mensaje que recibirán en lo más profundo de sus corazones

Ahora, Niños de la Tierra, ¡sean felices! Olviden los sufrimientos, olviden todo lo que aún está oscuro en vuestro mundo. Pero no olvidéis que si quisierais, podrían caminar sobre el agua y atravesar las llamas; nada podría impedirlo porque tendréis la fe en lo que sois, y sobre todo la fe de quienes sois.

Ahora, Hijos de la Tierra, los dejamos. ¡Sean felices pase lo qué pase! Lo que estáis haciendo aquí, entre todos vosotros, es compartir lo mejor; compartir la alegría, la fraternidad, una buena comida, puesto que sois humanos, esto os eleva vibratoriamente. Cuando hay mucha fraternidad, mucha alegría en un lugar, también permitís que este lugar no solo aumente en vibración, sino que permanezca alto en frecuencia vibratoria.

Ahora os dejamos y os decimos: hasta muy pronto, hasta lo que llamáis "el año nuevo".

Benditos sean, y en lo más hondo de vuestro corazón, piensen en lo que hemos dicho: El Amor es otra cosa... Sean bendecidos.»



Monique Mathieu
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