El poder del pensamiento combinado.

Annie Besant


La mayor fuerza que puede obtenerse por la unión de varias personas para ayudar en un asunto común a todos, es reconocida no sólo por los ocultistas, sino por todos los que saben algo de la ciencia más profunda de la mente. Hay la costumbre, por lo menos en algunas partes profundas de la cristiandad, de que al envío de alguna misión evangélica a determinado distrito, le preceda un pensamiento constante y definido. Una partida pequeña, por ejemplo, de católicos romanos, se reúne durante algunas semanas o meses antes del envío de una misión y prepara el terreno donde ha de trabajar, imaginándose el sitio, pensando estar presente allí, y luego meditando intensamente en algún dogma definido de la Iglesia. De este modo se crea una atmósfera de pensamiento en aquel distrito muy favorable a la propaganda de las enseñanzas católicoromanas, y los cerebros respectivos son preparados para recibir instrucciones.

El trabajo del pensamiento será ayudado por la mayor intensidad que se le comunica por medio de la oración fervorosa, que es otra forma de trabajo de pensamiento que proviene del fervor religioso. Las órdenes contemplativas de la iglesia católica romana realizan mucho trabajo bueno y útil por medio del pensamiento, como hacen también los reclusos en las religiones indias y budhista.

Dondequiera que una inteligencia pura y buena trabaja para ayudar al mundo, difundiendo pensamientos nobles y elevados, allí se lleva a efecto un servicio definido para el hombre, y el pensador solitario se convierte en uno de los que elevan al mundo. Un grupo de pensadores similares, tal como un grupo de teósofos, puede hacer mucho para propagar las ideas teosóficas en su propio distrito, conviniendo dedicar diez minutos al día en una hora determinada a pensar en una enseñanza teosófica. No es necesario que sus cuerpos se reúnan en un sitio, porque lo que se requiere es que sus mentes estén unidas. Supongamos un grupo decidido a pensar diariamente acerca de la reencarnación diez minutos al día a una hora fija, durante tres o seis meses. Multitud de formas poderosas de pensamiento llenarían el distrito elegido, y la idea de la reencarnación penetraría en gran número de mentes.

Se pedirían informes, los libros que tratasen del asunto serían buscados, y una conferencia sobre el mismo, después de tal preparación atraería un auditorio ansioso e interesado. Dondequiera que haya personas llenas de interés que se combinen para esta clase de propaganda mental, se realiza un progreso fuera de toda proporción relativamente a las agencias físicas que se emplean


CONCLUSIÓN

De este modo podemos aprender a utilizar las grandes fuerzas que existen en nosotros, y a utilizarlas con el mayor efecto. A medida que las usamos aumentará su potencia, hasta que con sorpresa y alegría veremos cuán gran poder de servir poseemos.

Téngase presente que continuamente estamos usando estos poderes inconsciente, espasmódica y débilmente, afectando siempre, ya sea por bien o por mal, a todos los que nos rodean en nuestra marcha en la vida. Y aquí tratamos de inducir al lector a que use estas mismas fuerzas de un modo consciente, potente y firme. No podemos impedir el pensar hasta cierto punto, por débiles que sean las corrientes de pensamiento que engendremos. Tenemos que afectar a los que nos rodean queramos o no; lo único que tenemos que decidir es si lo hacemos en sentido beneficioso o dañino, débil o fuertemente, de un modo vacilante o con determinado propósito. No podemos impedir que los pensamientos de otros toquen nuestras mentes; sólo podemos elegir cuáles debemos recibir y cuáles rechazar. Tenemos que afectar y ser afectados; pero podemos afectar a otros en su beneficio o en su daño, podemos ser afectados por lo bueno o por lo malo. En esto consiste nuestra elección, elección de trascendencia para nosotros y para el mundo.


Escoged bien; pues vuestra elección
es breve y, sin embargo, perdurable.


Extracto de El Poder Del Pensamiento
Annie Besant

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