Aprendizaje.
Varios/Otros
Estudias ciencias y filosofías, artes e idiomas.
Para eso, gastas fuerza y tiempo.
Escucha.
El amor que Jesús nos trazó como camino de redención puede ser igualmente adquirido en ejercicio disciplinario.
Esforcémonos por alcanzarlo.
Los instructores son nuestros propios semejantes.
Algunos te buscan. Son aquellos que no te consideran o te agreden, a veces inconscientemente, junto a los cuales es posible aprender comprensión y tolerancia, desprendimiento y perdón.
Algunos otros precisas buscar. Son aquellos compañeros a quien debemos amparo, habitualmente domiciliados en la enfermedad o en la penuria, en el regazo frío de la noche o en ruinas abandonadas. Ve al encuentro de ellos, dales algo de la posesión o de la migaja que te sirve de apoyo a la existencia, pero déjales tu dádiva, iluminada con tu propio amor, a la manera del Sol, cuya luz te asegura la vida sin pedirte reconocimiento.
No demores el aprendizaje.
La matrícula es de libre acceso.
Entretanto, existe una condición para el éxito.
Auxilia y perdona sin hablar de eso a nadie.
El silencio es la base en la didáctica del amor, porque en todas las aulas, aunque, a veces delante de mucha gente, estarás profundamente en ti y dialogando contigo en la presencia de Dios.
Conserva encendida la lámpara de tu fe y sigue adelante, iluminando el camino.
Meimei - Francisco Cándido Javier. Palabras del corazón.
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